¡Atención!: “¡la voz de su amo” nos invade!

viernes, 31 de diciembre de 2010

CNN+ también “absorbido”. ¡Ojo!...

El poder mediático está resultando uno de los tentáculos más peligrosos del “gran dominio”: especulación, “calificaciones” interesadas, sesgadas, tanto en economía como en educación, uniformización … y, lo peor, difundir informaciones que no reflejan la realidad sino la ideología del “amo”. Y cada vez vemos a los mismos “amos” acaparar mayor número de medios.

La televisión, prensa… ofrecen, en general, una peligrosísima información parcial y partidista a una ciudadanía que, también en general, está desorientada porque, con buena voluntad, acepta las noticias que recibe.

La televisión, por ejemplo: en España hemos asistido en los últimos meses a la “absorción” de la “Cuatro”… y ahora de la CNN+! Con excepción de la TV pública, la objetividad de la televisión está evolucionando como en Italia o en los Estados Unidos… .

Lo mismo sucede con la prensa. Incluso periódicos tradicionalmente “independientes” son ahora “globales”.

Reaccionemos y fomentemos la autonomía de los medios de comunicación. Es fundamental para una democracia genuina. El poder ciudadano no puede seguir impasible, indiferente. Es escandaloso ver la fidelidad de los medios a sus “patrocinadores”, normalmente con miras electorales.

Las excepciones son cada vez más escasas. Aquellos ciudadanos –insisto en ello- que leen diarios o ven canales de televisión absolutamente carentes de objetividad, “desenfocados”… se instalan permanentemente en la mentira.

Necesitamos, tenemos derecho a una información veraz. “En época de mentiras, contar la verdad es un acto revolucionario”, escribió Georges Orwell. Pues bien: por un mañana mejor, pensando en las generaciones venideras, en la voz que les debemos, tenemos que iniciar la “revolución pacífica” de decir la verdad, de tener acceso a una información que refleje rigurosamente lo que sucede, que nos permita analizar y comparar.

Recuerdo en este punto, por cierto, un refrán francés que dice: “Al analizar, nos desolamos. Al comparar, nos consolamos”.

¿Seguiremos de espectadores impasibles? ¿Hasta cuándo?

En un excelente discurso, el 28 de octubre pasado, decía el excelente periodista Ignacio Ramonet: “Con unos grandes conglomerados de comunicación de talla continental y hasta planetaria quieren convertir el periodismo en un entretenimiento domesticado, en una aborrecible simplificación de la realidad. Lo importante se diluye en lo trivial y el sensacionalismo sustituye a la explicación. El periodista debe reafirmar su rabiosa voluntad de saber y comprender para poder transmitir”.

Este es el periodismo que hoy reclamamos y exigimos. O lo tenemos, o dejaremos de adquirir las publicaciones y los productos que se anuncian en canales de televisión “dependientes”.

El poder ciudadano no tardará en manifestarse.

¿Quién dice que no hay líderes?

martes, 28 de diciembre de 2010

Leyendo el artículo de Johan Galtung sobre Wikileaks – titulado “Weeklyleaks”- publicado por Roberto Savio en “Other news” me iba llenando de esperanza al tiempo que se afirmaba mi convicción de que debemos, todos lo que podamos, contribuir a los cambios apremiantes que pueden iluminar los horizontes de la humanidad, hoy tan sombríos.

Reflexionemos –“bien masticaíto”, como decía el Piyayo- sobre sus análisis y propuestas, tan lúcidos, tan reconfortantes, y decidamos unir nuestras fuerzas, especialmente en el ciberespacio, para derribar los muros informativos y superar los obstáculos de toda índole que se oponen a la mayúscula rectificación que tenemos que acometer sin demora pensando en las generaciones venideras.

No estamos dispuestos a permitir que sigan desoyendo a líderes como Johan Galtung, que continúen –el “gran dominio” energético, mediático, militar y económico está en muy pocas manos- forzando a la humanidad entera a discurrir por la única salida del mismo sistema que nos ha conducido a la gravísima crisis democrática, ética, social y medioambiental que estamos padeciendo.

Wikileaks descubre una diplomacia de rumores, cotilleos, intereses, presiones e influencias. “¿Dónde están las ideas positivas? ¿Dónde están las ideas sobre cómo convertir los desafíos, como el del cambio climático, en cooperación para mutuo e igual beneficio?”, se pregunta Galtung.

Existen alrededor de 2.000 naciones en el mundo y sólo 200 Estados, lo que implica que la mayoría de ellos incluyen a varias naciones.

Después de revisar las alternativas estatales y nacionalistas, describe el “sistema sostenible” que debería proteger un medio ambiente habitable y cumplir las cuatro necesidades humanas básicas: sobrevivir, bienestar, identidad y libertad.

Puesto que la violencia es la consecuencia de conflictos no resueltos, la clave de la sobrevivencia es la resolución de conflictos.

Existen los recursos necesarios para garantizar el bienestar de los pueblos, satisfaciendo sus necesidades fundamentales en alimentación, vivienda, salud y educación. El único problema es su distribución extremadamente desigual.

“Una identidad global –escribe- requiere unidad en la diversidad, apreciando la rica variedad de expresiones culturales al tiempo que se reconoce que su objetivo común es la felicidad humana”.

Libertad significa disponer de opciones para elegir, cada uno, culturas y estructuras. La libertad impulsa la creatividad sin límites de la especie humana…

Basándose en el artículo 28 de la Declaración Universal[1] –derecho a vivir en estructuras domésticas y planetarias que hagan posible el ejercicio de los Derechos Humanos- Galtung propone una Federación Mundial, principalmente de regiones y grandes Estados…

Y está claro – añade- que no es el tipo de gobernación en la que el interés nacional prima a cualquier precio, el que puede ser la solución y conducir a esta federación a escala global.

“Los diplomáticos de los documentos Wikileaks pertenecen a una era del sistema estatal que tenemos que sobrepasar, dejar atrás”. No deben seguir ocultando su incompetencia en los velos del secreto. Democracia significa transparencia y no “juegos feudales”.

Y concluye: “Gracias Wikileaks. ¡Conviértete en Weeklyleaks (información “semanal”). Te necesitamos”.

No hay duda sobre lo que debemos hacer: volver a situar los principios democráticos donde los “globalizadores” pusieron el mercado; agruparnos, todos distintos pero asociados por unos valores universales compartidos, y refundar unas Naciones Unidas que permitan ir construyendo esta federación mundial, esta coordinación que nos proporcione rumbo e ímpetu, que es hoy el sueño de tantas personas conscientes de que los caminos actuales sólo llevan al abismo. Los del mañana, los señalan personas como Johan Galtung. Sigámosle.

¡Indígnese usted!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Stéphane Hessel acaba de publicar un librito -excelente idea para la difusión de mensajes de gran calado- en el que nos invita a no resignarnos, a indignarnos.

Ya lo ven: la colección está dedicada a "los que caminan a contraviento", nombre que se dió a los Omahas, pueblo indio de Norteamérica cercano a los Sioux.

Stéphane Hessel, a los 93 años, en su "última etapa", reclama, volviendo a sus raíces, un compromiso público de resistencia, de defender la dignidad humana en todo momento, de no ser testigos impasibles y adormecidos.

"Necesitamos, hoy más que nunca, los principios y valores que nos guiaron y debemos velar juntos para que nuestra sociedad no abdique de los mismos". Y menciona el tratamiento a los inmigrantes, los logros de la seguridad social, el inmenso peligro de unos medios de comunicación en manos de los más acaudados...

Y sigue: es imprescindible "la instauración de una verdadera democracia social y económica, en la que los intereses particulares se subordinen al interés general”... y se asegure la “libertad de prensa, su labor de independencia en relación al Estado, los poderes económicos y las influencias extranjeras"...

Si hay una persona con autoridad moral para hacer estas reflexiones y ser escuchado es Stéphane Hessel, el único co-redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que vive, lúcido, que nos llama, por el apremio de los años y las circunstancias actuales, a la "insurrección pacífica". ¿Fue él quizás quien en el 2º párrafo del preámbulo de la Declaración Universal escribió que los seres humanos pueden verse "compelidos" a la rebelión?"

"La indiferencia, advierte, es la peor de las actitudes". Debemos reaccionar.

Liberado a última hora de los campos de concentración de Duchenwald y Dora, Hessel nos da la lección suprema de su imparcialidad cuando confiesa que su "principal indignación la constituyen hoy Palestina, la Banda de Gaza, Cisjordania... donde el ejército israelí ha actuado de manera absolutamente condenable: 1.400 muertos del lado palestino frente a 50 heridos del israelí... Que los judíos perpetren crímenes de guerra es inadmisible", concluye.

Y añade: "Estoy convencido de que el porvenir pertenece a la no-violencia, a la conciliación entre culturas distintas".

“A quienes construirán el siglo XXI les digo con gran afecto: crear y resistir. Resistir es crear".

Al acabar de leer estos mensajes tan oportunos, he pensado en la sabiduría de mi madre, que me aconsejaba descansar lo justo y dormir lo imprescindible para aprovechar el misterio de la vida, cuando a finales de los años 40 (tenía yo 16) me recomendaba: "Si quieres ser feliz, no aceptes nunca lo que consideres inaceptable".

Sí: ¡indignémonos!

"No tengamos tanta paciencia", decía José Saramago.

Gracias, Stéphane Hessel: ojalá viva todavía cuando se inicie la insumisión pacífica que preconiza.

Aunque, esté donde esté entonces, sentirá la brisa de nuestra gratitud.

¡Basta!

martes, 21 de diciembre de 2010

Ha llegado el momento de plantanse, de decir con serenidad y firmeza que la humanidad no puede seguir padeciendo los inacabables estertores de un sistema que ha desembocado en la gravísima y múltiple crisis actual (social, financiera, alimentaria, medioambiental, política, democrática, ética...).

Ha llegado el momento de la movilización ciudadana frente al "gran dominio" (económico, energético, militar, mediático), de tal modo que se inicie sin demora la gran transición desde una economía de especulación y guerra (4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares al tiempo -no me cansaré en insistir en ello- que mueren de hambre más de 70.000 personas), a una economía de desarrollo global sostenible, que reduzca rápidamente los enormes desgarros y asimetrías sociales y el deterioro progresivo (que puede alcanzar límites irreversibles) del entorno ecológico.

Ha llegado el momento de impedir y sancionar el acoso que el "mercado", a través de conspicuas agencias de "calificación", ejerce sobre los políticos, "rescatadores" empobrecidos que deben aplicarse, a riesgo de hundimiento financiero, a recortar sus presupuestos. Los que preconizaban "menos Estado y más mercado", asegurando que se autorregularía y que se eliminarían los paraísos fiscales, deben rectificar públicamente y corregir los graves desperfectos ocasionados.

Ha llegado el momento de sustituir los grupos "plutocráticos" que iniciaron el Presidente Reagan y la Primer Ministro Tatcher, que han demostrado su total inoperancia, por unas Naciones Unidas fuertes dotadas de los recursos personales, técnicos y financieros que le permitan cumplir su alta misión (de seguridad internacional; de garante de los principios democráticos; de la libertad de expresión y de acceso a una información veraz; de acción coordinada para reducir el impacto de catástrofes naturales o provocadas; de atención medioambiental; de pautas de desarrollo social y económico oportunamente aplicadas)...

Ha llegado el momento de pasar de súbditos a ciudadanos plenos; de silenciosos a participativos; de espectadores a actores... ahora que las posibilidades de participación no presencial que ofrecen las modernas tecnologías de la comunicación lo permiten.

Ha llegado el momento, sobre todo, a través del ciberespacio de desentumecer nuestros cuerpos amilanados; de despertar en un nuevo día en que las riendas de nuestro destino común ya no estén en las mismas seculares manos.

La comunidad académica, científica, artística, intelectual en suma, debe liderar este proceso que permitirá en menos de diez años llevar a cabo el "nuevo comienzo" que la Carta de la Tierra preconiza.

Ha llegado el momento de plantarse, de alzarse -como nos pidió José Ángel Valente en su verso-, de no cejar.

Ha llegado el momento.

A vuela pluma

viernes, 17 de diciembre de 2010

1. Primer Ministro Cameron. El Gobierno inglés -cuyo programa adoptó como modelo de forma precipitada el líder de la oposición en España- está tomando unas medidas que producen auténtico vértigo. La reacción no se ha hecho esperar: centenares de miles de manifestantes, se oponen a que los recortes drásticos decididos por el Primer Ministro afecten a lo que constituye, sin duda, uno de los grandes pilares del desarrollo.

Recomendación: no tocar educación, investigación e innovación, salud, ni -sobre todo- la compensación mínima a las familias sin ingresos. Hagan lo que quieran, modifiquen otras prioridades y consigan -con la creación de un fondo de solidaridad o fuentes financieras alternativas mediante tasas específicas, por ejemplo- que no se anule o decrezca lo que es una contribución mínima para la "igual dignidad humana".

Señor Presidente del Gobierno español: después de la explosión de la "burbuja" que usted no produjo y no pudo o no supo deshinchar, no quite esta ayuda esencial que usted mismo acertadamente creó. Y, en particular, ¡no imite al Primer Ministro inglés!.


2. Controladores aéreos. Todo el país -sobre todo los centenares de miles de ciudadanos afectados- suspiró agradecido cuando el Gobierno, actuando con energía, restableció uno de servicios más esenciales (a parte de las cuestiones de seguridad nacional y personal que conlleva).

Pero, claro está, a la oposición no le gusta que el Gobierno haga algo bien. Y, de manera intolerable, desean "sacar renta política de la situación", según otro título de la prensa del día 11 de diciembre.

Tamibién está claro que, además de no aportar nunca alternativas ni dar soluciones -seguramente porque carecen de ellas- son incapaces de arrimar el hombro cuando tiene lugar una situación de tanta gravedad, que se ha superado con rapidez.

¿Qué hubieran hecho ellos? Porque, a la vista de la persistente incapacidad para presentar propuestas de acción, la respuesta se adivina estremecedora.


3."La Princesa Leticia, de incógnito", es el titular, acompañado de una gran fotografía, en la portada de "Hoy corazón" del 11 de diciembre.

Me parece muy bien que la princesa Leticia vaya de incógnito por Madrid, de "compras navideñas", paseando... No tengo absolutamente nada que objetar.

Lo único que no pega es lo de "incógnito". Constituye una contradicción total.

La Real Academia Española da la siguiente definición de "incógnito": ... especialmente aplicado a la situación de un personaje público que actúa como persona privada".

Si hace un reportaje de la Princesa paseando por las calles de Madrid, no corresponde decir que iba "de incógnito".

"Trichet apremia a España a reformar las pensiones para apaciguar los mercados (sic)"

jueves, 16 de diciembre de 2010

Sigue así la información de "El País" el mismo día 11 de diciembre: "El riesgo español y portugués vuelve a subir tras mejorar la semana pasada"...

¿Dónde están los que hablaban hace pocos meses de que necesitábamos "menos Estado y más mercado"? ¿Dónde están los que hablaban de la auto-regulación de los mercados y de la desaparición de los paraísos fiscales?. ¿Qué dicen ahora los que ponían de ejemplo a Irlanda? Los "rescatadores" se han empobrecido y los "rescatados" mandan actualmente hasta en aspectos tan específicos de cada país como las pensiones...

"El objetivo es ganar credibilidad en los mercados para que las turbulencias financieras no vuelvan". No, de ningún modo: el principal objetivo es la justicia social, el bienestar de los ciudadanos, la solidaridad internacional. El objetivo no puede ser el insaciable apetito de los mercados.

Es urgente que la Unión Europea diga "¡basta!". Si no lo dicen los líderes, lo dirá el pueblo en poco tiempo, finalmente insumiso y no resignado a ser espectador impasible de tanto estropicio, con incalculables consecuencias sociales y medioambientales.

¡Qué disparate fue "globalizar el mundo" dejando al margen los principios democráticos!.

Vargas Llosa, montera en mano

Primero, enhorabuena de todo corazón a uno de los maestros del castellano de todos los tiempos. Le admiro profundamente como escritor. Su obra literaria es ciertamente excepcional.

Comparto algunas de sus opiniones. Disiento de muchas.

Y lamento que, al día siguiente de recibir el Premio Nobel, ocupe portada del ABC montera en mano.

Prefiero la fotografía a toda página de éste y otros rotativos donde se le ve recibiendo el más preciado galardón de la mano del Rey Carlos Gustavo. Prefiero cuando se dice que el Comité Nobel le equiparó a Balzac, Tolstoi y Faulkner.

¿Por qué montera en mano? Lo suyo no es esto. Lo suyo es escribir.

La silla vacía de Liu Xiaobo

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La silla vacía de Liu Xiaobo. "Yo no tengo enemigos", es el mensaje del Premio Nobel chino ausente. Oslo ha recriminado "cautelosamente" a las autoridades chinas recomendándoles que mejoren sus hábitos democráticos, y los poderosos -!que pretenden gobernar el mundo!- han realizado su gesto habitual de mirar hacia otro lado.

Son demasiados los intereses -financieros, productivos...- para que se atrevan a encararse al gigante inexpresivo que ellos mismos han generado. Las "grandes marcas" también producen allí, con una codicia ilimitada. Y todos calladitos y sonrientes. Como los centenares de millones de personas del pueblo sometido.

Liu Xiaobo: gracias, porque su silla no estaba vacía. Somos muchos los que la hemos visto llenísima. Los que pensamos que, a partir de ahora, nuestros esfuerzos en favor de un cambio radical desde una economía basada en la especulación y la guerra a una economía de desarrollo global sostenible; desde una cultura de imposición y fuerza a una cultura de diálogo, conciliación y paz, se redoblarán... porque su silla estaba sólo aparentemente vacía.

Wikileaks, bravo!

martes, 7 de diciembre de 2010

“Mi Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes”.

Mahatma Gandhi

¡Claro que la información debe difundirse!

En el Artículo primero de la UNESCO, Organización de las Naciones Unidas que tuve el honor de dirigir durante varios años, se dice que garantizará “la libre circulación de las ideas por la palabra y por la imagen”. Libertad de expresión, de información, de acceso.

De los cientos de miles de documentos “clasificados” que han sido difundidos por Wikileaks, unos revelan datos sobre el ejército de los Estados Unidos procedentes de comunicaciones dirigidas al Pentágono. Otros se refieren a “filtraciones” de mensajes enviados por distintos Embajadores al Departamento de Estado norteamericano. Y sólo este conocimiento tiene un valor incalculable para, entre otras cosas, mejorar el servicio diplomático y de información militar. A partir de ahora, muchos se lo pensarán dos veces antes de enviar semejantes informaciones. Los “poderes” se darán cuenta de que deben actuar de otro modo y de que la “transparencia de Estado” es mucho mejor que los “secretos de Estado”. Las buenas acciones políticas no se van a desestabilizar. Las malas, sí. Y eso es positivo. Los medios de comunicación pueden ayudar a evitar dislates, a cooperar en la dirección adecuada. La Política, en mayúscula, lo agradecerá.

Pero lo que nadie puede deducir es que todos estos mensajes sean ciertos. No sabemos si responden a la realidad, sobre todo algunos que, de modo evidente, transmiten impresiones muy personales, superficiales, anecdóticas.

Sería absurdo que, siempre tan cautelosos en calificar de “presuntos” incluso a los que de manera fehaciente han transgredido o se hallan inculpados, nos apresurásemos a sacar conclusiones de estos documentos, sin verificarlos rigurosamente.

En la medida en que se comprueben, no cabe duda de que deberán tomarse medidas, en ocasiones muy severas, por parte de las autoridades competentes, vigiladas desde ahora más directamente por el “pueblo consciente”.

Lo realmente importante es fomentar el buen periodismo, el que describe fidedignamente lo que acontece y lo que sabe, con total independencia de criterio. Y el que escribe y defiende libremente su opinión.

Por otra parte, tenemos que tener en cuenta que la “noticia” trata siempre de algo insólito, extraordinario. Debemos procurar ver los grandes espacios de la realidad que no contienen las informaciones… porque son “normales”, son “lo ordinario”, lo habitual. Ver los invisibles y no sólo lo que “iluminan” los focos de los medios de comunicación es muy importante porque, no me canso de repetirlo, sólo si conocemos la realidad profundamente podremos transformarla profundamente.

En resumen: muy bien difundir las informaciones de Wikileaks. Muy mal creer a pies puntillas lo que dicen, sin comprobarlo, especialmente por quienes en los medios “adictos” emiten sólo lo que les conviene, de forma, con frecuencia, totalmente, descaradamente, deformada según la ideología de las empresas propietarias; por los que con tantos aspavientos van en contra de la transparencia periodística, con “pecados” de omisión y tergiversación…

Necesitamos con urgencia más medios fiables. Hay progresivamente menos, por concentración en unas cuantas “manos”.

¡Viva Wikileaks!

Abajo los que se apresuran, desde la óptica de un partidismo “inquebrantable”, a extraer las conclusiones que mejor se adaptan a sus fines, con la misma ligereza con que se alejan de la objetividad.

Conocer. Confirmar. Poner en su contexto. Saberes y buen criterio. Ya lo escribió T. S. Elliot hace más de un siglo: “¿Dónde está la sabiduría / que hemos perdido en el conocimiento? / ¿Dónde está el conocimiento / que hemos perdido en la información?”.

Pues eso.