Siria: adoptar todas las medidas necesarias para que no se convierta en un segundo Irak

jueves, 29 de agosto de 2013

Es imprescindible dar el papel que corresponde a las Naciones Unidas. Es el mundo el que debe dirimir este trágico conflicto y no unos países agrupados por capitales interesados y aconsejados por servicios de inteligencia de proclividades bien conocidas. 

Es un momento especialmente oportuno para impulsar un nuevo multilateralismo democrático. Es una oportunidad para abandonar las hegemonías de los grupos oligárquicos y favorecer un nuevo comienzo. 

La opinión de Hans Blix, inspector-jefe de las inexistentes “armas de destrucción masiva” de Irak, es muy importante: esperar a tener el informe de las Naciones Unidas y, entonces, actuar en consecuencia, con el fin de evitar en la mayor medida “efectos colaterales”. En 2003 no se esperó y el “trío de las Azores” decidió actuar… Las atroces consecuencias están a la vista: muertos, mutilados, desplazados… No habrían debido nunca invadir, y lo hicieron. Por cierto, hoy los recursos petrolíferos de Irak están en manos de los “invasores”… 

Y, además, uno de los “tres” el ex Primer Ministro británico Tony Blair, que actuó entonces y actúa ahora de forma totalmente contraria a como había empezado su brillante trayectoria política, después inexplicablemente truncada, acucia hoy a la intervención. No le escuchen. Desoigan la voz de quienes deberán responder ante la historia de uno de los episodios más inhumanos de nuestro tiempo.

Sorprendentes, incongruentes, peligrosas noticias

miércoles, 28 de agosto de 2013

1. Intervención militar en Siria, antes de conocer el resultado de la inspección relativa al uso de gases letales y saber, en consecuencia, quiénes son los responsables, y sin contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 

Sería una gran decepción, y constituiría una nueva irresponsabilidad ceder a la influencia del “gran lobby”, bombardear con unos cuantos misiles lanzados desde portaviones para demostrar al gobierno sirio la fuerza occidental, sin importar los “efectos colaterales” –que nunca han importado al “gran lobby”- y sin saber a ciencia cierta a quién se está beneficiando (porque poquísimo se sabe sobre la “oposición”… y lo que se sabe no es todo trigo limpio). 

La excusa de que el Consejo de Seguridad no aprobaría una intervención de esta naturaleza por el veto de Rusia no es válida: lo que hay que hacer es refundar un multilateralismo democrático y dejar de una vez los grupos hegemónicos, oligárquicos y plutocráticos… El Presidente Obama es el único que podría presentar esta reforma en profundidad. Si sigue los pasos de su antecesor… uno de los pocos rayos de esperanza se habrá extinguido. Es incongruente que dentro de unos días todos los líderes del mundo se dirijan a la Asamblea General solemnemente, “bla, bla, bla”… y después ninguneen a la única institución que podría todavía enderezar tantos entuertos. 

Por cierto, la posición de España diciendo que hay que castigar a los culpables pero a través del Consejo de Seguridad es plausible. Ojalá, en esta ocasión al menos, se escuche su propuesta. 

2. El Gobierno Español, a pesar del embargo, vende a Egipto aviones militares. “¡El negoci es el negoci!” ¡Qué más da que se haya decidido, con buen criterio, adoptar medidas restrictivas con la intención de clarificar la situación en el gran país del Nilo...! Incongruente, peligrosa noticia. 

3. Fotografía en que se ve a esforzados ciudadanos intentando contener con ramajes el incendio que se aproxima a sus viviendas… En Galicia -¡como en Hollywood!, en el país de todos los artefactos bélicos y espaciales- los medios para luchar contra las catástrofes naturales son precarios e inapropiados. Y los bosques, descuidados. Y descuidados los desagües como ponen de manifiesto las inundaciones… Hay muchos medios para la guerra –hasta el punto de vender aviones militares- pero el mundo se halla inerme o precariamente habilitado ante las catástrofes naturales o provocadas. 

SÍ: tres noticias de hoy, 28 de agosto de 2013, sorprendentes, incongruentes y muy peligrosas, propias de un sistema que requiere drásticos cambios, de una gobernación mundial que precisa de forma apremiante “un nuevo comienzo”.

Las mortajas no tienen bolsillos

lunes, 26 de agosto de 2013

Hace muchos años leí esta frase enormemente aleccionadora en un cementerio francés: “Les linceuls n’ont pas de poches”: “Las mortajas no tienen bolsillos”. Muy ricos o muy pobres, la muerte, eso sí, nos iguala a todos. Me dio mucho qué pensar. Me sigue dando mucho qué pensar, y me sorprende que no sean más numerosos los que, acaudalados, deciden llegar a su último día más livianos de equipaje. ¿De qué les vale llegar al final con unos medios tan excesivos que ni han podido disfrutar ni han sabido facilitar que los disfrutaran otros? 

Buena parte de la felicidad consiste en dar, en repartir, en impulsar, en promover. No en acumular. 

Todos aquellos que van bien provistos, con los bolsillos repletos, piensen en que los sudarios no los tienen. Y compartan. Verán cómo, a medida que sea mayor la largueza, se hará mayor su sonrisa. 

Todos los seres humanos iguales en dignidad. Desiguales al llegar pero todos iguales al partir.

Apremiante: nuevo grito en favor de la refundación del Sistema de las Naciones Unidas

sábado, 24 de agosto de 2013


Es inadmisible lo que sucede: Egipto, Siria, Somalia, nuevos asentamientos en Cisjordania, al tiempo que se inician las enésimas conversaciones de paz...

Y Europa, arredrada, amilanada, obcecada por las primas de riesgo y los equívocos "repuntes" económicos, haciendo una vez más el ridículo y pidiendo "contención", después de no haber sabido jugar el alto papel que le correspondía en las respectivas crisis y convulsiones.

Detrás del escenario, los mismos grandes poderes. Los que favorecieron que se resolviera de la manera abominable en que tuvo lugar el derrocamiento del  "líder" Gadaffi;  los que presenciaron impávidos la caída del presidente Mubarak -que cometió al final el grave error de marginar a los "hermanos musulmanes"-  y han contemplado aparentemente atónitos el golpe de Estado que el Presidente Mursi, cometiendo la misma equivocación que su predecesor, no supo evitar formando un gobierno provisional de unidad nacional con la numerosa e incontenible oposición...

Y en Siria, ¿quiénes son en realidad los insurgentes? Como era previsible, ninguna de las "instancias oligárquicas" del neoliberalismo puede esclarecer lo que acontece. Y sigue la confrontación con cuantiosas víctimas civiles y efectos "colaterales" de toda índole.

En Somalia, después de más de 20 años de prestar servicios humanitarios ejemplares, los  "médicos sin fronteras" anuncian su retirada, porque son muchas ya las muertes que los "señores de la guerra" han infringido a quienes iban a aliviar les. Pera Somalia al igual que Darfur, interesa poco a los líderes mundiales actuales. Unos buenos caladeros... y poco más. Sólo gente, mucha gente... pero ésta no es palabra que figura en el diccionario de los del  "gran dominio".

¡Por fin se logra una nueva ronda de conversaciones de paz entre israelíes y palestinos! Siempre que se habla de nuevo de este proceso de conciliación pienso en Isaac Rabin... ¡Ya estaba! Yasser Arafat se levantó  -Rabin aceptaba la co-capitalidad de Jerusalén- y le abrazó... ¡Por fin después de 50 años!... A los pocos meses, un tiro en la nuca... El mismo destino  que Anwar  el-Sadat... Pues bien: el Primer Ministro Netanyahu, cuya animadversión a cualquier posibilidad de encuentro efectivo está triste y reiteradamente acreditada, decide aguar cualquier sentimiento de esperanza aprobando la construcción de varios centenares más de " asentamientos " en territorios palestinos....

¿Y cómo reacciona Europa?  Obviando cualquier crítica y "observando" con interés..! Menos mal que la  UE cuenta con el eficiente  -en invasiones trágicas-  ex-Primer Ministro británico Tony  Blair como representante del  "cuarteto". ¿Será de música macabra?  

No le den más vueltas:  sólo una urgente refundación del Sistema de las Naciones Unidas, en el que se cumpliera lo establecido en la Carta  -"Nosotros, los pueblos... "-  y tuviera una Asamblea General con  la mitad de representantes de Estados y la otra mitad de representantes de la sociedad civil, con tres Consejos Ejecutivos -de Seguridad, Socio-económico  y  Medioambiental-   sin veto pero con voto ponderado,podría resolver los grandes retos que, por su naturaleza y ámbito, son propios de una  Organización multilateral.

El  Presidente Obama, con el apoyo de algunos líderes que todavía cuentan con la visión y el denuedo, y del creciente poder ciudadano que, presencial y virtualmente, se movilizará a escala mundial en un gran clamor popular , podría , en su segundo mandato, repetir la hazaña del Presidente Roosevelt... pero contando ahora con la gente, con los "pueblos" .

Primavera árabe, ¿qué ha fallado?

lunes, 19 de agosto de 2013

se pregunta en "El País" del 16/08/13 el ilustre periodista Guillermo Altares. Habla de Egipto, Siria, Libia, Bahrein, Yemen, Túnez... "Han fallado muchas cosas", escribe y cuenta la preparación de los partidos islamistas, mayor de la prevista. Y, en algunos países, el persistente poder militar... "Y también que los golpes de Estado son lo que son y siempre acaban desatando la violencia y la represión por mucho que Occidente intente mirar a otro lado". 

Esto es, sobre todo, lo que ha fallado: un sistema que, cuando todo clamaba paz al acercarse el fin de la "guerra fría", sustituyó las Naciones Unidas por grupos oligárquicos, y los principios democráticos y los derechos humanos por las leyes del mercado.

Y luego, mirando hacia otro lado, ha invadido Irak basado en la mentira; ha sentenciado a a una muerte abominable al presidente Gadaffi -¡qué triste una vez más el papel de la OTAN!-; no ha logrado una interposición efectiva en Siria porque la discrecionalidad con que actúan los plutócratas no lo ha permitido -algunos dudan, otros a favor, China en Rusia en contra de cualquier intervención -; y, en Egipto, más de lo mismo, los que tiraron la piedra han escondido la mano... con centenares de víctimas y ningún atisbo de regulación y concertación... 

Está claro. Lo que ha fallado en la "primavera árabe" es lo mismo que ha fallado en el resto del mundo: la inexistencia de instituciones multilaterales dotadas de la autoridad moral y efectiva apropiada, y la carencia de une principios universales cuya ausencia, reza el preámbulo de la Constitución de la UNESCO, llevó al enfrentamiento bélico, a la animadversión, a la incomprensión.

 "Es de necio confundir valor y precio" resumió en un verso Don Antonio Machado. Han sido necios. Corresponde ahora al inmenso poder ciudadano, presencial y virtual, reponer los valores y refundar unas Naciones Unidas capaces de intervenir eficazmente para que las "primaveras" puedan, en todo el mundo, conducir al cambio de época que la Humanidad -"liberada ya del miedo"- merece.

Drones

viernes, 16 de agosto de 2013

Después de haber obtenido varios créditos extraordinarios sin que los ciudadanos hayamos sabido por qué, quién y cuándo se encargaron los artefactos militares que ahora deben pagarse (la deuda es de más de 25 mil millones de Euros), cuando se recorta el gasto en I+D+I, en educación y en sanidad... ahora al Sr. Ministro no se le ocurre otra cosa que anunciar que "confía disponer de drones en 2015" cuando lo que esperábamos es que los drones - cuyos "efectos colaterales" sobre la sociedad civil constituyen un auténtico escándalo- deberían dejar de fabricarse y que lo que tendríamos en 2015 sería alimentación y agua para todos los habitantes de la tierra, acceso a los servicios de salud, educación, cuidado del medio ambiente...

Dice el Ministro que es necesario disponer de aviones no tripulados "porque es, sin duda alguna, por donde va el futuro". Este es el futuro por el que desean ir usted y algunos más. Pero la mayor parte de la Humanidad, y especialmente los jóvenes, anhela y merece que el futuro no vaya por donde usted pronostica.

Habrá un clamor popular, Sr. Ministro, a escala nacional, europea y mundial que dirá "no" a los drones y a quienes siguen pensando que el porvenir, que está por hacer, discurra, como hasta ahora, por los caminos de la fuerza y la imposición. 

Lo repito todos los días: un mundo que invierte diariamente 4.000 millones de dólares en armas al tiempo que mueren de hambre más de 60 mil personas, es un mundo enfermo. El poder ciudadano será una realidad en poco tiempo. La inflexión histórica de los pocos a los muchos, de la fuerza a la palabra, de la guerra a la conciliación, se avecina.

Genocidio cotidiano

lunes, 12 de agosto de 2013



Ahora, que ya sabemos, no podemos consentir que las asimetrías económicas se sigan incrementando, que los desgarros sociales y las situaciones de extrema pobreza lleven a la muerte a miles de personas al día en medio  de horrendos sufrimientos.

Y no puede consentirse que unos cuantos países, muy pocos, sigan empeñados en aplicar un sistema económico, político y social que ha fracasado rotundamente.

Y que pretendan que las Naciones Unidas sigan sustituyéndose por grupos oligárquicos de 6, 7, 8 o 20 países.

No: ahora ya no puede consentirse porque ya sabemos y porque ya podemos expresar nuestras propuestas y protestas.

Hay que iniciar sin demora el cambio que debe protagonizar el líder democrático de los EEUU, puesto que fueron los líderes republicanos los que cambiaron los valores democráticos por las leyes del mercado  y las Naciones Unidas por los grupos plutocráticos. Con Obama –que ha disminuido los gastos militares, ampliado la atención médica para todos e iniciado la recuperación económica norteamericana-  la mayor inversión de los Estados Unidos tenderá a asegurar  la hegemonía y estabilidad de los grandes países asiáticos, procurando especialmente la “contención” de China.
Los republicanos criticaron, como era de esperar, en diciembre de 2011, “la descomposición del tejido sociopolítico de los Estados Unidos”. Ahora están callados porque las medidas adoptadas por el Presidente están dando buenos resultados aunque, en cuanto puedan, volverán –el “gran dominio” militar, financiero, energético y mediático está en sus manos-  a formular los más sombríos presagios, tanto sobre la situación interna como externa.

También los conservadores han menospreciado los recientes acontecimientos, de extraordinaria importancia a escala mundial, que conducen a la emancipación de América Latina (CELAC).

Tampoco acertaron en las previsiones de “competencia internacional” en el suministro de combustibles porque, a los pocos meses, la Administración Norteamericana anunciaba que, en menos de diez años, siguiendo una política de gran incremento de energías renovables y de la obtención de gas por fracking, ¡los EEUU pasarían de ser importadores a exportadores!

Es imposible ahora imaginar que se cometan nuevamente dislates como la invasión de Irak basada en la mentira o la abominable “solución” aplicada a Libia a través de la OTAN. Millones de desplazados, miles de muertos y mutilados… pesan hoy sobre la conciencia de los “3 de las Azores” y la sociedad internacional debe movilizarse, presencial y virtualmente, para que no vuelvan a repetirse estos trágicos episodios.

La sociedad saciada no debe seguir ni un día más considerando que la inanición es un “efectos colateral” del que no es preciso ocuparse.  Algunas cifras pueden ayudar a reconsiderar rápidamente este desdén pernicioso: el 1% de la humanidad posee el 43% de la riqueza total. El 10% controla el 83% de la riqueza. Según datos del Centro de Investigaciones del Congreso de los EEUU, la mitad de la población estadounidense tenía en 2010 apenas el 1.1% de la riqueza del país, mientras que el 10% más próspero poseía el 74% de la misma. Y la élite económica mundial evadió al menos 16.7 billones de Euros entre 2005 y 2010 según un informe de Tax Justice Network [i] .

Resueltamente, todo el mundo, pero sobre todo los más prósperos, deben dejar de mirar hacia otro lado y, en un colosal movimiento de solidaridad global, evitar las miles de muertes diarias por hambre o por carecer de tratamientos médicos ya disponibles en los países más acaudalados, y atender a los que viven en condiciones de extrema pobreza.

El 20% rico debe, con apremio, por el bien ajeno pero también del propio, extender solícitamente la mano, tan alzada, tan armada durante siglos.

Y promover la refundación de un Sistema Multilateral democrático que, con eficiencia y prontitud, asegure el principio del “nuevo comienzo” en que la igual dignidad de todos los seres humanos se ponga finalmente en práctica.

Sólo así se lograría la desaparición de la actual impunidad   a escala supranacional (tráficos de toda índole) y se haría justicia; y desaparecerían los paraísos fiscales; y se regularía el consumo de drogas; y se favorecerían soluciones democráticas a los conflictos de Siria y Egipto… y en Túnez…; y se tendría la “autoridad moral mundial” para que, de una vez, culminara el proceso de paz Palestino-Israelí; y que dejaran de utilizarse los “drones” y actuaran en su lugar los “cascos azules”; y  que se adoptaran por la comunidad internacional las medidas de protección del medio ambiente que las generaciones venideras merecen…

Alguien pensará que es un horizonte excesivamente optimista si se contempla el actual. Para reaccionar y convertirlo en acción, en voz y en grito basta con que imaginemos que uno de los 60 mil muertos al día por hambre y desamparo es hijo o hermano nuestro, y que es inadmisible vivir un día más sin tomar conciencia, como ciudadanos del mundo, de que, al tiempo que se invierten 4000 millones de dólares en armas y gastos militares, el 80% de la humanidad vive, en un gradiente de mayores precariedades, en una situación insostenible.

El tiempo del cambio ha llegado. Ahora ya podemos expresarnos. Ya podemos mirar hacia adelante. Y tener conciencia global. Y disponernos a inventar otro porvenir.


[i]  Datos tomados del libro “Invisibles”, de Juan Diego Botto, Espasa, 2013.

¡Fuera el actual FMI!

jueves, 8 de agosto de 2013

Hasta aquí podía llegar la acción corrosiva y antisocial del FMI, último bastión del sistema que ha provocado la gravísima crisis ética, cultural, democrática, económica, ambiental… que atravesamos. 

Como herramienta del neoliberalismo más acérrimo, el FMI ha sido, sobre todo en los últimos 15 años, defensor a ultranza de las directrices emanadas de los países más prósperos y, muy concretamente, de las del Partido Republicano de los Estados Unidos, y ha dejado una huella amarga de incompetencia, de servilismo y de menosprecio a los intereses de la mayor parte de la humanidad. 

En el caso concreto de Europa y España, hace bien poco el FMI reconoció que se había equivocado y que no sería posible alcanzar un cierto grado de crecimiento y empleo sin una política de incentivos que atemperara los recortes que estaban cargando, además, el pesado fardo de la convulsión financiera a las clases medias y más vulnerables. 

¡Pero ahora, obedientes de nuevo al “gran dominio” (militar, financiero, mediático, énergético) vuelven a la carga: no sólo reducciones generalizadas en los salarios sino venablos al corazón mismo del genuino desarrollo: sanidad, educación, ciencia…! 

No queremos al FMI ni al G7, G8, G20… Queremos la refundación del multilateralismo democrático; queremos una economía basada en la justicia, en la transparencia, en la solidaridad, en un desarrollo global sostenible; queremos unas Naciones Unidas que engloben al FMI, al Banco Mundial y a la OMC –establecida por la Administración Norteamericana al principio de la década de los noventa directamente fuera de su ámbito- con una Asamblea General integrada, a partes iguales, por los Estados y por representantes de la sociedad civil (“Nosotros, los pueblos…”) y tres Consejos de Seguridad –el actual, el socioeconómico y el medioambiental- en que el veto sería sustituido por un voto ponderado… 

Es necesaria una gran movilización mundial para que, de una vez, vuelvan a ser los “principios democráticos” los que dirijan la gobernación mundial y todas las instituciones, empezando por el FMI, se hallen subordinadas a estos principios y no a algunas manos, muy pocas, que llevan en la actualidad, indebidamente, las riendas del destino común de la humanidad.