Siria: única solución, interlocutor pleno de las Naciones Unidas

jueves, 31 de mayo de 2012

Ya lo he escrito en diversas ocasiones, pero hoy, horrorizado ante lo que sigue sucediendo en Siria, me permito insistir en la necesidad apremiante de convocar una reunión extraordinaria para designar, todos los países, China y Rusia incluidos, un representante dotado de plenas atribuciones -podría ser, desde luego, el propio Kofi Annan- para establecer con El Assad las condiciones inmediatas de alto al fuego y transformación democrática en Siria. 

Sólo con un multilateralismo democrático podrán resolverse cuestiones de ámbito mundial a las que nos ha llevado la pretensión de la gobernación del mundo por unos pequeños grupos de países prósperos. 

Convoquen hoy mismo esta Conferencia Mundial, para que mañana mismo pueda empezar a cerrarse la inmensa herida abierta en Siria.

9 comentarios

Hoy me encontraba en mitad de los pasillos de la facultad, haciendo tiempo, con la mirada perdida. Estaba recordando sus palabras en el documental "Salvados, al borde del rescate", que se emitió hace unos días.
Yo a usted no le conocía, es decir, no sabía mucho de su persona, aparte de 4 datos de haberle visto otras veces en algún medio de comunicación.
Antes de nada, me presento. Mi nombre es Jónathan, aunque las personas de confianza me llaman Johnny. Usted, a pesar de que no nos conocemos, también puede hacerlo. Soy un joven estudiante de Biología de la Universidad de Granada. Tengo 24 años, y desde que tengo memoria, he tenido una tremenda ilusión por la vida en todos sus aspectos. Tuve la suerte o la desgracia (para mi obviamente es una suerte) de que mis padres me trajeran al mundo cuando ya eran mayores, con más de 40 años.
Desde siempre me han enseñado lo mucho o poco que sabían, con la esperanza de que en un futuro fuese la mejor persona posible.
Como le digo, siempre he tenido una especial ilusión, más que de la que se puede respirar en la calle, a pesar de que para nada mi familia ha tenido una situación fácil, todo lo contrario. Mis dos padres son mayores y están enfermos, y yo he tenido que compaginar mis estudios con muchas otras cosas.
Siempre he creído en mi país, a pesar de las dificultades. Me he interesado siempre por la política y he defendido generalmente la actuación de nuestros políticos, que han hecho que durante los últimos años gocemos de un país libre y mucho mejor del que era.
En cambio hoy en día, noto que me empiezan a fallar las fuerzas. Siento que muchas de las personas en las que yo confié, no nos han devuelto esa confianza; al revés, la han traicionado.
Siempre he animado a todos aquellos que a mi alrededor les ha faltado una sonrisa, aunque no tuviese fuerzas de donde sacar la mía.
En estos últimos días como le digo, me faltaba parte de esa ilusión que siempre he tenido por la vida, por los que me rodean, por mi futuro. Los años venideros que nos auguran los políticos son muy duros, y en mi caso, a pesar de tener el valor para atravesar una frontera y buscar una vida mejor, no me siento moralmente capaz de hacerlo: no podría nunca abandonar a mis padres mayores, que lo han dado todo por mí, y yo debo corresponderles.
Cuando vi el documental de Salvados, me reafirmé en lo que últimamente venía pensando, en ese desencanto al que nos han arrastrado muchas decisiones erróneas de nuestros políticos en los últimos tiempos.
Pero en cambio, cuando al final del documental escuché sus palabras, cuando dijo usted que era el momento de salir a la calle a decir “Basta ya”, cuando contó la historia de Rosa Parks, sentí como fluía en mi esa emoción e ilusión nuevamente.
Como comenzaba este comentario, hoy estaba en la facultad, con la mirada perdida mientras pensaba en sus palabras. De repente, he visto uno de esos carteles honoríficos que tantas veces he visto y leído sin prestarle mayor atención: “Estudios de BIOLOGÍA, creados siendo rector el Excelentísimo Señor Don Federico Mayor Zaragoza”.
No me lo podía creer. Ese nombre que tantas veces había leído en los entretiempos de clase y clase, que en parte puso la primera piedra de lo que yo estoy estudiando a día de hoy, era usted, el carismático hombre del documental, uno de los pocos políticos que aún quedan de aquella generación de hombres que hacían las cosas de corazón, para mejorar su país.
Fui inmediatamente al ordenador de la biblioteca más cercano y busqué su nombre en el famoso buscador online, Google. Efectivamente, era usted. En un breve artículo de la Wikipedia pude comprobar que usted había sido el rector de mi Universidad y que durante su mandato se crearon los estudios de Biología, lo que yo estudio, lo que amo y a lo que quiero dedicarme el resto de mi vida, a pesar de lo difícil que es eso hoy en día.

31 de mayo de 2012, 20:58

Me he atrevido a escribirle este correo, porque desde que vi el documental, como le he dicho antes, recobré esa pequeña ilusión perdida en el camino. Yo mismo me he comprometido a no faltar a ninguna manifestación que defienda los ideales en los que yo creo, los que han hecho grande este país. Le he enseñado a todo el que he podido sus palabras, para animarle a decir Basta también. Como digo, sentí que en el fondo, usted y yo compartíamos algo muy bonito: una idea. La de ser mejores personas y ayudar a otros a serlo.
No puede imaginar cual fue mi felicidad y mi sorpresa al ver que usted había sido el rector de mi universidad. Es como si hubiese descubierto que había una pequeña conexión entre usted y yo, separada en el tiempo, pero que al fin y al cabo es eterna: la lucha por defender lo que es justo, en lo que se cree; la lealtad a uno mismo.
Le escribo este mensaje sólo para agradecerle que me haya devuelto las ganas de seguir defendiendo aquello en lo que siempre he creído. Por haberme, con sus palabras, puesto una velita en un camino oscuro lleno de piedras.
Cada vez que pise el suelo de mi facultad, sabré con orgullo que usted estuvo allí, poniendo una de las puertas de mi camino, y más tarde, una llave en mi mano.
Ojala algún día pueda estrecharle la mano.
Gracias de antemano por su tiempo, por leer este mensaje. Le deseo lo mejor en su vida
Un abrazo,
Jónathan.

P.D.: le dejo mi correo por si quisiese responderme: pirbuts@gmail.com

31 de mayo de 2012, 20:58
Este comentario ha sido eliminado por el autor. 31 de mayo de 2012, 20:59
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Este comentario ha sido eliminado por el autor. 31 de mayo de 2012, 21:02

Disculpe por todos los comentarios extra. En principio me daba error al pegar la última parte y de repente aparecieron todos repetidos.
Disculpe las molestias

31 de mayo de 2012, 21:06