Yo también pido la palabra por la educación

sábado, 29 de abril de 2017

La SAME 2017 tiene un lema que debemos procurar retener a lo largo del año para nuestro comportamiento cotidiano: “Pido la palabra por la educación”. 

Es cierto que únicamente seres educados, es decir “libres y responsables”, como magistralmente los define el artículo 1º de la Constitución de la UNESCO, serán capaces -en estos momentos históricos en que si no rectificamos las tendencias actuales podrían alcanzarse punto de no retorno- de adoptar las medidas adecuadas y oportunas para que nuestro legado a las generaciones venideras no sea el de una Tierra deteriorada, de una habitabilidad reducida. 

Educación para actuar a tiempo, para ser y no para tener. Educación para ejercer plenamente las facultades distintivas de la especie humana (pensar, imaginar anticiparse, ¡crear!) que son nuestra esperanza. Cada ser humano único capaz de inventar el mañana y demostrar que muchos imposibles hoy pueden convertirse en realidad. 

¿Educación por quién? Por los progenitores, por los maestros, por los medios de comunicación… teniendo siempre muy claro que, en todos estos casos, “más vale un ejemplo que cien sermones”, porque lo que no puede pretenderse es que lo que se explica en las aulas como pautas a seguir no se corresponda con la conducta de quienes, próximos o distantes, aparecen como referentes. 

Educación para todos a lo largo de toda la vida: Educación para la mediación y el diálogo. Educación para la conciliación, porque gracias a la tecnología digital ya podemos expresarnos, ya sabemos lo que acontece en todos los rincones de la tierra y, sobre todo, la mujer, marginada desde el origen de los tiempos, tiene progresivamente el papel que le corresponde en la toma de decisiones. No me canso de repetirlo: la transición de la razón de la fuerza a la fuerza de la razón, de la imposición a la palabra, sólo tendrá lugar cuando la mujer –“que sólo excepcionalmente utiliza la fuerza cuando el hombre sólo excepcionalmente no la utiliza”, en palabras del Presidente Nelson Mandela- ocupe el lugar que le corresponde en el diseño de la sociedad futura. 

Pido la palabra por la Educación: que todos tengan acceso, en cualquier momento de su vida, porque si hay algún tren que nunca nadie debe perder es el del pleno desarrollo de las inverosímiles capacidades intelectuales humanas. 

Todos los seres humanos iguales en dignidad. 

Será una educación inclusiva, durante toda la vida, equitativa, de calidad, la que nos permitirá aprender a vivir juntos, a conocer y hacer para que, como lo recuerda el artículo 1º de la Declaración Universal, vivamos “fraternalmente”. 

¡Pido la palabra por la Educación! 

Madrid, Capital de la Paz

miércoles, 26 de abril de 2017

¡Qué bien que la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, cuando vuelven a sonar aciagos tambores de guerra, haya convocado, conjuntamente con la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo,  este Foro para que las ciudades promuevan la paz y la concordia, la educación para la convivencia y la solidaridad!

¡Qué bien que nos eduquemos todos para poder transitar, al fin, desde una cultura de imposición, dominio, violencia y guerra a una cultura de encuentro, conocimiento recíproco, conversación, conciliación, alianza y paz! Desde el origen de los tiempos, los seres humanos confinados en espacios muy limitados territorial e intelectualmente… temerosos, silenciosos, obedientes, ignorantes… Pero ahora, por fin, ya serán “Nosotros, los pueblos”… como tan lúcidamente se inicia la Carta de las Naciones Unidas, los que tomarán en sus manos las riendas del destino común. 

Educación para la paz significa, como establece la Constitución de la UNESCO, “ser libres y responsables” y  ejercer plenamente las facultades distintivas de la especie humana: reflexionar, imaginar, anticiparse, ¡crear! Cada ser humano único capaz de crear, nuestra esperanza. Todos diversos, hasta el límite de la unicidad, todos iguales en dignidad, todos unidos por la justicia, la libertad, la igualdad y  la solidaridad. Educación para la paz que nos permita hacer frente al acoso del inmenso poder mediático que convierte a muchos en espectadores obcecados e impasibles. Esta “arma de distracción masiva”, en feliz expresión de Soledad Gallego, que lleva a la globalización de la indiferencia, a la que ha aludido el Papa Francisco.

Educación para la paz, para com-partir, para co-operar, para com-prometerse, para com-padecer…, para con-vivir, ¡para des-vivirse! Educación que no debe confundirse con capacitación, conocimiento que no debe confundirse con información, información que no debe confundirse con noticia. Aprender a ser y no  aprender a tener, como promueven las hojas de ruta de las grandes corporaciones económicas para los procesos educativos. Porque corremos el riesgo de llegar a tener muchas cosas, a ser dueños de mucho excepto de nosotros mismos.

¡Com-partir, partir con los demás, para convivir armoniosamente! Este es el gran objetivo que hoy nos fijamos para, rápidamente, terminar con la vergüenza de la Europa insolidaria que en lugar de incrementar la ayuda al desarrollo la ha reducido hasta prácticamente desaparecer… Europa que no cumple con el deber de acoger a los refugiados… La Europa del Mediterráneo ensangrentado y fosa común… Hace tan sólo unas semanas, los “cuatro grandes” –Francia, Italia, Alemania y España- se reunieron para preparar el 60 aniversario del Tratado de Roma. Y cuando todos pensábamos que iban a anunciar que volveríamos a situar al frente de nuestro comportamiento cotidiano los valores y principios que guiaron el Tratado fundacional de la Unión Europea, cuando pensábamos que iban a favorecer una unión política, social, cultural y económica para que se superara de una vez la vergüenza de una unión estrictamente monetaria… cuando pensábamos que iban a reclamar rápidamente la refundación de un sistema multilateral democrático… lo único que se les ocurrió fue incrementar  el presupuesto de seguridad militar… ¿Y la seguridad alimentaria, de salud, del cuidado del medio ambiente, educativa, laboral de los que viven dentro de estos territorios cuyas fronteras están tan celosamente vigiladas?

Pero, peor todavía, al día siguiente, el G-7 se reunía en Roma y sus miembros no sólo asentían cabizbajos a las ínfulas guerreras del insólito Presidente Trump y elevaban así mismo el presupuesto de defensa, sino que ¡eliminaban de la agenda el cumplimiento de los Acuerdos sobre Cambio Climático de París y el de los Objetivos de Desarrollo Sostenible!

Y todo ello acontece cuando por primera vez en la historia nos hallamos ante procesos potencialmente irreversibles que nos apremian a la acción porque podemos llegar a puntos de no retorno, porque podemos dejar un legado a las generaciones venideras de una habitabilidad deteriorada, una calidad de vida inferior, una Tierra “desvencijada”. Y sin embargo, inconscientes, en lugar de exigir el estricto cumplimiento  de los  Acuerdos sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, accedemos con tibieza a que sean los mercados y los grupos plutocráticos con los que el neoliberalismo sustituyó en la década de los ochenta a las Naciones Unidas, quienes sigan marcando directrices que conducen al enfrentamiento, al desconcierto conceptual  y práctico en que hoy se halla sumida la humanidad, a las acciones bélicas, con la gravedad inmensa y  la repercusión que ha tenido la invasión de Irak basada en la simulación y la mentira… todo ello sin la anuencia del Consejo de Seguridad…

Por eso es tan importante y oportuno este Foro que se celebra en Madrid y desde Madrid,  para proclamar que a partir de ahora será la ciudadanía la que, en grandes clamores populares, se opondrá a las acciones de guerra, y a la insolidaridad, y a los brotes de xenofobia, racismo  y prevalencia de unos sobre otros… Ahora, sí, ahora ya es posible en Madrid y desde Madrid, porque lo más  importante  que ha sucedido en los últimos años y nos llena de esperanza es que, gracias a la tecnología digital, sabemos lo que acontece en todo el orbe y podemos expresar libremente nuestros puntos de vista, podemos participar, para que, por fin, la ciudadanía consiga que la democracia formal se convierta en democracia genuina.

Pero, sobre todo, la mujer. Sobre todo la mujer, marginada desde el origen de los tiempos por un poder absoluto masculino que, ahora, desde hace tan sólo unos años, ya empieza con sus facultades inherentes, a tomar parte progresivamente en la toma de decisiones a escala local, regional y mundial. La mujer, protagonista de la nueva era. Me gusta repetir lo que el Presidente Nelson Mandela, el hombre que demostró que muchos imposibles hoy son posibles mañana, me dijo un atardecer de 1996 en Pretoria: “La mujer es la piedra angular de la nueva era porque sólo excepcionalmente utiliza la fuerza, cuando el hombre sólo excepcionalmente no la utiliza”.

Tres nuevos protagonistas, desde Madrid, en Madrid: la mujer, la ciudadanía, la ciudad.

Gracias a los centenares de Alcaldesas y Alcaldes que se han congregado en Madrid para proclamar, en nombre de miles de municipios del mundo, que las ciudades serán desde ahora los grandes baluartes de la paz. “La solución radica en escuchar. Escuchar sin límites la voz de todos y crear una conciencia colectiva”, dijo la Alcaldesa de Madrid al inaugurar el Foro.

Ahora ya podemos sustituir el perverso adagio de “si quieres la paz prepara la guerra” por “si quieres la paz, prepara la palabra”, la mediación, la conciliación. Ya lo dijo Blas Infante: “Nos quedará la  palabra”. Lo subrayó la Alcaldesa de París en su alocución inaugural: “La solución es pasar de la razón de la fuerza a la fuerza de la razón, de la violencia a la palabra”.

En Madrid, desde Madrid, Alcaldes y ciudadanía reiteran el papel crucial de las ciudades en la gobernanza y reconducción de las presentes tendencias en un mundo que ha perdido la brújula y necesita reinventarse con urgencia. En Madrid, desde Madrid le enviamos al mundo un mensaje de alerta y compromiso general sobre el principio fundamental de la igual dignidad de todos los seres humanos, subrayando que no debe consentirse que rebroten los sentimientos de dogmatismo, fanatismo o prevalencia. Memoria del pasado. Debemos tener buena memoria de lo que sucedió, porque los pueblos sin memoria del pasado son pueblos sin futuro.

Estoy más convencido que nunca de que el poder ciudadano es tan potente como inexplotado. Constituye una fuerza extraordinaria pero adormecida. Ha llegado el momento de reaccionar, de que cada ser humano ocupe el lugar que le corresponde.

Han sido siglos de predominio de la fuerza sobre la razón, del músculo sobre la mente, de la imposición sobre el diálogo.

Hasta los principios universales que guiaban el comportamiento de la gente brillando –cuando más oscura es la noche- en su firmamento de ideas, ideales e ideologías, han sido arrumbados hace unas décadas y sustituidos por los avatares del mercado.

Educación para la paz sí pero no sólo en las escuelas, en las aulas, sino también en los medios de comunicación y, sobre todo, educación para la paz en los gobernantes y parlamentarios, porque “más vale un ejemplo que cien sermones”… y estamos saturados de muchos ejemplos deplorables.

Quisiera terminar con estos versos extraordinarios de José Ángel Valente en su poema “Sobre el tiempo presente”:

“Escribo desde un naufragio. / Escribo sobre el tiempo presente. / Escribo sobre la latitud del dolor, / sobre lo que hemos destruido / ante todo en nosotros… / Escribo desde la  noche, / desde el clamor del hambre y del trasmundo, / desde la mano que se cierra opaca, / desde el genocidio, / desde los niños infinitamente muertos,…/ Pero escribo también desde la vida, escribo, hermano mío, de un tiempo venidero”.

¡Es tiempo de alzarse!, exclamó proféticamente Valente. Es tiempo de grandes clamores, desde Madrid, desde París y todas las ciudades para hacer posible enderezar las torcidas tendencias actuales… ¡Alzar la voz!  No hacerlo sería complicidad. Sería delito.

¡Si quieres la paz prepara la palabra!

SIN CIENCIA NO HAY FUTURO. MARCHA MUNDIAL DEL 22 DE ABRIL DE 2017

martes, 25 de abril de 2017



Por fin, los científicos advirtiendo a la gente de la necesidad apremiante de detener, antes de que sea demasiado tarde, el grave deterioro de la habitabilidad de la Tierra.

¡Por fin, los más conscientes de la urgencia de los cambios radicales a los que “los mercados” se oponen sin pensar en el error histórico que cometerían las generaciones presentes si dejaran como legado a las venideras un planeta desvencijado e irreparable!

La gente espera “la irrupción de los intelectuales”, como escribí el 21 de abril de 1988:

“Indemne estoy en apariencia
pero muy herido.

No me cabe en la cabeza
tanto olvido
del hermano
solo, aislado,
ignorante,
hambriento,
mientras aquí reverenciamos
al dinero,
al banquero,
al general
     saludo militar,
     saludo militar,
     saludo militar…
todos de uniforme,
todos uniformes,
     marcando el paso,
     marcando el paso.

Desde los grandes ventanales
se sigue atentamente
nuestro tímido aleteo,
mientras la calle espera
la irrupción de los intelectuales
y el ave de la paz
no halla su nido”.


Entonces, como ahora –pero ahora ya inaplazable- era necesario reconocer la igual dignidad humana y basar en este fundamento ético nuestro comportamiento cotidiano.

¡Ciencia y conciencia!

MUY URGENTE: NACIONES UNIDAS O EL CAOS

miércoles, 12 de abril de 2017

En páginas sucesivas de la prensa del 11 de abril de 2017 se lee: 

1.- Los "G5" del Sur de Europa escurriendo el bulto, considerando "comprensible" el bombardeo de Estados Unidos en Siria. De ellos, cuatro PIGS... que en lugar de reivindicar, ceden, una vez más. 

2.- Los G7 que "buscan posturas comunes" frente a Rusia en relación a Siria... en lugar de, por fin, poner este tema, como todos los que tienen que ver con cuestiones de esta naturaleza y complejidades -por quienes son los contendientes, por quienes son "los guardianes del orden internacional", que alcanza situaciones de auténtico delirio al haber encomendado a Arabia Saudita el conflicto en Yemen...- en manos de las Naciones Unidas apoyándolas para que sean lo que su nombre indica: naciones del mundo unidas para un multilateralismo eficiente, dotándolas de los medios personales, técnicos, de defensa y financieros adecuados. 

3.- Y, en la misma serie de noticias, figura a continuación que el auténtico y enmascarado epílogo: el G2, el "mano a mano" de los Estados Unidos y China, repartiéndose los grandes papeles mientras los acólitos de Occidente no consultados ven "aceptable" lo que los mandamases deciden. 

Sólo un gran clamor popular de "Nosotros, los pueblos...", como tan lúcidamente se inicia la Carta de las Naciones Unidas, podría restablecer la cordura y la esperanza. Hoy "los pueblos" ya tienen voz.

No pueden permanecer callados, espectadores impasibles acosados por el inmenso poder mediático que reduce a los ciudadanos a exclusivos fanáticos seguidores de un club de balompié... El tiempo del silencio ha concluido: si "los pueblos" no toman hoy en sus manos las riendas del destino común, mañana puede ser tarde.

Carme Chacón, temprano madrugó la madrugada

lunes, 10 de abril de 2017

"Cómo del rayo", para seguir con las palabras de Miguel Hernández, se nos ha muerto Carme Chacón. Le profesaba -y sigo profesando, ahora más- un especial afecto. "Todos los días son un regalo", dijo no hace mucho. Debemos tenerlo muy presente: todos los días son un regalo porque, de pronto, a veces mañana no amanece... 

A Carme Chacón con quien tanto quería...

A cualquier niño en medio de cualquier guerra…

viernes, 7 de abril de 2017

Han pasado 33 años desde que lo escribí, el 25 de febrero de 1984. Entonces era para los niños de Beirut… Hoy se adapta a la tragedia que viven muchos niños y niñas en Siria (y en tantos lugares más…). Lamentablemente, no ha cambiado nada…. 

“Tus ojos de niño 
ya han visto 
el horror de la guerra, 
 de la violencia, 
del hambre… 

Tus ojos han visto 
la herida 
y la sangre, 
el odio, 
y la inclemencia. 

Tus ojos de niño 
no han visto sino desamor 
y fogonazos de ira… 

Vive, niño de Beirut, 
 para que un día, 
contemples la grandeza 
de la luz que anida 
debajo de la piel 
humana”

Y seguimos de espectadores impasibles, “distraídos”, indiferentes, silenciosos… ¡Delito de silencio…! ¿Hasta cuándo?