LLAMAMIENTO MUY URGENTE

viernes, 20 de enero de 2017



Frente a graves amenazas globales, ahora sí, ciudadanos del mundo, ¡uníos!

Por primera vez en la historia, la humanidad debe hacer frente a procesos potencialmente irreversibles, de tal modo que, si no se adoptan medidas correctoras a tiempo, podrían alcanzarse puntos de no retorno.

Es inaplazable advertir a escala planetaria de la irresponsabilidad inadmisible en la que incurriríamos si no reaccionamos con firmeza para reconducir las actuales tendencias.

En el mes de septiembre de 2015, en la “Declaración Conjunta Emergencia Social y Ecológica” (https://declaracionconjunta.wordpress.com) suscrita en primeros lugares por Mikhail Gorbachev, Mario Soares, Garry Jacobs, Colin Archer, Roberto Savio y François de Bernard, propusimos ya, con carácter de urgencia, en un contexto insolidario, progresivamente egoísta, xenófobo, racista y fanático, la inmediata adopción de medidas relativas al medio ambiente, las desigualdades sociales y extrema pobreza, y la eliminación de las armas nucleares, al tiempo que urgíamos la refundación –inicialmente constituido en sesión permanente extraordinaria- de un sistema multilateral democrático, las Naciones Unidas, que el neoliberalismo ha marginado y sustituido por grupos plutocráticos (G6, G7, G8, G20).

Como ha sucedido con otros recientes manifiestos y llamamientos (Declaración de Premios Nobel de la Paz, Barcelona, diciembre 2015; Campaña de “Desarme para el Desarrollo”, iniciativa del International Peace Bureau, Berlín, septiembre-octubre 2016…) el inmenso poder mediático acalló cualquier posible eco y siguió propiciando innumerables espectadores sumisos y ofuscados.

Los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático (COP) alcanzados en la reunión de Naciones Unidas al respecto, así como la propuesta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el periodo 2015-2030 aparecieron como pasos en la buena dirección.

Pero al poco tiempo las expectativas empeoraron porque no sólo continuaba la carencia de recursos para la puesta en práctica de los ODS y de la COP sino que se confirmaba (informe de OXFAM-Intermon) la concentración de riqueza en pocas manos: miles de personas muriendo de hambre y desamparo al día, al tiempo que se invierten en armas y gastos militares 4.000 millones de dólares… al tiempo que se reducen drásticamente las ayudas al desarrollo, obligando a muchos seres humanos a abandonar sus míseros lugares de origen… y que hallan puertas y manos -¡y mentes!- cerradas al llegar –si logran llegar- a las riberas de sus sueños…

La situación de emergencia social y ecológica era ya motivo de gran preocupación y se esperaba con impaciencia que se pasara de los diagnósticos al tratamiento en tiempo oportuno, teniendo en cuenta especialmente a las generaciones futuras, deber indeclinable de las presentes.

Y entonces surgió en el escenario el Sr. Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos. El Partido Republicano ha sido, con escasas excepciones, defensor de la hegemonía norteamericana, oponiéndose radicalmente al multilateralismo democrático (recordar su rechazo a la Sociedad de Naciones en 1919; al Sistema de las Naciones Unidas, especialmente en la década de los 80, confiando la gobernanza mundial a grupos autárquicos; no suscribiendo la Convención de los Derechos del Niño en 1989; situando la Organización Mundial del Comercio fuera del ámbito de las Naciones Unidas; no haber tenido en cuenta las Resoluciones del Consejo de Seguridad en la invasión de Irak el año 2003…)

Los anuncios efectuados por el Presidente electo Trump relativos a las armas nucleares, al rechazo de las Naciones Unidas y al incumplimiento de los Acuerdos sobre el Cambio Climático constituyen una intolerable amenaza global.

Es inadmisible desde todos los puntos de vista que la actuación al frente del país más poderoso de la Tierra de quien hace caso omiso de las reiteradas advertencias de los científicos -¡ha designado como Secretario de Estado a un ex-presidente de la Compañía Exxon Mobil, que durante más de tres lustros (1980-1996) subvencionó generosamente a pseudo-especialistas para que negaran el efecto nocivo de las emisiones de CO2 y otros gases con “efecto invernadero” sobre la habitabilidad de la Tierra!- ponga en riesgo inminente a la humanidad entera y en particular, a los jóvenes y generaciones sucesivas.

Hasta hace poco, “Nosotros, los pueblos…” –como tan lúcidamente comienza la Carta de las Naciones Unidas- no podíamos expresarnos. Ahora, gracias a la tecnología digital ya podemos hacerlo libremente. Y sabemos lo que acontece. Ahora sí, ya es posible alzar la voz. Si no, seríamos cómplices. Delito de silencio.

Ahora sí, ciudadanos del mundo, debemos con firmeza en un gran clamor en el ciberespacio manifestar al Presidente Trump que si cumple sus aciagos propósitos serán millones de seres humanos los que, velando por el destino común y en especial por el de los más jóvenes, dejarán de adquirir y suministrar productos al país cuyo liderazgo constituye un peligro de efectos irreversibles para el conjunto de la humanidad.

Serán todos los seres humanos iguales en dignidad, serán “Nosotros, los pueblos…” los que tomen en sus manos las riendas hacia un futuro sin armas nucleares y con las condiciones propias de una vida digna en un entorno ecológico controlado. El porvenir está por-hacer, todavía. Es tiempo de acción. Mañana puede ser tarde.

Iniciemos, ahora que, por fin, es posible, la transición de una cultura de guerra a una cultura de paz, de la fuerza a la palabra.

Ahora sí, ciudadanos del mundo ¡uníos! Y, desde el próximo 20 de enero de 2017, expresad en los modernos medios de comunicación vuestra resuelta actitud si no rectifica su programa.

Frente a una amenaza global, una respuesta global a quien pone en riesgo el cumplimiento de nuestro deber supremo: el cuidado a las generaciones venideras. Traicionarlas constituiría un terrible error histórico.

Si se lograran evitar estas sombrías perspectivas, entonces, “Nosotros, los pueblos…” daríamos el siguiente paso: la reinstauración del multilateralismo que permitiría recorrer airosamente las primeras etapas de la nueva era.
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Es preciso mantenerse alerta y vigilantes, con una actitud permanentemente proactiva, difundiendo este mensaje, proponiendo en su caso mejoras al texto y, sobre todo, reclamando adhesiones a aspectos muy concretos del mismo.

Frente al terrorismo,

jueves, 12 de enero de 2017

un sistema multilateral democrático eficaz, unas Naciones Unidas refundadas dotadas de los medios personales, técnicos y financieros necesarios; una solidaridad planetaria que permita a todos los seres humanos una vida digna (hoy, menos de 100 personas poseen una riqueza mayor que la mitad de la humanidad y cada día se invierten en armas y gastos militares más de 4.000 millones de dólares al tiempo que mueren de hambre y pobreza extrema miles de personas, la mayoría niños y niñas de uno a cinco años de edad); restablecer un decidido apoyo al desarrollo humano y sostenible, tanto a escala mundial (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) como bilateral; cumplimiento de los derechos humanos de todas las personas, descartando el poder absoluto en cualquier supuesto; ... y análisis profundo y neutral de las causas que, en la medida que corresponda, desencadenaron animadversión, xenofobia, prevalencia y fanatismo... 

La fuerza sola, no. Su uso indebido -como en la invasión de Irak- se halla precisamente en el origen de muchos sentimientos y acciones terroristas. Frente al terrorismo es un error invocar solo a la fuerza. Lo que lo provocó en buena medida no puede ser único remedio.

Se destruyen puentes, se construyen muros y vallas...

lunes, 9 de enero de 2017

Y los gobernantes guardan silencio. Cómplices. 

Y "Nosotros, los pueblos..." convertidos en espectadores impasibles por el inmenso poder mediático que nos mantiene acallados, distraídos, amilanados, anonadados... 

Esta espléndida viñeta de "El Roto", publicada el 4 de enero, vale más que "cien sermones"

 

Es preciso reaccionar. Y hacerlo con apremio. Mañana, ya completamente cercados, será tarde. Ahora ya podemos expresarnos libremente. Es inexcusable hacerlo. Las comunidades académica, científica, artística, literaria, intelectual, en suma, debe situarse a la vanguardia de esta movilización popular. 

Los ojos de millones de seres humanos, de niños nacidos y por nacer nos contemplan anhelantes...

In Memoriam Mario Soares, hombre-faro

domingo, 8 de enero de 2017

“El futuro de la humanidad está amenazado, 
como la propia democracia, 
 sobre todo por el dominio absoluto de los mercados sobre los Estados, 
debido a que el dinero pasó a ser el valor supremo, 
sin principios éticos y sin respeto alguno a la dignidad de las personas”. 

Así expresa al término de su obra “Un Poeme político asume-se” 
en Vau/Campogrande, en septiembre de 2011. 

“Debemos reconocer -transcribo otro de los párrafos de este libro- que la crisis del mundo es profundísima. Nos hallamos en un momento de viraje radical de la civilización. La pobreza y las grandes desigualdades -entre personas y Estados- son cada vez mayores y menos soportables en todos los continentes. 

Las generaciones que se formaron en las últimas décadas del siglo XX –y que soñaron en vivir en paz, en un futuro mejor para todos y en sociedades más igualitarias y solidarias- soportarán muy difícilmente contemplar el horizonte actual sin caer en un profundo escepticismo, desesperación y rebelión….”. 

El Presidente Mario Soares es uno de los grandes personajes contemporáneos, cuya trayectoria se sitúa permanentemente en la vanguardia de la lucha por la igual dignidad humana. Conciliador, infatigable en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. Me he reunido con él en múltiples ocasiones y, especialmente en estos últimos años, he tenido frecuentes ocasiones de disfrutar de su magisterio. Cumplidos los noventa años, seguía siendo uno de los escasos líderes-referentes del presente. Seguía pensando en soluciones insólitas, en anticipaciones que sólo son posibles cuando se contempla el mundo en su conjunto desde una alta torre de vigía. En medio de tanta confusión conceptual, con perspectivas tan sombrías, el Presidente Mario Soares supo aportar nuevos enfoques, propios de una forma original de mirar la realidad con el fin de transformarla. 

No sólo disfruté sino que aprendí muchísimo en las largas conversaciones que mantuvimos en los años 2005 y 2006 y que dieron lugar al libro “Un diálogo ibérico”, en el que, desde la península, se analiza la situación presente del mundo, situado ya en la era digital y del antropoceno, ofreciendo Mario Soares sus visiones y previsiones de acuerdo con la experiencia de su largo trayecto. 

Sus valores y principios éticos aplicados a la política son el hilo conductor de una vida ubérrima. En un momento de gran precariedad de personas que estén a la altura de los inmensos desafíos que afrontamos, la figura del Presidente Mario Soares se agranda todavía. 

La debacle moral de Occidente, con las Naciones Unidas sustituidas por grupos plutocráticos, sólo podrán contrarrestarse siguiendo directrices como las que el Presidente Soares personificaba y ofrecía. “Nunca hay buen viento para quien no sabe a dónde va”, dice un refrán marinero. Mario Soares, hombre-faro para prever y para prevenir. 

Está claro que, a escala mundial, sólo un multilateralismo democrático basado en los mismos principios de la Carta de las Naciones Unidas, actualizado y dotado de los recursos personales, técnicos y financieros apropiados, constituye una de las soluciones más apremiantes, que el Presidente Soares se afanaba en proponer y en facilitar su puesta en práctica. “Sólo las Naciones Unidas pueden contribuir al diseño y construcción de un nuevo orden internacional, capaz de asegurar la paz y el bienestar a todas las personas, sea cual sea su raza, género y posición social. Somos un solo mundo, cada vez más interdependiente”, escribió en su ensayo autobiográfico político e ideológico. 

Tengo la seguridad de que D. Antonio Guterres, recién nombrado Secretario General de las Naciones Unidas, tendrá muy presentes las directrices de quien fue su gran colega, amigo y Presidente. 

Interdependencia, solidaridad, eliminar muros, establecer lazos… “Construir sociedades más solidarias desde un punto de vista económico y social y erradicar la pobreza que aflige a dos tercios de la humanidad, es nuestra gran tarea. Y reflexionar sobre cómo después de medio siglo podemos renovar el gran pacto de las Naciones Unidas para que se torne más eficaz y democrática la gobernabilidad internacional, porque los grandes problemas de nuestro tiempo –pobreza, agresiones contra el equilibrio ecológico del planeta, criminalidad organizada, educación, desarrollo científico y cultural- son de naturaleza internacional y traspasan los límites de los Estados nacionales… Es preciso avanzar hacia una gobernabilidad democrática mundial… No basta con denunciar. Es necesario proponer soluciones”. 

Nacido en 1924, inició en 1942, a los diecisiete años, los estudios en la Facultad de Letras de Lisboa. Más adelante, durante la “travesía” (exilio) cursó los estudios de derecho. 

En su largo recorrido, Mario Soares, siempre reflexivo, siempre meditando soluciones actualizadas y oportunas, republicano siempre, antifascista, militante comunista en un tiempo, europeísta, anticolonialista… y luego el exilio, encabezando más tarde el Partido Socialista…, con la libertad como don y compromiso permanente. De Portugal al mundo, proclamando que la solución es la democracia auténtica, de la que él es hoy, ciudadano del mundo, con una visión que engloba las distintas dimensiones de la vida humana, un icono de especial relieve. 

La “revolución de los claveles”, poniendo flores en las ánimas de los fusiles, es un símbolo y estímulo de la revolución pacífica, firme, pero que utiliza las palabras y los esfuerzos de conciliación en lugar de las armas. Esta revolución es el punto álgido de una trayectoria de hondo calado humano. Tuvo lugar el 25 de abril de 1974. 

La “transición revolucionaria” portuguesa logró un rápido reconocimiento internacional: París, Londres, Bonn,… La transición de una dictadura de muchas décadas a la democracia estaba teniendo lugar de una forma que hacía tan sólo unas semanas era impredecible. Pero habían germinado las semillas que se supieron plantar a tiempo. A través de los años, Mario Soares establece contacto, en su calidad de Ministro de Asuntos Exteriores, con un gran número de países y políticos del mundo. Como buen portugués sabe que la tierra es redonda y los seres humanos que la pueblan tienen un destino común. Luego, Primer Ministro. Luego, Presidente de la República... 

“Siempre pensé que es necesario, que es un deber, luchar por los valores en los que puede basarse un mundo más justo, mejor y solidario”. Arduo y turbulento camino, con altos y bajos, bosques y desiertos, victorias y derrotas… al servicio del pueblo portugués y, desde este país-encrucijada, al mundo en su conjunto. 

La profunda crisis que padecemos no es tan sólo económica. Es, sobre todo, democrática y ética. No saldremos de ella posponiendo con todo tipo de intrigas el advenimiento al poder de “Nosotros, los pueblos”… 

Recuerdo muy vivamente el Foro Social Mundial celebrado en Porto Alegre, en 2003, que se convirtió en el contrapunto del Foro Económico de Davos. Poco antes del acto multitudinario, donde debía dirigirse a una auténtica marea humana, estuvimos hablando con el recién nombrado Presidente Lula, el Presidente Mario Soares, Danielle Mitterrand y yo. Nunca olvidaré el calibre de las recomendaciones y puntos de vista que se expresaron en aquella insólita ocasión. También me viene ahora a la memoria otra ocasión, también en Porto Alegre, con Ignacio Ramonet, José Saramago, Roberto Savio, Eduardo Galeano, Susan George, Rigoberta Menchú, Bonaventura de Sousa Santos,… y Mario Soares, la “revolución pausada”, todo el mundo en sus ojos, catalizador admirado. 

“La cultura de paz –dijo en la Universidad Autónoma de Madrid en enero de 2004- consiste en arraigar en el espíritu de las mujeres y de los hombres de nuestro planeta la universalidad de los derechos humanos y de la democracia, el valor del diálogo entre las culturas y las religiones, basado en el respeto por el otro, en la tolerancia, en el multiculturalismo”. 

Al cumplir los 90 años, el 7 de diciembre de 2014, decía que “sólo hay dos líderes: el Papa Francisco y Barack Obama”. 

Añado hoy a estas dos preferencias, también mías, la figura de Mario Soares. Por mi aversión a la guerra, admiré desde el primer momento a quien fue capaz de encauzar una revolución pacíficamente y es hoy uno de los referentes con que cuenta la humanidad para inspirar las transiciones e inflexiones históricas que se avecinan. Mario Soares, hombre-faro.