En Gaza, más de mil muertos palestinos, entre ellos muchos niños y niñas. Por parte de Israel, menos de cincuenta…

miércoles, 30 de julio de 2014

Es un horror. Un enorme error. 

¿Y qué hace Europa? Como es habitual, nada. Aunque es cierto que si es para actuar como lo hizo en la “primavera árabe” mejor es, aunque sea tan descorazonador, que siga en el triste papel de espectador impasible. 

¿Por qué no hay miles y miles de expresiones de rechazo en las redes sociales? Si Europa no se moviliza, atrapada por los mercados de tan sesgada influencia, ¡que lo hagan los europeos!

Prospecciones petrolíferas en las Islas Canarias

¿Van a iniciarse las prospecciones petrolíferas con la gran mayoría del pueblo canario en contra? 

No lo hagan. Contraerán una responsabilidad inmensa, permanente. 

No lo hagan. El pueblo de las Islas Canarias no lo perdonará.

Trabajo, empleo… ¿para qué hoy, para qué mañana?

lunes, 21 de julio de 2014

¿Cómo pasar de una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía basada en el conocimiento, para procurar un desarrollo global sostenible y humano? 

Los empleos son trabajos que proporciona una empresa. El trabajo –de los autónomos, de las pequeñas asociaciones y cooperativas, del inicio de muchas pymes- lo “busca”, halla, descubre o inventa uno mismo.

Hace 25 años las industrias, ya automatizadas en buena medida, tenían operarios que “vigilaban” cada cuatro o cinco máquinas. Hoy tienen robots. A los robots, también hace poco, los supervisaba una persona. Hoy lo hace un código de barras. La “mano de obra” es cada vez menor y reducida a actividades que, aún ya muy mecanizadas, requieren el concurso humano (destrezas y talento). 

Hemos pasado en pocas décadas de un contexto rural a un contexto urbano, a un contexto digital. 

Hasta hace muy poco los seres humanos eran invisibles, anónimos, obedientes, sumisos, silentes. 

Se hallaban confinados intelectual y territorialmente en espacios muy limitados. Hoy ya no son, progresivamente, espectadores sino actores, súbditos sino ciudadanos plenos y educados que -según la insuperable definición de la UNESCO- significa ser “libres y responsables”. Pueden saber, además, inglés o química, pero esto es capacitación adicional, no educación. 

Insisto en cuanto antecede porque es imprescindible, cuando nos referimos al empleo y al trabajo, saber bien que estamos ante una nueva situación, unas nuevas generaciones que requieren, conceptual y prácticamente, nuevos enfoques. Estamos iniciando una nueva era y se pretenden aplicar las mismas pautas que en el pasado. 

Estos seres humanos ya pueden participar, ya pueden expresarse, ya pueden conocer lo que acaece en su entorno, cómo vive su prójimo, próximo o lejano. Ya pueden comparar, apreciar lo que tienen y apercibirse las precariedades ajenas. Puede anticiparse, puede prevenir… 

Estos seres humanos “activos” ya no son mayoritariamente hombres. La igualdad de género –piedra angular del “nuevo comienzo” que vivimos- está avanzando de forma prodigiosa y no mimética. 

En resumen: el mundo en el que hoy vivimos y al que debemos, por tanto, tener en cuenta, está siendo sucesivamente des-velado, habiendo adquirido buena parte de los seres humanos una conciencia global, una ciudadanía mundial. El número de mujeres que influyen con las facultades que les son inherentes en la toma de decisiones aumenta sin cesar. Los medios digitales, bien utilizados, permiten, además de una participación democrática insólita, alcanzar la ciudadanía plena, es decir, llevar a efecto la transición esencial de súbditos a ciudadanos. 

El tiempo del temor y del silencio ha concluido. Ahora todos pueden reclamar la igual dignidad y el bienestar, que sigue siendo privilegio de unos cuantos. 

Ahora ya pueden todos, en un gran clamor en el ciberespacio, exigir la desaparición de desigualdades lacerantes, contrarrestar las arbitrariedades del “gran dominio” (militar, energético, financiero y mediático…). Ahora ya pueden recoger millones de firmas en favor de la transición de una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de encuentro, conciliación, alianza y paz. 

Ahora ya puede llevarse a efecto la transición de la fuerza a la palabra, la gran inflexión histórica. 

Ahora ya es posible, en un gran clamor, contribuir a una democracia –el único contexto en que los derechos humanos se ejercen plenamente- a escala mundial (mediante la refundación de las Naciones Unidas, con voto ponderado pero sin veto, para un multilateralismo efectivo), regional (para que Europa deje de ser sólo una unión monetaria y pase a ser una Unión política y económica, con un sistema de seguridad autónomo), nacional (de modo que en una España federada se asegure el autogobierno de las CCAA, la independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, para la adecuada y ágil actuación de los mecanismos correctores de mayorías absolutas, de la corrupción y falta de decencia en el ejercicio de las funciones directamente relacionadas con la voluntad popular), local (en las ciudades, que es donde viven los ciudadanos y donde el ejemplo municipal es más necesario) y personal (reflejado en el comportamiento cotidiano, gracias a una educación de calidad durante toda la vida). 

Una democracia que se inspire en la imaginación juvenil y la experiencia propia de la longevidad, gran logro inexplorado del progreso de la ciencia. 

Sí, grandes clamores, presenciales y digitales, para que los mercados se subordinen a la justicia social y no vuelvan a producirse nunca más vergüenzas como la de haber designado gobiernos sin urnas en la misma cuna de la democracia. 

Sí, grandes clamores para que, superando el cortoplacismo y la obcecación de intereses inmediatos, la humanidad cumpla con su supremo compromiso intergeneracional, y se ocupe de la habitabilidad de la Tierra, del medio ambiente, de la calidad de vida para todos. 

Para que asegure que nunca más pueda invadirse un país, con inmensos y sangrientos “efectos colaterales”, basándose en la mentira… para asegurarse el abastecimiento de energía. 

Para que de una vez por todas no se permita a Israel matar impunemente a más de 300 personas, muchas de ellas niños y niñas, escudando sus terribles represalias en los cohetes “inocuos” que se disparan desde Gaza… 

Poder ciudadano, voz y grito en favor del 80% de la humanidad que nunca ha podido hallar albergue en el barrio próspero de la aldea global. 

“Nosotros, los pueblos… hemos resuelto construir la paz para evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra” y el horror de un planeta Tierra desvencijado… Reaccionamos. Los grandes desafíos para el por-venir que está por-hacer son la igual dignidad -¡compartir!- y el medio ambiente. 

“Nunca hay buen viento para quien no sabe a dónde va”, dice un refrán marinero que me gusta repetir. ¿A dónde vamos? ¿En qué direcciones se va a paliar el paro? 

Una nueva era requiere, como expresé en “Un mundo nuevo” (2000), cuatro nuevos contratos: social, natural, cultural y ético. 

En nuestro caso, debería formularse un “plan España” que permitiera convertirnos, en muy pocos años, en la “California de Europa” e incrementar el número de visitantes en atenciones y servicios personalizados; aumentar el número de segundas residencias propias en un país que consta de una península y dos archipiélagos; unos servicios de salud que faciliten esta gran afluencia y, como sucede en California, convertirnos en un espacio privilegiado de I+D+i, lo que facilitaría, así mismo, una oportuna “relocalización industrial”. 

Para hacer posible cuanto antes este plan, la comunidad académica, científica, artística, creadora, en suma, debería tener un papel crucial ya que, hasta el momento, las decisiones de parlamentos y gobiernos se adoptan más en virtud de las opiniones de los “lobistas” que del conocimiento. Y así van las cosas. 

Una nueva era. “Un nuevo comienzo”, como preconiza la “Carta de la Tierra”. Y actuemos.

Atender a las personas con discapacidad, la prioridad suprema

Pongámonos por unos momentos en el lugar de tantas madres, padres, hermanos, familiares... de personas afectas de graves e irreversibles enfermedades mentales. Y, veremos que, sin duda, todos -o prácticamente todos- decidimos, consternados, ayudar, contribuir, procurar que sea la prioridad de la acción social asistencial. 

Presidente y miembros del Gobierno, Presidentes y miembros de las Comunidades Autónomas: imaginen por un momento que ustedes son los progenitores de estos hermanos nuestros... Pasen velozmente por su mente un año con sus 365 días y noches en estas condiciones... Y verán como deciden ayudar sin cortapisas, y situar como prioridad suprema la atención a quienes padecen tan inmensa adversidad.

!Gran clamor mundial, tsunami en el ciberespacio!

miércoles, 16 de julio de 2014

Gaza. De nuevo el horror. De nuevo los afligidos afligiendo, los sacrificados sacrificando, los sometidos sometiendo, los humillados humillando, los diezmados diezmando, los asesinados asesinando. 

De nuevo Israel sin piedad. De nuevo escusas para "asesinatos selectivos (!) con gravísimos efectos colaterales... 

"Occidente y países árabes presionan para forzar el alto al fuego en Gaza" figura hoy en "El País". Y sigue: "Los Ministros de Asuntos Exteriores de Alemania e Italia inician una gira por la región"... "Egipto propone... una mesa de diálogo. Qatar se implica también en la vía diplomática"... "La Casa Blanca evita confirmar la eventual visita de Kerry a la zona"... "Séptimo día de una ofensiva que ha causado 175 muertos palestinos".

Es preciso, es un deber apremiante, que se alce un gran clamor popular en el ciberespacio para que, de una vez, termine el calvario de un pueblo que lleva 60 años intentando alcanzar la convivencia pacífica con el Estado de Israel. 

Es necesario refundar con urgencia unas Naciones Unidas dotadas de los medios personales, técnicos y financieros necesarios para una gran eficacia en el cumplimiento de su misión, que sería beneficiosa para todos... 

Sin este clamor popular, sin esta refundación apremiante, seguirán las mismas víctimas más años... 

Seguirán unos países -como sucede hoy en bien reconocidos Estados árabes- ayudando a los que defienden el fanatismo en uno y otro lado... 

Y los muertos los seguirán poniendo los palestinos. 

En estos momentos recuerdo con profundísimo afecto a Yitzhak Rabin. Él comprendió y actuó en consecuencia. Él llegó audazmente a las mismas puertas del acuerdo de paz con Yasser Arafat. Fue asesinado a los pocos días. 

Además de Gaza, en el mismo periódico de ayer y ante ayer puede leerse: "Ucrania: los separatistas rechazan negociar un alto al fuego. 700.000 civiles abandonan la capital rebelde". 

"Israel sopesa una intervención terrestre en Gaza" 

Y en Irak sigue el terrorismo basado en conflictos intrarreligiosos... Miles de víctimas, de civiles aterrorizados, mientras los G7, G8 y G20, miran hacia otro lado. Está clara su incapacidad para la gobernación mundial. 

Es necesaria y urgente la refundación del sistema de las Naciones Unidas. 

Es necesario y apremiante un gran clamor popular para estos cambios radicales. Un tsunami en el ciberespacio.

Disparatado editorial de “El País” sobre Educación Superior

lunes, 14 de julio de 2014

Lo que faltaba. No sólo se está amoldando la educación en sus grados primero y segundo a los Informes de la OECD, la organización que agrupa a los países más desarrollados de la Tierra, sino que ahora ya pretenden (con el insólito beneplácito de “El País”) que la Educación Superior se acomode a las directrices de índole estrictamente económica, campo en el que la OECD puede ser competente del mismo modo que es ciertamente incompetente en el ámbito educativo. 

Quiero expresar mi total discrepancia con este informe que aboga en favor de unos estudios universitarios dependientes de las características productivas actuales. La misma reiterada discrepancia con otros Informes Pisa que, como éste, tienen como objetivo unas directrices mercantiles. Habla de las necesidades productivas actuales. ¿Cuáles serán las características de esta naturaleza cuando terminen los estudios? Lo importante son las raíces y el tronco, no las ramas. 

La esencia de la Educación Superior es exactamente la contraria de la que en este informe se promueve. Cuando de lo que se trata es de inventar el futuro, proporcionar nuevos conocimientos que puedan conducir a aplicaciones tecnológicas de gran interés no sólo en términos financieros sino sociales, se pretende que sean los intereses del mercado los que configuren los estudios universitarios en lugar de que sean, como es procedente, los universitarios los que establezcan y procuren el contexto en el que desean vivir. 

Hoy hay en España excelentes ejemplos de grandes centros de I+D+i, en los que las universidades unen sus capacidades a las del CSIC y otras instituciones acreditadas tanto nacionales como extranjeras. 

La competitividad, tan aireada, depende de la creatividad y de las patentes y progresos de ella derivados, y no, como sucede ahora, de ofrecer mano de obra tan cualificada como barata. 

Sepan quienes promueven esta subordinación que es la “economía basada en el conocimiento” la que puede facilitar la transición desde un sistema basado en la especulación, la deslocalización productiva y la guerra a un desarrollo global sostenible y humano, que atienda las grandes prioridades mundiales (alimentación; agua; salud; medio ambiente; educación; paz). 

Como proclamó el Premio Nobel al argentino Bernardo Houssay, “No hay ciencias aplicadas si no hay ciencia que aplicar”. Nada puede sustituir, ni los más sofisticados aparatos, al talento humano, por su distintiva capacidad creadora. Descubrir consiste, en palabras del Prof. Hans Krebs, en “Ver los que otros también pueden ver y pensar lo que nadie ha pensado”. La inercia y la obcecación marcan los últimos coletazos de la crisis sistémica que estamos padeciendo. 

Educar es, según la UNESCO, contribuir a formar a seres humanos “libres y responsables”, que actúen en virtud de sus propias reflexiones y no al dictado de nadie. Otra cosa es la capacitación, la adquisición de destrezas, de especialización… pero como capacidades complementarias a las de universitarios “educados”, es decir, libres y responsables a nivel superior. 

No es el “gran dominio” (militar, financiero, energético, mediático, digital…) el que tiene que orientar a la humanidad en cada momento histórico, sino los “principios democráticos”, tan bien establecidos en la Constitución de la UNESCO. 

Es urgente la transición, como ya he indicado, del sistema actual de “bienestar” que excluye al 80% de los habitantes de la Tierra, a un desarrollo realmente global, que asegure una vida digna a todos y no a unos cuantos. Son los objetivos arriba indicados los que deben contar con la presencia, en la vanguardia de la movilización ciudadana, de las comunidades docente, académica, científica, artística, filosófica, intelectual y creadora, en suma, y no la codicia a corto plazo de grandes consorcios. 

Estamos, quieran o no quieran reconocerlo, entrando en una nueva era, de ciudadanos del mundo, con conciencia global, capaces de expresarse y participar gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Una nueva era, porque la mujer, piedra angular del futuro, ha incrementado en los últimos años su participación en la toma de decisiones. También el trabajo, desde un punto de vista conceptual, es ya más relevante que el empleo. 

Amin Maalouf ha dicho que “Una situación sin precedentes requiere soluciones sin precedentes”. A buscarlas y hallarlas deben dedicar sus esfuerzos las universidades que, además, promoverán los grandes clamores que se avecinan. El tiempo del silencio ha concluido. La gran transición de súbditos a ciudadanos ya se vislumbra. 

Ahora, gracias a la longevidad, tenemos un tesoro inmenso inexplorado de experiencias docentes, científicas, artísticas… Usémoslo. 

Tenemos una juventud que necesita ver iluminados los caminos del mañana, hoy tan sombríos. 

Y tenemos unos profesionales excelentes, muchos de los cuales, por fortuna, no dan el “perfil”, que los mercaderes reclaman.

Deber de precisión: no es la "Europa de la austeridad"... sino la de la clase media, la de los más humildes, la Europa del "desbarajuste"

miércoles, 9 de julio de 2014

El ideario de la izquierda no encaja en la Europa de la austeridad, destaca "El País" en primera página (6 de julio de 2014). La austeridad dictada por la Sra. Merk-el y los Merk-ados -que han tenido la desfachatez de nombrar sin urnas a los gobiernos de Grecia, cuna de la democracia, e Italia- no ha afectado a los más acaudalados. El número de millonarios en Europa y en España no ha cesado de aumentar desde que empezó la crisis. 

"Sanidad mermada", decía un editorial del mismo periódico el 5 de julio. Y educación mermada. Y salarios mermados... 

Especialmente relevante en este contexto es el artículo de Francisco G. Basterra titulado "Desbarajuste" publicado también el 5 de julio. He aquí algunos de los párrafos: "vivimos un desbarajuste internacional, en el sentido de confusión y desorden, desde Europa hasta Asia, pasando por el gran Oriente Próximo"... Crece la sensación de que hemos perdido el control de la historia y que, en palabras del analista Ian Bremmer, asistimos a la destrucción creativa del viejo orden geopolítico...Pekín responde con la afirmación de su hegemonía en el teatro de Asia-Pacífico y aviva los nacionalismos regionales, despierta el militarismo japonés y hace dudar a los aliados de Washington de sus compromiso defensivo ante el gigante chino"... 

Es necesario, no cabe duda, un gran liderazgo para refundar a las Naciones Unidas y para que Europa constituya rápidamente una unión política y económica para encauzar a la monetaria, y ponga los "mercados" y a la "Merkel" en su sitio. 

Un mundo que cumpla eficazmente con el compromiso supremo de cada generación: pensar en las siguientes. Que pueda atender las grandes prioridades: alimentación, agua, salud, medio ambiente, educación y paz. Para ello es necesaria la transición de una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía basada en el conocimiento, de desarrollo global sostenible y humano. 

Queda claro que no serán las pautas mercantiles las que puedan orientar estos cambios radicales, sino los principios democráticos que establece tan lúcidamente el preámbulo de la Constitución de la UNESCO. Está claro que no serán los grupos plutocráticos del G6, G7, G8 o G20, sino un multilateralismo que ha de actuar rápidamente para reorientar adecuadamente las tendencias presentes. 

Hoy ya no tenemos disculpa. Todos, podemos, cada día en mayor medida, expresarnos. Son precisos grandes clamores para que sea el poder ciudadano y no el "gran dominio" militar, financiero, energético y mediático el que lleve en sus manos las riendas del destino común. 

Hay que poner los puntos sobre las íes. Hay que remediar rápidamente el actual desbarajuste. El por-venir está por-hacer, sí. Pero, ¿quién si no todos?

Urgente: vertebración del Estado, ¡ya!

martes, 8 de julio de 2014

El Capítulo VIII de la Constitución española no pudo concluirse como se debía por la "presión de los sables", que preparaban -y llevaron a cabo el 23F- un golpe de Estado para sustituir a un gobierno presidido por un civil por un "gobierno de concentración" presidido por un militar. En la Transición no se debatía república o monarquía sino dictadura o democracia. A un presidente de gobierno civil era imprescindible que le sustituyera otro civil. 

Con la habilidad y sentido de Estado que le caracterizaban, Adolfo Suárez dimitió y facilitó la designación de otro demócrata intachable: Leopoldo Calvo Sotelo. Es cuando los militares deciden actuar, interrumpiendo Tejero el proceso de elección del nuevo Presidente. 

Frustrado el golpe de Estado, con la oportuna intervención de la Casa Real y del propio Rey, y consolidado el poder civil, el conjunto de España se benefició del sistema de las Comunidades Autónomas, que acerca los gobiernos a los pueblos y produce saltos cualitativos y cuantitativos especialmente en Andalucía, Extremadura, etc. 

Cuando se tenía que haber revisado la articulación del Estado para homologarla con países como Alemania, Estados Unidos, Reino Unido... el auge neoliberal y la burbuja inmobiliaria desviaron una y otra vez la atención de quienes recordaban las asignaturas pendientes. 

La situación en el País Vasco contenía a Catalunya hasta que el tratamiento dado a su Estatuto comenzó a calar en los sentimientos de los ciudadanos catalanes. 

En lugar de facilitar encuentros y promover una profunda remodelación federal, en la que los ciudadanos pudieran disponer de un gran autogobierno en todos los ámbitos, con el fomento de las identidades culturales, el "dontancredismo" se instaló en el ruedo hispánico... Pasó un mes, y otro, y otro... con incremento progresivo de quienes, más con la emoción que con la razón, pretenden la independencia... 

Es urgente, muy urgente detener esta espiral de distanciamiento progresivo, para hallar una solución política que a todos convenga, sin imposiciones, sin violencia sobre todo. Que los sentimientos antagónicos acumulados se dejen a un lado y, con visión de futuro y firmeza, se establezcan las bases para una buena convivencia. Todos saldrán ganando. 

 Es apremiante, ante problemas globales, disponer de soluciones globales. No hay fronteras para los efectos del medio ambiente degradado ni para los microorganismos patógenos. Somos ya ciudadanos del mundo. Seamos, desde Catalunya, desde España, desde Europa... ciudadanos dispuestos a afrontar, con nuevos paradigmas, los grandes retos actuales. Y si la emoción nos ciega, miremos a los ojos de nuestros hijos y nietos. Es una prueba infalible