¿Quién está saliendo del túnel? ¿Se está solucionando la crisis económica (macroeconómica)? ¿Y las crisis social, ecológica, ética…?

lunes, 25 de noviembre de 2013

“Nunca hay buen viento para quien no sabe a dónde va”.
Refrán marinero.
 

Algunos títulos de recientes noticias (aparecidas en “El País”), pueden ilustrar estas reflexiones: 

• “Vuelven los capitales”… pero la cultura y el I+D+i siguen a la deriva. 

• “La crisis borra del mapa 80.000 hogares en España en un año”… El número de viviendas familiares cae por la emigración y el reagrupamiento… Las casas de jubilados que acogen a familiares parados se duplican… 

• “Bruselas presiona”. El gobierno debe aclarar si aplicará nuevos ajustes o prefiere no castigar más el crecimiento… La deuda sigue creciendo, hasta el punto de que en septiembre ha alcanzado un nuevo máximo: el 94.2% del PIB… 

• “Bruselas enmienda el presupuesto español”: la Comisión insta al gobierno a acometer un ajuste de hasta 5000 millones en 2014 y de unos 35.000 millones hasta 2016. 

• “La OCDE alerta de que los recortes y la falta de crédito aún lastran a España”. El Organismo pide al gobierno que persevere en las reformas. Aligerar la recesión actual hasta el punto de crecer el 0.5% en 2014, no mejorará el desempleo, que pasará de 26,4 en 2013 a 25,6 en 2015. 

• “Eurozona fría”. El estancamiento y las bajas tasas de inflación comprometen el crecimiento económico. “Los ritmos actuales de crecimiento son manifiestamente incompatibles con la reducción del desempleo y con la definitiva estabilidad y saneamiento de los sistemas bancarios”. 

• “La OCDE alerta de los efectos de los recortes sanitarios”: reducción de la oferta de servicios e incremento de los copagos… 

Se trata, como vemos, de una crisis sistémica que requiere, para hacerle frente debidamente, un programa de acción bien diseñado. 

¿Cómo vamos a crear empleo sin un “plan país” (al que ya me he referido en “entradas del Blog” anteriores)? ¿Cómo vamos a mejorar si seguimos en una Unión Europea monetaria sin unión económica ni política? ¿Sin un sistema multilateral democrático que sustituya rápidamente a los grupos oligárquicos del neoliberalismo (me he referido también en varias ocasiones a la refundación del Sistema de las Naciones Unidas)? 

Es indispensable disponer de una nueva brújula que facilite la transición desde una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo global sostenible y humano. De una cultura de imposición y violencia a una cultura de conversación, conciliación y paz. 

No podemos seguir ni un día más con la conciencia empañada por la muerte por hambre cada día de más de 60.000 personas al tiempo que se invierten en armas y gastos militares 4.000 millones de dólares. 

Sí, es imprescindible iniciar una nueva era, genuinamente democrática, que atienda las prioridades fundamentales que requiere el bienestar de todos los seres humanos. Actualmente, sólo el 20% de la humanidad habita en el barrio próspero de la aldea global. Alimentación para todos; acceso al agua potable; servicios sanitarios de calidad; cuidado del medio ambiente; educación; y paz. Disponemos del conocimiento para lograr esta inflexión histórica. Sólo hace falta que pasemos de súbditos a ciudadanos plenos, de espectadores silenciosos e impasibles a actores. 

Ha llegado la hora de “Nosotros, los pueblos…”.

¿Obama a la deriva? No. El que está a la deriva es el Partido Republicano de los Estados Unidos

lunes, 18 de noviembre de 2013

Hasta los medios de comunicación menos tendenciosos se inclinan, de vez en cuando, ante el inmenso poder del lobby del “gran dominio” (militar, financiero, energético, mediático). Anuncian que Obama cede ante la presión ciudadana y anuncia cambios en la reforma sanitaria, que ha conseguido después de que fracasaran en el intento todos los presidentes demócratas desde la época de Harry Truman en 1946, debido a la presión de las compañías de seguros. Es cierto que en la noticia se menciona el “asalto furibundo de la oposición republicana a la reforma”. 

Además de Medicare, el Presidente Obama ha facilitado el reconocimiento y la incorporación de millones de inmigrantes; ha puesto en circulación miles de millones de dólares para incentivos de trabajo autónomo y de las pymes; ha reducido el inmenso gasto militar (más de 800.000 millones de dólares en 2007, ocho veces más que el país que le sigue, China); ha favorecido la I+D+i; ha evitado hábilmente la guerra con Irán –tan propiciada por Israel- y, sobre todo, ha tendido la mano al islam en lugar de declararlo, como hizo el Presidente Bush, el de la invasión de Irak, “eje del mal”. En educación, ha solicitado “a los gobernadores de nuestros Estados y a los responsables educativos que desarrollen estándares que no midan simplemente si los estudiantes pueden completar los requerimientos de un test en una burbuja, sino si poseen las habilidades que requiere el siglo XXI, como el pensamiento crítico, solución de problemas, iniciativa y creatividad” (citado por el Prof. Ángel I. Pérez Gómez en “Educación en la era digital”). 

Ha puesto una atención especial en el Pacífico, que es, exactamente lo que debe hacer ahora un líder mundial. 

Prefiero no comentar el tema del “espionaje” porque es obvio que, con las facilidades que representan las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, los servicios de inteligencia utilizan los datos de los que pueden disponer, y lo único que cabe esperar es que exista una ética en ésta como en otras cuestiones que solamente podría ejercerse desde la autoridad de un sistema multilateral, refundado sobre el mismo diseño de las Naciones Unidas pero haciendo realidad el inicio de la Carta que se refiere a “los pueblos”, es decir, haciéndolo plenamente democrático. 

Las ambiciones hegemónicas de los republicanos de los Estados Unidos están llegando a su fin. Que nadie contribuya a una prolongación innecesaria. Los jóvenes del mundo entero necesitan, sobre todo, un “nuevo comienzo”. El Presidente Obama se refirió a él en uno de sus primeros discursos. Ayudémosle a hacerlo realidad.

“Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica”

martes, 12 de noviembre de 2013


por Juan José Tamayo

Fragmenta Editorial, Barcelona, 2013


Al abrir este espléndido libro de Juan José Tamayo (… otro, ¿de dónde sacará el tiempo?) sobre una selección de intelectuales “para una conciencia crítica”, he tenido una gran y grata sorpresa: figuro entre este medio centenar de personas… 

Pero creo que, ya sobrepuesto, el rubor inicial no debe impedir que haga una valoración muy elogiosa de esta obra tan necesaria actualmente cuando, en medio de los últimos estertores del neoliberalismo globalizador, es necesario vencer la inercia y diseñar otro mundo posible, un futuro distinto. 

El porvenir está por hacer y es preciso aprender muchas lecciones del pasado con conciencia crítica, como hace Juan José Tamayo en este libro, y de desaprender y desandar, como requisito de anticipación lúcida, muchas directrices y caminos que no son solución sino contagio. 

“Situaciones sin precedentes necesitan soluciones sin precedentes”, ha escrito Amin Maalouf. Y las soluciones sin precedentes serán fruto de las semillas plantadas a contraviento en surcos que algunos tuvieron el coraje de cavar en pedregales. Serán fruto de las raíces que en tiempos aciagos conservaron la savia de vigencia intemporal. Fruto de la capacidad de búsqueda y de invención que caracteriza y distingue a la especie humana. 

Muchos de los intelectuales que Juan José Tamayo –con una prosa tan extraordinaria como su facilitad para la síntesis, para extraer lo justamente expresivo y conveniente- describe en esta obra dejaron un legado de reflexiones y propuestas inaplicables cuando fueron emitidas. Otros las siguen difundiendo hoy, esperanzados en esclarecer horizontes tan sombríos. 

“Ningún desafío se sitúa más allá de la facultad creadora de la especie humana”, proclamó John Fitzgerald Kennedy en 1963. Hoy, podemos. Durante siglos fuimos invisibles, anónimos, obedientes, silenciosos, vivimos atemorizados… Hoy, por primera vez en la historia, es posible tener conciencia global, es posible expresarnos libremente y participar gracias a la moderna tecnología de la comunicación y de la información y, por el número creciente de mujeres en la toma de decisiones, podemos contar con la indispensable e insustituible visión de las mujeres, cuya voz fue silenciada en la historia y cuya presencia destaca en este libro desde una mirada feminista emancipatoria. A medida que leemos a quienes “han generado procesos liberadores en la conciencia colectiva”, nos apercibimos de la oportunidad de este libro, porque ahora, en estos albores de siglo y de milenio, puede tener lugar la transición a un nuevo paradigma, a una nueva era: la de la igual dignidad de todos los seres humanos, y pueden ser “los pueblos”, como se indica con tanta clarividencia en el inicio de la Carta de las Naciones Unidas, los que, por fin, tomen en sus manos las riendas del destino. 

Por citar sólo a diez de los cincuenta intelectuales como ejemplo de los que los lectores -que deberían ser muy numerosos, para que se sintieran motivados y se movilizaran y se implicasen- podrán saborear en estas páginas, he aquí una relación con su “descripción”: 

Ernst Bloch (1885-1977), Utopía y esperanza en la oscuridad del presente; Hannah Arendt (1806-1975); Critica del totalitarismo; Simone Weil (1909-1943), Intelectual compasiva; José Luis López Aranguren (1909-1956), La heterodoxia como forma de vida y de pensamiento; Enrique Miret Magdalena (1914-2008), El diálogo como talante; Carlo María Martini (1927-2012), Disenso y respeto; Pere Casaldáliga (1928- ), Poesía, mística y revolución; Ignacio Ellacuría (1930-1989), Con los pobres de la Tierra; Fátima Mermissi (1940- ), Mujeres en el Islam; Boaventura de Sousa Santos (1940- ), Sociología de las ausencias y de las emergencias; y Elsa Tamez (1950- ), Teología feminista de la liberación. 

En su introducción, Juan José Tamayo escribe: “Es en los márgenes de la sociedad donde se han fraguado históricamente y siguen fraguándose hoy las grandes transformaciones y los cambios de paradigma en la forma de creer, pensar y vivir”. Efectivamente es en los márgenes, y precisamente en tiempos de crisis, cuando “los pueblos” expresan su insatisfacción con la realidad, se indignan, protestan, se movilizan, proponen alternativas y luchan por el cambio. Las cincuenta personas cuyos perfiles intelectuales traza magistralmente Juan José Tamayo iluminan el camino en dirección a la meta de “otro mundo posible”. 

El libro es un catalizador del pensamiento crítico frente al imperante pensamiento único y de compromisos para la acción, para pasar de espectadores impasibles a actores de este mañana luminoso que las generaciones venideras merecen.

Otra tragedia de inmensas proporciones por el super-tifón que ha asolado Filipinas… y una vez más total falta de preparación y asistencia humanitaria

lunes, 11 de noviembre de 2013

Haití… Después de tres años la mayor parte de los problemas sin resolver. Ahora, de estas dimensiones terribles, la Isla de Leyte en Filipinas. Destrucción masiva, muertos por doquier… y tibias reacciones de la sociedad “próspera” que, acuciada por los “recortes”, no puede enviar sino ridículas muestras de solidaridad, de las que únicamente cabe destacar y elogiar el esfuerzo personal de muchas mujeres y hombres que desearían ver multiplicados los recursos que se ponen a su disposición para el socorro de las víctimas. 

Estamos viviendo los últimos coletazos de una crisis sistémica que no ha previsto, cegada por la codicia y el poder hegemónico, la acción rápida y eficiente para socorrer a los más necesitados. 

Estamos preparados para la guerra, con artefactos costosísimos y no disponemos de los medios adecuados cuando se producen catástrofes naturales o provocadas. 

No me canso de repetirlo: se invierten 4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares al tiempo que mueren de hambre y desamparo más de 60 mil personas. 

Es apremiante la refundación del Sistema de las Naciones Unidas para que existan, a escala global, los medios personales, técnicos y financieros que se requieren en momentos de particular urgencia. Sólo un sistema coordinado de intervención inmediata en casos de terremotos, inundaciones, vientos huracanados, volcanes, tsunamis… podría dar la medida de la eficacia y capacidad preventiva o paliativa a través de una concertación mundial bien establecida. 

En el año 2000, los neoliberales dijeron que no había dinero para los Objetivos del Milenio. Ahora sigue sin haberlo para evitar el deterioro medioambiental: en dos años se celebrará en Varsovia la próxima reunión sobre el cambio climático y el gran “reto”, según indica la prensa, es encontrar 76.000 millones de dólares… cuando es lo que se invierte actualmente en seguridad militar en menos de un mes. 

 Hay que cambiar todo esto porque es irresponsable que la humanidad esté sometida a estas amenazas, con millares de víctimas, mientras que los arsenales militares están llenos de cohetes, bombarderos y “drones” último modelo. ¡Ya está bien! El mundo, los ciudadanos del mundo, merecen mejor tratamiento. Viendo las imágenes del paso del super-tifón en Filipinas, los cadáveres de tantas personas que viven en condiciones de enorme precariedad y vulnerabilidad… la conclusión firme es que debemos elevar un clamor mundial a favor de instituciones multilaterales que permitan, en muy poco tiempo, reducir los arsenales militares, eliminar las ojivas nucleares y adoptar todas las medidas precisas para mitigar al máximo catástrofes como la que hoy, con gran tristeza e indignación contemplamos.

La macroeconomía "despega"... ¿y el pueblo?

martes, 5 de noviembre de 2013

Las inversiones foráneas aumentan. Las prestaciones sociales -dependencia, educación, sanidad...- y la economía familiar disminuyen. 

¿Invierten en España o nos compran lo poco que ya nos queda? Los "andamiajes" de quienes adquieren y de quienes venden refleja la complejidad -tan próxima con frecuencia a la opacidad- de estas operaciones. Así, por ejemplo, se lee: "Crown Holdings compra Mivisa por 1.200 millones. La empresa líder de envases de comida, la estadounidense Crown Holdings anunció ayer la compra del fabricante español de latas para alimentos en conserva Mivisa por 1.200 millones de euros en metálico. Crown compra Mivisa a un grupo de fondos gestionado por Blackstone, N+1 Mercapital (a través de Dinamia) y el equipo gestor de la sociedad. Citigroup ha comprometido la financiación..." 

Otra noticia relacionada: "González cuadra las cuentas de 2014 con el déficit y la venta de patrimonio"... 

Y otra: "El Ayuntamiento de Madrid privatiza el Palacio Municipal de Congresos". 

Estado. 

       Comunidad Autónoma. 

                                 Ayuntamiento. 

¿Qué nos va a quedar cuando pase la nube?

¿Europa de los euroescépticos y de los antieuropeos?

lunes, 4 de noviembre de 2013

Es urgente enderezar los torcidos caminos del presente europeo. Es imprescindible rectificar el error histórico de una unión monetaria sin unión económica ni política. La piedra angular del edificio europeo que el mundo necesita no es el euro sino la democracia genuina, no los valores bursátiles sino los éticos.

¿Recuerdan cuándo "los nórdicos" eran los adalides del desarrollo sostenible, del apoyo a las Naciones Unidas, de la solidaridad internacional? 

¿Recuerdan cuándo, más adelante, debido seguramente a los ingentes ingresos que recibían, algunos de los nórdicos ya eran menos dadivosos y democráticos, pero en Europa había un "Sur" que, a pesar de las herencias recibidas, se preocupaba del bienestar social? 

Hoy el Norte-Centro es cada día más reaccionario y xenófobo y el Sur más pobre en su conjunto, con las asimetrías más pronunciadas: más millonarios (13% más) y muchos más menesterosos. 

Una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra (4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares, no me canso de repetirlo, al tiempo que mueren de hambre, sed y desamparo más de 60.000 personas) debe dar paso ahora a una economía de desarrollo global sostenible, que reduzca las desigualdades presentes y evite que el clamor popular se convierta en revolución. 

La ausencia de liderazgo en los escenarios del poder es muy preocupante. 

Es insostenible la Europa de la evasión fiscal, de los paraísos fiscales, de la insolidaridad creciente, simbolizada en el bochorno espiritual que representa Lampedusa. Los ciudadanos que estamos soportando la mayor parte de los ajustes debemos alzar la voz y exigir los radicales cambios estructurales que la UE requiere con apremio. Para empezar, no deberíamos prestarnos a concurrir ni participar en unas elecciones para el Parlamente Europeo cuya convocatoria atrae, en un número considerable de países, a unos porcentajes de votantes irrisorios. Si no votara más del 60% de la población electoral no deberían ser designados parlamentarios... 

La Unión Europea, para que sea "Unión" verdadera, requiere transformaciones que sólo un Parlamento realmente representativo y democrático puede realizar y donde los euroescépticos y antieuropeos no prevalezcan. 

Está en nuestras manos, en la capacidad de movilización presencial y virtual, esclarecer los horizontes hoy tan sombríos de Europa.