Pero, ¿cómo?

sábado, 30 de julio de 2011

¿Cómo no van a alejarse los ciudadanos de los políticos si se van distanciando progresivamente porque gobiernan sometidos a los mercados y a las agencias de calificación, como sucede en Europa en su conjunto, y otros porque, salvo descalificar, lo único que saben repetir es que van a crear empleo pero sin decir de qué manera?

Calificación, descalificación, sometimiento, mentiras sobre un futuro esplendoroso cuando alcancen el poder… que se desvirtúan acto seguido porque no se ponen en práctica sus programas en los países donde hubo cambio de tendencia política (Portugal, Reino Unido…) ni se llevan a cabo en las Comunidades Autónomas donde ya están en el poder.

Si no dicen cómo, si no demuestran rápidamente lo que serían realmente capaces de modificar… serán no pocos los que cambien de parecer y exijan antes de los comicios nuevas pautas electorales, con planes de acción claros y transparentes, sin personas corruptas en sus listas…

¿Cómo van a crear empleo si son los más sumisos en aplicar las exigencias de los mercados, la privatización, etc.?

Estamos viviendo una crisis sistémica. Es indispensable inventar nuevos caminos para el mañana que la humanidad merece.

Memoria y solidaridad en la Unión Europea

miércoles, 27 de julio de 2011

Es muy preocupante la tendencia que se observa en los países del norte europeo, otrora símbolo de multiculturalidad y concordia, hacia posiciones excluyentes y xenófobas. También, en los últimos meses, se han recibido informaciones relativas a ciertos grupos de jóvenes franceses y alemanes que no están de acuerdo, por lo visto, en que sean sus países los que deban contribuir principalmente a subsanar los “desmanes griegos” y de otros países “periféricos” de la Unión.

A todos ellos convendría hacerles memoria del colonialismo y de los beneficios que como metrópolis obtuvieron durante tanto tiempo y que les han permitido alcanzar altos niveles de progreso.

Memoria en Alemania, sobre todo, por las heridas de dos terribles guerras mundiales. Memoria del Plan Marshall cuando, por su culpa, lo habían perdido todo.

Memoria de quienes han sido los principales responsables, en Grecia y en España, de políticas de “burbujas” financieras, que ahora deben afrontar los gobiernos actuales.

Pero memoria, muy en especial, de la visión de los “padres” de la Europa de la concordia y de la integración que ahora algunos advenedizos cómodamente instalados en sus “locomotoras” pretenden olvidar: recordar a Jean Monet, a Konrad Adenauer, a Robert Schumann… quien en 1950, indicaba lúcidamente –cita que me interesa repetir- que Europa se construiría sólo por “esfuerzos creadores”.

Hay que inventar la Unión Europea que hoy el mundo necesita con apremio. Hay que dejar a un lado la cultura de la exclusión, la animadversión y la asimilación, favoreciendo una cultura de encuentro, comprensión, inclusión.

Acabamos de presenciar, consternados, la matanza acaecida en Noruega. Ha sido un loco. Habitamos la Tierra más de 6 mil 800 millones de personas y actos como éste entran, por desgracia, en la alta probabilidad. Menos mal que no era islámico. Era un nativo perturbado xenófobo. Creo que no hubieran tenido que reproducir su imagen ni su nombre. Estos dementes aspiran frenéticamente, en su delirio, a conseguir perversas formas de ostentación pública.

Tomen nota los que en Francia, en Alemania y otros muchos países “avanzados” adoptan ahora posturas ultra, racistas, partidistas…

Hoy la humanidad requiere, con urgencia, ocuparse conjuntamente de los grandes desafíos: igual dignidad humana, medio ambiente… Ciudadanos con conciencia global, sabedores de que todo ser humano vale lo mismo.

Sólo así tendremos –con memoria solidaria- una Europa emancipada en su seguridad, federada en su economía, referencia democrática en todo el mundo, que requiere con urgencia que la Unión Europea esté en la vanguardia de las transformaciones sociales que la “marea virtual” movilizará de todos modos, y que ni los Estados Unidos ni, desde luego, China están en condiciones de liderar.

La memoria solidaria europea podría poner, en estos momentos de tantas expectativas, de tantas luces y sombras, las riendas del destino común en sus manos.

Cinco dardos para la implicación ciudadana

jueves, 21 de julio de 2011

1. ¡Hambre!

Esta es la gran vergüenza colectiva, éste es el gran desafío. Y todos mirando hacia otro lado. Todos sin sentirse diariamente conmovidos por la gran tragedia que viven miles y miles de seres humanos. No me cansaré de repetirlo: estamos al final de un sistema cuyo balance trágico es el gasto de 4.000 millones de dólares diarios en armas e inversiones militares al tiempo que mueren de inanición, desamparo y olvido 70.000 personas, de ellas unos 35.000 niños, la mayoría de edades comprendidas entre cero y cinco años.

Ahora, otra vez, como si se tratara de algo nuevo, los periódicos nos hablan de una situación de extrema precariedad y de hambruna que aflige, especialmente, a los habitantes de los países de África oriental, que tienen que hacer frente a una gran sequía.

Y nosotros… únicamente mirando si sube o baja la bolsa, si nos ponemos de acuerdo o no para hacer frente al “acoso de los mercados”, reclamando más bienestar, … sin decidir un desarme progresivo y centrarnos en nuevas estrategias bélicas para hacer frente a los conflictos de hoy y dejar de vender armas que pertenecen a confrontaciones pretéritas… Nosotros, preocupados por las calificaciones de agencias obedientes a los designios del “gran dominio”…

El caso de Somalia es especialmente intolerable éticamente: se ha dejado que, desde los 80, el país se halle en manos de “señores de la guerra”, abiertos a todos los tráficos y mafias, sin ninguna capacidad de estructuración nacional ni acción que permita avanzar en libertades públicas ni de vertebración de un Estado.

Y es que, quieran o no quieran reconocerlo los que reclaman nuestra atención hacia cosas banales y nos hacen caminar por senderos vecinales en lugar de darnos cuenta de los grandes retos que hoy debemos abordar resueltamente, el G8 y el G20 han fracasado estrepitosamente en su ambición de sustituir las funciones de unas Naciones Unidas respaldadas por el conjunto de los países.

Esto es lo que hay que hacer ahora con urgencia: en un primer paso, acordar, como solución mundial de emergencia, dotar al Sistema de las Naciones Unidas de los recursos humanos, financieros y técnicos necesarios para afrontar los aspectos más urgentes de la actualidad mundial: único interlocutor en conflictos como los de Libia, Yemen, Siria, Afganistán… ; coordinador a escala planetaria de las ayudas intensivas a las zona más afectadas por la pobreza extrema y de las acciones que deben adoptarse frente a las catástrofes naturales o provocadas, poniéndose simultáneamente en práctica medidas inaplazables relativas a la conservación del medio ambiente…

Y, desde ahora, iniciar los cambios necesarios, con el consenso de todos los países y el apoyo incondicional de los más poderosos, para disponer de las “nuevas Naciones Unidas”, realmente unidas, con una Asamblea General que represente a los Estados, a la sociedad civil y a las instituciones internacionales y un Consejo de Seguridad que, además de los conflictos territoriales resuelva los medioambientales y socioeconómicos.

Prioridad, urgencia máxima, compromiso máximo cotidiano de todos, el hambre. Hay que disminuir rápidamente el número de personas que hoy fallecen por una insolidaridad inexplicable y éticamente intolerable. Hay que reducir las armas y la fuerza. Hay que atender a los más menesterosos. Las vergüenzas colectivas requieren acciones colectivas.

2. Secuestro de la política por los mercados

Las reacciones europeas frente al acoso del “gran dominio” reflejan la des-unión europea, las enormes debilidades de la euro zona, y, sobre todo, la incoherencia de algunas de las reacciones: me ha llamado la atención, porque me parece absolutamente inadmisible, que cuando se decide “examinar” a las instituciones bancarias algunos países sólo presenten a examen a los que previsiblemente saldrán mejor calificados. No es tiempo de jugar y de engañarse: o todos o ninguno. Países como España, por lo visto, han hecho una presentación generalizada, frente a otros países en los que han comparecido únicamente los bancos más “aventajados”.

Las normas deben ser iguales para todos. En otro caso seguiremos haciendo el ridículo y, lo que es más triste, seguirán los más débiles, los más vulnerables, pagando unas facturas que no les corresponden.

¿Por qué se ha consentido este examen “parcial”? ¿Por qué se consiente que algunos bancos anuncien que sus directivos ganarán aproximadamente 3 millones de euros al año, es decir, diez veces más que lo que se critica, con razón, a la Presidenta del Fondo Monetario Internacional?

Es necesario un “volantazo”. Es necesario que Europa haga un gran pacto de seriedad, de coherencia, de democracia genuina, de emancipación. Y que tenga sus propios sistemas de seguridad y de evaluación económica y financiera; y que diga, con energía y firmeza, que el tiempo del amilanamiento y de la interferencia y de los “grandes poderes” ha terminado.

3. La avaricia rompe el saco

En los años 90 se sabía muy bien que se estaba produciendo una gran “burbuja” con las TIC. En los años 2000, se sabía igualmente, que era irresponsable seguir incrementando la fantástica “burbuja inmobiliaria”… ¿Por qué no nos alertaron entonces las agencias de calificación? ¿Qué decían entonces el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional?

Cuando veían que, por codicia e irresponsabilidad, se producía una deslocalización productiva desmesurada, y no se tenían en cuenta los derechos humanos ni las condiciones laborales de los países que se convertían en “fábricas del mundo”… ¿por qué no hubo instituciones que alertaran sobre las consecuencias que tendrían, sobre todo para el empleo, estos comportamientos impulsados por los “globalizadores”?

¿Por qué nadie entonces –ni ahora- recomienda moderación y buen sentido a los bonos y retribuciones de directivos, deportistas, …?

La avaricia rompe el saco. Ahora hay que recomponerlo rápidamente. El tiempo para hacerlo como se debe, pacíficamente, no sobra. Ténganlo en cuenta los líderes del mundo. La paciencia de los ciudadanos tiene también límites. Sobre todo cuando la perplejidad y la confusión les atenazan.

4. ¡Medios de comunicación de allí … y de aquí…!

Estos días, todos estamos siguiendo el tropiezo del imperio Murdoch en el Reino Unido. Es una parte importante, ciertamente, del inmenso poder mediático que ha concentrado en sus manos Rupert Murdoch. Se han puesto de manifiesto los métodos absolutamente delictivos utilizados por los medios de comunicación dependientes de su Compañía.

Lo más sobresaliente, lo que no debemos ahora pasar por alto es que se ha puesto de manifiesto, así mismo y sobre todo, hasta qué punto debemos todos revisar, en nuestros países, la fiabilidad de la información que recibimos. Hay un derecho a la libre expresión. Pero también a la información veraz. Cuando contemplamos con espanto lo que sucede actualmente en Inglaterra, volvamos los ojos hacia Norte América… hacia Italia… y, muy especialmente, hacia España.

La desinformación que hoy reciben la mayoría de los españoles, las noticias sesgadas, las interpretaciones partidistas, dan como resultado, junto a unas grandes y frecuentes exhibiciones de espectáculos deportivos que atraen y distraen a una parte considerable de la población, un desconocimiento generalizado de los graves problemas que enfrentamos. Como científico, me gusta insistir en que la realidad no puede cambiarse si no se le conoce en profundidad. El conocimiento que hoy tienen la gran mayoría de los españoles de la realidad tanto local como regional y mundial, es muy escaso, precisamente porque la mayoría de los medios de comunicación, escritos y audiovisuales son, en realidad, “la voz de su amo”.

Hagamos objetivamente el análisis de los periódicos que llegan a nuestras manos, de los canales de la televisión, especialmente los de las comunidades autónomas, de las emisoras de radio… y nos daremos cuenta de que, inmediatamente después de asistir al “espectáculo Murdoch”, debemos reflexionar sobre nuestra propia situación y adoptar las medidas adecuadas, reclamando especialmente antes de los procesos electorales una información fidedigna sobre los problemas a los que debemos hacer frente, conociendo bien las soluciones que proponen los distintos partidos para solucionarlos.

En otro caso, seguiremos como hasta ahora: en “la luna de Valencia”. Nunca mejor dicho…

5. Todos con Palestina

La Liga Árabe ha solicitado el reconocimiento del Estado de Palestina a las Naciones Unidas. Se había prometido al pueblo palestino, tratado de forma tan inclemente, esta “otoñal” consideración y aprobación de sus reivindicaciones.

Todos con Palestina. Todos a favor de un reconocimiento que no debe postergarse una vez más. Después de 60 años largos, ha llegado el momento de reconocer este Estado y , a través de las Naciones Unidas “refundadas”, asegurar la paz y la concordia en el Próximo Oriente.

Todos con Palestina.

Recuerdo cuando Isaac Rabin estuvo a punto de concluir felizmente el proceso de paz, con Yasser Arafat. Le costó la vida.

Como a Anuar El Sadat.

Como a muchos –John F. Kennedy, Robert Kennedy, Martin Luther King, Mahatma Ghandi..- que tuvieron el coraje de hablar de paz cuando resonaban los tambores seculares de la guerra.

Ya es tiempo de incorporar plenamente al Estado Palestino al concierto de naciones y de, entre todos, facilitar, con gran tolerancia, la amistad y convivencia entre entre Israel y Palestina.

Siendo Director General de la UNESCO, dediqué en el recinto del edificio principal de la Organización en París, una plaza, la Plaza de la Tolerancia, a Isaac Rabin.

Que esta tolerancia, que significa el respeto y la aceptación del otro, que significa cambiar la cultura de la violencia y de la fuerza por la de la conciliación y la paz, sea finalmente una realidad.

¡Todos con Palestina!

"Final de ciclo”... ¿Principio de qué?

lunes, 18 de julio de 2011

Hoy publica "El País" un Editorial "especial", diciendo que se ha llegado al "final de ciclo" y que deben realizarse elecciones anticipadas sin dilación. Incluso noviembre les parece tarde. ¿A qué vienen tantas prisas? ¿Cómo se justifica la oportunidad nacional e internacional de tanto apremio? Con la que está cayendo en Estados Unidos y en Europa en términos económicos, con el acoso de los mercados a la acción política, con el desprestigio de los poderes mediáticos, con la total incapacidad de grupos plutocráticos (G-8 o G-20) en la gobernación mundial, con problemas tan graves como Libia, Siria,...

Pero, sobre todo, ¿qué previsiones hay en España al "final de ciclo"? ¿Lo mismo que en Portugal, que en el Reino Unido, que en Grecia, que en Italia... es decir, mayores recortes, más privatizaciones, obediencia total al "gran dominio" (militar, económico, energético, mediático...)? ¿Cuál es la alternativa en España? ¿Existen, de verdad, programas de soluciones posibles? Porque las "pruebas" de los gobiernos en varias Comunidades Autónomas son -por su excesivo gasto, corrupción, etc.- poco edificantes.

Creo, sinceramente, que ha llegado el momento de, con toda seriedad, alejados de las prisas y desinformaciones de tantos medios de comunicación partidistas, con responsabilidad de Estado, representando a los ciudadanos españoles que son también ciudadanos del mundo, urgidos por reponer los principios democráticos donde los globalizadores situaron pautas mercantiles, se sienten y analicen conjuntamente los grandes retos, olvidando por un momento diferencias y ambiciones, como cuando se trata de un paciente que requiere cuidados intensivos, y decidan qué puede hacerse realmente a escala local, nacional, europea y global.

Que consideren, con la objetividad que requiere el caso, de qué manera puede España contribuir a resolver los colosales problemas -alimenticios, sociales, medioambientales...- que representan el "final de ciclo" de un sistema que ha intentado -¡con cuántos "efectos colaterales" nocivos!- llevar las riendas del destino común. Y ahora -como sucedió en 1989 con el régimen soviético -se derrumba con estrépito sin que se hayan concordado, con la seriedad que exigen las generaciones venideras, las fórmulas aplicables para la construcción de un mañana a la altura de la dignidad de todos los seres humanos.

No es bueno, no es bueno ni conveniente, en momentos de grandes decisiones, de lucidez y enfoques colectivos, que "espinas" individuales enturbien la mirada hacia el futuro.

"Final de ciclo" global... ¿Y luego?

"Final de ciclo" local... ¿Principio de qué?

Ser o no ser. Esta es la cuestión...

Más mercado y menos Estado, el “ciclo vicioso”…

viernes, 15 de julio de 2011

Los “globalizadores” no sólo pretendían alcanzar una situación dominante sino hegemónica: los mercados, perfectamente acompañados por la gregarización de las masas mediante un colosal poder mediático, fueron debilitando progresivamente la capacidad de decisión política. Los Estados no sólo transfirieron cuantiosos recursos de toda índole a los grandes consorcios supranacionales sino que, con el apoyo y apremio de las “burbujas” y la deslocalización productiva, cedieron también, a escala nacional y mundial, responsabilidades propias de las instituciones democráticas.

Grupos de 6, 7, 8 ó 20 países ricos suplantaron las funciones de autoridad planetaria que sólo unas Naciones Unidas respaldadas por la totalidad de los países podían y debían asumir.

Y así, en una deriva y desgobierno total, con una economía completamente desregulada, unas instituciones financieras irresponsables (hedge funds) y los paraísos fiscales colmados, se llega a la quiebra sistémica de 2008.

Europa –ya elegido el Presidente Obama- va a pedir socorro en noviembre al Presidente Bush, en lugar de desempeñar, por fin, una gobernación autónoma. Y, más de lo mismo –“mercado libre, comercio libre, economía libre”, dijo Bush en aquella ocasión- se procedió al “rescate” de las instituciones financieras responsables, en buena parte, de la gravísima situación.

Los “rescatadores” empobrecidos… no tardaron en ser sometidos al acoso de los “rescatados”, desagradecidos, que han instalado después mecanismos de “ajuste” nacional, regional y global. Un auténtico “ciclo vicioso”, ya que se recorta el gasto y se privatiza –cada vez menos Estado- de tal modo que las previsiones de empleo y normalización laboral y económica decrecen, con lo que las agencias de calificación, al servicio del “gran dominio” (militar, energético, mediático…) advierten que las previsiones son (lógicamente) negativas… Y vuelta a empezar: más ajustes, más privatización, más recortes…

Hay que romper sin contemplaciones este ciclo vicioso. Es urgente un liderazgo que confiera de nuevo al Estado la capacidad de acción y la potencia económica que le permita, iniciar urgentemente la “nueva era” que el mundo reclama tan justamente. Si no lo hacen los gobiernos democráticos, pronto lo hará la gente, que ya dispone de medios de movilización masiva.

Los tiempos de la manipulación, del chantaje y del miedo han terminado. Sería conveniente y oportuno que los últimos obcecados representantes del sistema que se desmorona pensaran en el Muro de Berlín y los mercados dieran pacíficamente paso a los Estados y a los valores que nunca debieron sustituirse por los precios.

Estamos siendo clasificados, calificados, ahormados… Hasta aquí podíamos llegar!

viernes, 8 de julio de 2011

Calificación económica, calificación académica, calificación educativa, calificación científica… informes parciales, informes sesgados, que son inmediatamente comunicados y, con frecuencia, amplificados por los medios de comunicación, sin que podamos oponer nuestros propios criterios de valoración ni los resultados de seguimiento mediante observatorios realmente imparciales a escala de comunidad autónoma, nacional, europea…

Lo que leemos, a título de ejemplo, es lo siguiente:

-“Acrópolis ahora”, titulaba ya un artículo de The Economist el 1 de mayo de 2010. “La crisis de la deuda griega se está extendiendo. Europa requiere una firme, amplia y rápida solución… Los alemanes deben comprender los riesgos de su sistema bancario y de su prosperidad… Ayudar a Grecia es menos un acto de caridad que de interés propio... Debido a su extraordinaria incompetencia, los líderes europeos ha casi asegurado que el rescate griego fracasará antes de iniciarse!”

-“Salgado y Ordóñez defienden la solvencia de la banca frente a la deuda de los mercados. Moody’s cree que el sector podría necesitar 100.000 millones en caso de recesión. El Banco de España dice que políticos europeos “contribuyen” al ataque de los mercados a la deuda soberana…” (El País 14 de diciembre de 2010)

-“Moody’s cree vulnerable a España y amenaza con bajarle el rating” (ABC, 16 de diciembre de 2010)

-“En crisis permanente. La amenaza de Moody’s de degradar la deuda castiga el retraso en cerrar la reforma financiera” (Opinión, en El País, 16 de diciembre de 2010).

En diciembre del año pasado ya se decía que “Europa reacciona: positivos mensajes para blindar al euro con más capital para el BCE y un fondo de rescate…” “Esta vez es diferente: dejar el futuro de la Unión Europea en mano de los mercados es una irresponsabilidad” (José Ignacio Torreblanca, ambos escritos en El País de 17 de diciembre de 2010)

-“S&P se ceba con Portugal y deja su deuda a un paso del bono basura” (ABC, 30 de marzo de 2011).

-“S&P lanza un aviso a EE.UU. y extiende la crisis soberana al otro lado del charco… La agencia rebaja a “negativa” la perspectiva del país y amenaza con recortar su rating si no se acelera un pacto sobre recorte presupuestario” (ABC, 19 de abril de 2011) El Tesoro aseguró en su respuesta que S&P subestima la capacidad de los líderes estadounidenses para unirse a los desafíos fiscales.

-“Las dudas sobre Grecia castigan a la deuda española y tumban las bolsas” (El País, 19 de abril de 2011)

No importa que los ciudadanos confíen en los dirigentes si no lo hace el mercado: “El mercado sigue sin confiar en el sistema financiero español… No se cree los números... Cuestiona que las entidades estén suficientemente capitalizadas dada su exposición al mercado inmobiliario y las malas perspectivas de este sector” (IDEAL, 20 de abril de 2011)

-“Turbulencias en los mercados… Los mercados castigan a Grecia y Portugal” (El País, 22 abril 2011).

-“Para Grecia no hay otra vía que la estricta aplicación de los planes de ajustes”, declaró Jean Paul Trichet”. “Grecia deberá privatizar 50.000 millones de euros y suprimir más de 150.000 empleos públicos!” (El País, 15 mayo 2011).

-“La socialdemocracia ha terminado por constituirse en gestora aplicada de los designios conservadores” (Manuel Cruz en El País, 15 de mayo de 2011)

-“Insaciable avidez de los mercados especulativos y agencias de clasificación (Mário Soares en Diario de Noticias, 17 de mayo de 2011). La UE deberá modificar urgentemente su modelo de desarrollo: si no lo hace entraría en una irreversible decadencia e incluso desagregación”.

-“S&P rebaja de nuevo la calificación de Cataluña por su elevado déficit fiscal “ (El País, 20 de mayo de 2011)

-El País, el 21 de mayo de 2011, expresa cuantitativamente “el riesgo de los países periféricos” expresado en rentabilidad del bono a 10 años, en porcentaje, en relación a los PIGS: el peor, Grecia (16,2%), luego Irlanda (hasta hace muy poco “ejemplo” en todos los centros docentes donde se cursan los MBA) con un 10,1%; Portugal, con el 8,9%; España con el 5,5%.

-“Moody’s rebaja tres peldaños la nota del país (Grecia) ante el riesgo de impago” (El País, 2 de junio de 2011)

-“La UE y el FMI rescatarán por segunda vez a Grecia para salvarla de la quiebra” (ABC, 4 de junio de 2011)

-“La Eurocámara propone acabar con el oligopolio de las firmas de rating” (Público, 7 de junio 2011)

-“Moody’s asegura que Cataluña pone en riesgo la meta del déficit en España. La agencia, cree que el Estado no tiene armas para imponerse a las comunidades” (El País, 7 de junio de 2011)

-Ayer, 7 de julio, en la propia portada de El País se decía: “Europa arremete contra las agencias de riesgo tras el golpe a Portugal. La UE les acusa de fomentar la especulación de sesgo antieuropeo; la prima de la deuda se dispara a máximos en los países periféricos”

-También en El País de ayer, el artículo de Opinión se titulaba “Confianza rota: la injusta rebaja de Moody’s a Portugal impone la creación de una agencia europea de calificación”.

-En el diario Público de ayer se decía: “Bruselas acusa a las agencias de rating de dar alas a la especulación. El Ministro alemán de finanzas pide limitar el poder oligopólico de las agencias; UGT denuncia la “venganza” de estas empresas y CCOO asegura que sirven a intereses muy importantes del sector financiero”.

-Hoy mismo, día 8 de julio de 2011, en el periódico Público puede leerse: “Calificaciones bajo sospecha… Para recobrar la confianza en las instituciones, hay que actuar con firmeza contra estas empresas” (B. Boye) En el mismo periódico, “Montoro defiende las agencias de calificación”…

-En El País, “El BCE apoya a Portugal para enfrentar a las agencias de riesgo. Los mercados aparecen como el mayor enemigo de la soberanía popular, que es la base de la democracia”…

¿Quién es el calificador que califica a gusto y placer detrás de estas “agencias”?

¡La base de la democracia! Al “mercado” le hemos puesto hasta en nuestras Constituciones (Artículo 38 de la Constitución Española)… y ahora nos quejamos. Ni la UE puede rechazar a las agencias de calificación porque los “mercados” no están de acuerdo con esta actitud insumisa…

¡Hasta aquí podíamos llegar. De manera urgente, la Unión en Europea tiene que poner en práctica, me gusta repetirlo, los “esfuerzos creadores” que preconizaba Robert Schumann en 1950 al sentar las bases del Tratado de Roma. Esfuerzos creadores en economía, en el trabajo, en autonomía en defensa y seguridad, en la creación de las propias instituciones para la calificación y seguimiento que procedan, para el fortalecimiento de la democracia… que se basa en la voz del pueblo. Y la voz del pueblo se está expresando ya…

¡Ojo! Ojo! Mucho ojo!

jueves, 7 de julio de 2011

“Crearemos empleo”… “mejoraremos la situación en que nos encontramos”… decían una y otra vez los que –en contra de lo que ya estaban haciendo allí donde mandaban- atendían y han conseguido en buena medida, extender el ámbito de sus “posesiones”.

Ya están ahí. Ya han llegado. Y ahora, ¿qué?. Ni un sólo empleo. Lo contrario: más obedientes que nadie al dictado de los “mercados”. Más recortes. Menos empleo público. Menos obras. El Estado ha enflaquecido, el sector privado aumenta su influencia…

¿Dónde quedan las reiteradas promesas de mejoras económicas y sociales? Sólo siguen figurando en los canales autonómicos y en los medios de comunicación “adictos”.

¡Ojo! Tomemos nota objetivamente, cuidadosamente. De lo que hicieron, de lo que están haciendo (aquí, Portugal, Reino Unido...) Digámoslo. Y advirtámoslo. A estas alturas, todavía están sin desvelar las “fórmulas mágicas” con que resolverían los problemas… y ya está claro que aumentan en lugar de reducirse donde gobiernan.

¡Mucho ojo!

¿Hasta cuándo, Catilina…?

martes, 5 de julio de 2011

¿Hasta cuándo toleraremos que sean “los mercados” –por cierto, ¿quiénes son, exactamente, los mercados?- los que manejan la agenda de un mundo a la deriva, preocupados sólo por la economía en lugar de hacerlo por la justicia y la ética?

¿Hasta cuándo llegaremos al borde de la revolución -como en Grecia- estrujando lo indecible a los más vulnerables y desposeídos cuando los del “gran dominio” exhiben sus beneficios y se atribuyen cuantiosos estipendios?

¿Hasta cuándo reduciremos aceleradamente el déficit haciendo imposible cualquier recuperación laboral, social y económica?

¿Hasta cuándo nos ceñiremos al euro regulado como se debe frente a otras divisas desreguladas –y con máquinas de hacer billetes- como no se debe?

¿Hasta Cuándo seguiremos comprando productos procedentes de una deslocalización excesiva, guiada por la codicia, que no originan trabajo local ni contribuyen al bienestar de los ciudadanos “nativos”?

¿Hasta cuándo seguiremos confiando en instituciones financieras carentes de transparencia y con fondos en paraísos fiscales?

¿Hasta cuándo aceptaremos que grupos oligárquicos como el G8 o el G20 sigan intentando infructuosamente gobernar el mundo en lugar de proceder, con la urgencia y la lucidez exigibles, a la refundación de un Sistema eficaz de las Naciones Unidas?

Etc, etc…

¿Hasta cuándo?

La hora de “los pueblos”

lunes, 4 de julio de 2011

Por fin, “los pueblos” están empezando a tomar en sus manos las riendas del destino común. Las maquinaciones del Gran Dominio –financiero, militar, energético, mediático– comienzan a ser contrarrestadas por millones de voces hasta ahora desoídas y acalladas. Son los estertores de un sistema que, liderado por el presidente Reagan y la premier Thatcher, sustituyó los principios de justicia social, dignidad humana, libertad y solidaridad por el mercantilismo puro; las ayudas, por préstamos en condiciones draconianas; la cooperación internacional, por explotación; y las Naciones Unidas, por una oligarquía plutocrática (G-6, G-7, G-8…)

En todos estos años, la mayoría de los países fueron cayendo en la trampa de la “globalización”, y los intereses a corto plazo fueron ocultando, en el apogeo de la expansión neoliberal, el deterioro medioambiental, las burbujas económicas, la impunidad en el espacio supranacional con inadmisibles tráficos de toda índole, personas incluidas; el incremento de las asimetrías sociales; la deslocalización fundamentada en el “todo vale”… Todo ello aderezado con invasiones como las de Kósovo o Irak, basadas en la discrecionalidad y la mentira, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad.

De pronto, en momentos en que el gasto militar alcanzaba diariamente los 4.000 millones de dólares al tiempo que morían de hambre más de 60.000 personas, llegó la quiebra del sistema financiero en EEUU y su inmediato “rescate”. No había dinero para los Objetivos del Milenio, para la lucha contra el hambre y la pobreza extrema, ni contra el sida, pero, de pronto, aparecieron torrentes de fondos para salvar del naufragio a los mismos financieros que habían provocado la catástrofe. El Gran Dominio, restablecido, vuelve a las andadas y ha decidido aplicar a los países de la eurozona los mismos “ajustes” que durante décadas aplicó a los países en desarrollo: recortes, despidos masivos, privatizaciones a mansalva…

Sin embargo, desde los primeros años de la década de los noventa se viene fraguando el cambio radical que podría hacer posible que el siglo XXI sea el siglo de la gente. Desde el origen de los tiempos, unos cuantos hombres han mandado sobre el resto de los hombres y de las mujeres. Los ciudadanos no han tenido más opción que obedecer, ofreciendo sin discusión hasta su propia vida cuando quienes ostentaban el poder así lo requerían. Las elecciones han representado un importante adelanto, pero su “formalización progresiva” ha llevado, junto a una notoria desinformación de la ciudadanía, a democracias muy imperfectas, donde los ciudadanos son contados en las elecciones, pero luego no son tenidos en cuenta.

Pues bien, cuando la tecnología de la comunicación empezó a permitir la exposición libre –por internet y los SMS de la telefonía móvil–, estaba claro que la participación no presencial sería el gran factor de transformaciones de hondo calado. Mediante los mismos avances tecnológicos se está procurando distraer a “los pueblos”, mantenerlos como espectadores impasibles, como receptores permanentes. Pero han sido ya muchos, y serán muchos más en el futuro próximo, los que vayan incorporándose a la gran plaza mundial del ciberespacio, a la gran Puerta del Sol, desde donde pedirán, como Blas de Otero, “la paz y la palabra”. Sus voces, expresadas serena y pacíficamente, ya no podrán ser desoídas.

Esta capacidad va acompañada de una conciencia global y de un conocimiento de la realidad a escala planetaria que permiten no sólo conocer las precariedades de los demás, sino apreciar lo que cada uno posee. Los ciudadanos del mundo se van dando cuenta de que pueden modificar las formas de gobernación mundial y hacer frente a los poderes que siempre han deseado, desde sus altos pedestales, mantenerlos atemorizados y silenciados.

Así, en Irán, China, Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Siria, Italia o Reino Unido hubo concentraciones importantes, especialmente en el caso de la Primavera Árabe, movilizadas desde el ciberespacio, y el 15 de mayo se inició en España la reunión de los indignados, que respondían así a la provocación del lúcido nonagenario Stéphane Hessel. Urgidos, pero sin violencia, los ciudadanos, especialmente los jóvenes, están planteando con propuestas concretas una auténtica reformulación de la democracia. “Situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes”, ha escrito Amin Maalouf, y me gusta repetirlo. Ha llegado el momento de la reacción popular, de formular propuestas muy concretas e innovadoras que respondan a los “esfuerzos creadores” que Robert Schumman reclamaba en 1950 para la Europa comunitaria que iniciaba su andadura.

Reforma inmediata de la Ley Electoral, supresión de los paraísos fiscales, rechazo a los servicios de los bancos que utilizan esos medios de evasión, transición urgente desde una economía de especulación a una productiva, desarrollo global sostenible, son algunas de esas propuestas. Otras son la autonomía europea en seguridad, con sus propios observatorios y mecanismos de calificación y decisión económica; el inaplazable desarme nuclear, y refundación de un sistema de Naciones Unidas como interlocutor único, dotado de toda la autoridad necesaria para resolver conflictos como los que hoy intentan –con efectos colaterales inadmisibles– abordar infructuosamente los periclitados G-8 o G-20. Todo esto podría ser realidad en poco tiempo.

*Artículo publicado en "Público", 2.07.11