El “Día Internacional de la
Democracia” es el momento oportuno para reflexionar en voz alta sobre lo que
significa como comportamiento a escala personal, local, nacional, regional e
internacional, sobre el apremio de respetar los “principios democráticos” que
enunció en 1945 la Constitución de la UNESCO y que, ahora, deben consolidarse
como solución en todo el mundo.
La situación es especialmente delicada, sobre
todo en Europa, donde han sido los
mercados los que han condicionado la acción política hasta el punto de llegar,
en “países-símbolo” como Grecia e Italia, a designar a los gobiernos sin
comicios electorales. Fue un inmenso error permitir que los “globalizadores
neoliberales” sustituyeran los valores por las leyes mercantiles y las Naciones
Unidas por grupos plutocráticos (G-6, G-7, G-8… G-20). La crisis sistémica es
de tal gravedad, que puede vaticinarse una pronta inflexión, un “nuevo
comienzo”.
El lema de este año es “Reforzar las voces en favor de
la democracia”. “En el corazón de la democracia –ha escrito el Secretario
General de las Naciones Unidas- reside la capacidad de expresar la voz del pueblo para decidir cómo es gobernado”.
Hoy es posible, por primera vez en la
historia, la participación no presencial gracias a la moderna tecnología de
comunicación. Utilicémosla, unamos voces, miles, millones de voces, para que
logremos que las democracias “formales” vayan perdiendo altura y se fortalezca
la democracia genuina, la que tiene en cuenta permanentemente a los ciudadanos
que representa.
Nunca olvidaré cuando, hablando un día de democracia
“auténtica”, me dijo mi padre: “La democracia se basa en repartir”. Los que más
tienen, los más afortunados deben ser solidarios y ofrecer igualdad de
oportunidades a los que tienen menos. Que todos los insolidarios, los que
acumulan, los que evaden sus responsabilidades fiscales, lo tengan bien presente:
democracia es repartir, com-partir.
La Carta de las Naciones Unidas, que fue adoptada en nombre de los «pueblos de las
Naciones Unidas», reafirma la «fe en los derechos humanos fundamentales, en la
dignidad y la valía de la persona humana, en la igualdad de derechos entre
hombres y mujeres y de las Naciones grandes y pequeñas»... Sin embargo, el
término "democracia" no se utiliza en ninguna de sus disposiciones.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos sólo
se refiere a la democracia una vez en el artículo 29.2: "...los derechos
se basan, principal pero no únicamente, en los requisitos de moralidad, orden
público y el bienestar general en una sociedad democrática".
Durante la “guerra fría” la democracia se refugió en
las Organizaciones regionales (el Consejo Europeo, la Organización de Estados Americanos
y, algún tiempo después, en la Unión Europea). Desde 1989 la democracia ha sido
un tema continuamente abordado por las grandes Organizaciones internacionales:
las Naciones Unidas, la Unión Africana, y la Unión Interparlamentaria que este
año, precisamente, promueve la celebración del Día Internacional a través de
los Parlamentos asociados de 162 países.
La democracia sólo puede existir si los derechos
humanos son respetados y protegidos, mientras que los derechos humanos a su
vez, sólo pueden florecer dentro de un
régimen democrático.
Por cuanto antecede, hace unos años procedimos, con
Karel Vasak, Juan Antonio Carrillo Salcedo, Mario Soares, Edgar Morin, François
de Bernard,… a la redacción de un proyecto de “Declaración Universal de la
Democracia”, que se presentó en el mes
de octubre de 2012 ante el Consejo de Europa y que, después, ha seguido
incorporando observaciones y comentarios de diversos especialistas, contando en
este momento con un importante número de signatarios (http://www.fund-culturadepaz.org/democracia_esp.php
).
Esta es la
primera vez que la democracia se considera en todas sus facetas: política,
económica, social, cultural e internacional.
Considero de interés reproducir los siguientes
artículos, o parte de los mismos:
“Artículo 1. La democracia es un régimen político, económico, social,
cultural e internacional, fundado en el respeto de la persona humana, cuyos
derechos y deberes son indivisibles, en la supremacía y la independencia de la
justicia y del derecho, así como en la posibilidad de toda persona de
participar en la vida y en el desarrollo de la sociedad, en libertad y
paz, siendo plenamente consciente de la igual dignidad y de la
interdependencia de los seres humanos,
en un medio cultural y natural favorable”.
“Artículo 11.1 La democracia debe desarrollar sistemas económicos fundados en la justicia social, a la cual se subordinarán siempre todos los otros aspectos y dimensiones de la vida económica, en un contexto de competencia libre y leal así como la indispensable cooperación, con el fin de alcanzar un desarrollo humano y económico sostenible, una prosperidad compartida, el fomento del empleo y el trabajo, y la utilización racional de los recursos económicos, alimenticios, naturales y energéticos. En la democracia, el objetivo fundamental es que toda persona, sin excepción alguna, pueda acceder a los bienes y a los servicios –particularmente de salud- necesarios para una vida digna de ser vivida”.
“Artículo 11.1 La democracia debe desarrollar sistemas económicos fundados en la justicia social, a la cual se subordinarán siempre todos los otros aspectos y dimensiones de la vida económica, en un contexto de competencia libre y leal así como la indispensable cooperación, con el fin de alcanzar un desarrollo humano y económico sostenible, una prosperidad compartida, el fomento del empleo y el trabajo, y la utilización racional de los recursos económicos, alimenticios, naturales y energéticos. En la democracia, el objetivo fundamental es que toda persona, sin excepción alguna, pueda acceder a los bienes y a los servicios –particularmente de salud- necesarios para una vida digna de ser vivida”.
4 comentarios
”La historia siempre se repite. La primera vez es una tragedia, la segunda es tan sólo una farsa”. (Karl Marx).
15 de septiembre de 2013, 16:56Y como pienso que esto ya es todo una farsa, y que actúan a sabiendas de lo que están haciendo y sin ningún tipo de escrúpulo humano, pues creo que hay que actuar ya de forma firme y retunda en esta guerra declarada. PENA DE MUERTE Sr. Federico, contra los intereses del capital que destruyen a los intereses de las sociedades. Pena de muerte a los evasores fiscales, y a los lobbies empresariales que imponen gobernantes. Me da igual que no sea con carácter retroactivo, y lo que se ha hecho hasta aquí, que quede hecho. PERO QUE NO SE RETROALIMENTE.
Parafraseando a Herbert George Wells, hablo también rotundo como él: "o acabamos con la corrupción, o la corrupción acabará con nosotros".
Hoy nadie puede celebrar este cumpleaños. Saludos.
Por lo menos prisión para los responsables del delito que han cometido contra la nación: prisión para Rajoy y sus secuaces, prisión para los banqueros que han robado al país. Ya no es posible que se salgan de rositas. Son criminales, y tienen que pagar por sus fechorías. Toda la cúpula del FMI también deberá ir a la cárcel, así como los lobbys empresariales-imperialistas que están saqueando los recursos de todo el planeta. Basta ya: esa gente es criminal y hay que ir a por ellos, si no van a destruir la humanidad y el mundo. No van a parar hasta que no hayan chupado la sangre del planeta entero. Conocemos a los delincuentes internacionales, ahora hay que ir a por ellos. Unidos, podremos.
16 de septiembre de 2013, 9:55¿Quién puede tener miedo a la democracia según usted la define en estos comentarios que hace?
16 de septiembre de 2013, 12:21¿A quien puede interesar que lo que usted expone aquí, incluido el comentario de su padre: “La democracia se basa en repartir”, no se haga realidad?
Pues yo pienso, cuidado y desconfiemos de aquellos que rechazan o no practican estas definiciones de democracia.
Muy interesante la Declaración Universal de Democracia http://www.fund-culturadepaz.org/declaracion/Declaracion_Universal_Democracia.pdf
Lo que tenemos lo vamos creando entre todos y si hay que cambiar las ideas, principios, creencias, y definiciones, para vivir mejor todos (la mayoría), pues se cambian.
Tengo entendido que usted ve con buena mente(con buenos ojos) cambiar el Título VIII De la Organización Territorial del Estado, en la Constitución ESPAÑOLA http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=137&fin=158&tipo=2 Pues a lo mejor ganaríamos todos o la mayoría, un poco más. Porque eso de obligar a alguien a que este conmigo no parece buena idea, incluido en la pareja. A lo mejor los españoles salíamos más rápidamente de la crisis.
Saludos
A la democracia no hemos llegado, querido Sr. Mayor. ¡La democracia está por venir! hay mucho que profundizar en los muy imperfectos acuerdos del presente, para que se pueda decir "democracia".
17 de septiembre de 2013, 14:22Cordiales saludos,
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