Breve historia de un ciempiés, con moraleja

jueves, 19 de septiembre de 2013

Cuentan que un ciempiés muy preocupado por la dificultad de poder marchar correctamente moviendo a la vez y bien acompasadas sus cien extremidades, decidió visitar al animal que tenía fama de ser el más lúcido y hallar rápidamente soluciones. “Me han dicho que está muy preparado… y que hasta puede expresarse fluidamente en inglés”. 

Y se dirigió a la consulta del tan renombrado lince. Le explicó el mal “estructural” que le aquejaba. El lince reflexionó durante algún tiempo y después, mirando fijamente al ciempiés, le dijo: “Ya lo tengo. Lo que debe hacer es convertirse en cuadrúpedo: cuatro patas dan una gran estabilidad y, movidas horizontal o transversalmente, permiten un desplazamiento bien controlado”. 

El ciempiés escuchó con fruición la recomendación del sabio lince y se marchó agradecido y alborozado.

Pero, de pronto, se detuvo y se dijo: “Me ha dicho lo que debo hacer… pero no cómo”… Desanduvo a toda prisa –la que le permitían sus cien pies embarullados- el camino recorrido, se presentó delante del lince y exclamó: “Me ha gustado mucho la solución que me ha dado… pero se le ha olvidado decirme cómo”. El lince le miró de nuevo fijamente y le dijo (¡en inglés!): “This is not my role. I am a policymaker” (“Esta no es mi función, yo soy un político”). 

Moraleja: a partir de ahora, en los programas electorales, en los debates parlamentarios, en todos los proyectos y propuestas… los ciudadanos no olvidaremos exigir que los qué vayan acompañados de los cómo. Así, verbigracia: “…la solución está en crear empleo”. ¿Cómo?; “…vamos a asegurar el bienestar social”. ¿Cómo?, etc., etc., etc.

7 comentarios

Sr. Federico, no quisiera sonar a "agonías", pero le cuento mi experiencia hablando de estas cosas del "voto responsable" con la gente:

Unos dicen que prefieren votar lo malo conocido que lo peor por conocer. Otros votan "X" porque la familia siempre ha votado así. Los hay que votan "X" porque así les interesa en su trabajo. Otros tienen miedo al cambio y siguen con el voto eterno. Otros obedecen órdenes de partido. Otros "tienen amigos" en "X" partido. Otros incluso ya empiezan a vender su voto por unos puñados de euros o favores. Los hay INCLUSO que votan a la cara más simpática, y hasta los hay que ya ni votan porque ya no creen en nada. Finalmente quedan los que no pueden votar porque se han movido de ciudad, y no están registrados en sus nuevas circunscripciones. Añádale a todo ello el grave problema de las ideologías de este país: el que es de izquierdas, vota izquierdas "porque sí" y punto final.

Ante tal panorama desolador, me atrevería a decir que calculo de forma intuitiva que habrá un +-10% de la población en España que realmente vota con conocimiento de causa y de forma responsable. A éstos no hace falta decirles que exijan responsabilidades y concreciones en los programas electorales, porque ya están preparados para ello y lo hacen sin decírselo. Pero mucho me temo que a todos los anteriores casos que he dicho, TAMPOCO hace falta decirles ya nada, porque por activa y por pasiva se les ha dicho todo esto, pero ellos siguen "erre que erre" en su pescadilla. Les importa un bledo el concepto "programa electoral".

Conclusión: realmente no sé muy bien para qué sirve un proceso electoral en estas circunstancias tan faltas de "conciencia de sociedad". Mejor propongo que reformemos todo desde cero, hagamos una Constitución transparente que delimite y evite hasta la pulcritud todas estas cosas, que "exija" alguna especie de esfuerzo de aprendizaje al que quiera votar para que lo pueda hacer con responsabilidad y conocimiento de causa (y si no, pues que no vote), y empecemos YA una nueva transición hacia lo que de verdad es la "DEMOCRACIA" en todos sus principios. Creo que hasta hoy todavía no sabemos ni lo que hemos vivido en este país. A las pruebas de todo me remito.

Abrazos.

19 de septiembre de 2013, 17:44

¿¿No hay que hacer un examen para conducir??. Pues lo mismo propongo para votar. El que decida sobre el futuro del país, que lo haga porque se esfuerza para poder decidirlo.

(..ya me callo, ya ;)).

19 de septiembre de 2013, 17:56
Anónimo dijo...

-Historia del Lince-
Si, amigo Zaragoza, a mi me gusta más “La Historia del Lince”, o la historia del “lince lumbrera”. Porque casi por donde vayamos o estemos, nos rodean multitud de “linces lumbreras”. Desde amigos y familiares listillos o listones, hasta compañeros de trabajo rastreros, vecinos insoportables, pasando por algunos que juegan a ser dueños de los demás, llámense empresarios, banqueros, gobernantes, etc. No escapamos a la tentación de actuar todos, un poco, como "el lince lumbrera" de la Breve historia. Porque en definitiva todos tenemos algo de linces, unos más otros menos.
Incluso en las regiones españolas nacen, crecen y se reproducen las distintas especies de linces; meando allí por donde pasan para marcar su territorio.

Lumbrera: Persona que brilla por su inteligencia y conocimientos excepcionales. (Eso es lo que creemos algunos, ¿Verdad?)

21 de septiembre de 2013, 17:04
Anónimo dijo...

A Jorge Medina Azcárate.
Lo normal es que siempre esté de acuerdo con usted pero esta vez tengo que disentir, no creo que nadie ni nada pueda examinar si alguien está en condiciones o no de poder decidir a cerca de cómo o quién quiere que dirija su futuro, acuerdese que esto, en democracia, es un derecho (otro cosa es si la democracia que dicen que vivimos es real o no...), creo que el ejemplo del examen de conducir no fue muy afortunado.
un saludo.

23 de septiembre de 2013, 17:13

Hola Anónimo,

Gracias por compartir cuando estamos de acuerdo, e incluso por disentir cuando no lo estamos. Eso son los buenos debates.

En Democracia absolutamente todos los derechos son "tales", cuando se hace un uso apropiado de ellos en plena libertad para poder así disfrutarlos. Es legal beber alcohol, pero se penaliza cuando ese derecho a beber no se ejecuta de forma correcta, ya sea conduciendo, o excediéndose en los botellones. De la misma forma es legal conducir, pero se penaliza con retirada de puntos cuando no se hace de la forma adecuada a las normas sociales. Ambos son derechos universales en Democracia, pero se rigen por "deberes" y exigencias acordes a su responsabilidad.

Ésta es la justificación por la que ponía mi "deseo" (totalmente personal) de regular el derecho al voto en base a la responsabilidad ética, social o constructiva de país, que se le exige a ese derecho del voto cuando se ejecuta. Elegir el destino de todo un país no me parece a mí algo tan banal como para estar viendo las prácticas que recogía en mi primer comentario (no las voy a repetir). Por eso la justificación de mi comentario, hacia la regulación del ejercicio del voto en base a "sus deberes" de comportamiento para alguien que quiere decidir sobre el destino de 50 millones de españoles. Saludos.

24 de septiembre de 2013, 11:48
Anónimo dijo...

entendí que proponía realizar un examen y que sólo aquellos que lo apruebaran puedan votar como si de conducir se tratara... como siempre, totalmente de acuerdo con usted.
un saludo.

24 de septiembre de 2013, 16:14

Sí,sí,.. es que es más o menos lo que estoy diciendo. Yo no sé si tiene que ser un "exámen" entendido como tal, o un "cursillo de formación" (..esto se hace por ejemplo en los conductores de motocicletas con potencia menor de 50cc., o incluso con los manipuladores de alimentos en Hostelería). "ALGO" que fuerce al que quiera ejercer su derecho al voto, a conocer los diferentes programas electorales que se presentan en las candidaturas, que le obligue (como deber paralelo al derecho), a instruirse sobre lo que va a votar, y que de alguna forma, garantice unos mínimos de "participación socialmente responsable" a la hora de decidir sobre el destino de tantos españoles. Esto encima sería una vez cada 4 años, así que si la gente no está dispuesta a hacerlo, pues a mí personalmente ya me está indicando el nivel de implicación que tiene la gente a la hora de "construir país". Y si no quiere hacerlo, pues no pasa absolutamente nada, el voto no es obligatorio, y por tanto que no vote si no quiere y ya está (..esto pasa también hoy). Pero lo que sí creo que hay que evitar ya a toda costa, son esas malas praxis del que vaya a votar que decía en mi primer comentario, que son ya producto de un sistema muy viciado, y una sociedad ya terriblemente carente de valores y totalmente perdida sin rumbo. Así va el país.

Si usted no lo comparte como se lo intento explicar, pues tampoco pasa nada, aquí hay diferentes opiniones y que cada uno saque sus conclusiones. Saludos y gracias por todo.

24 de septiembre de 2013, 20:03