“El G-20 se atasca en el empleo”, es el título de una abundante información -comprende dos páginas- que figuró en “El País” del 7 de este mes.
¡Si sólo se “atascaran” en el empleo! El G-20, sucesor del G-8 (que continúa impertérrito) y del G-7 (que pervive, así mismo, en la más absoluta inoperancia), se ha reunido en San Petersburgo el fin de la semana pasada.
En cinco años –se reunió por primera vez en Washington en noviembre de 2008 cuando la zozobra bancaria- el G-20 ha logrado el “rescate” y “dar estabilidad a la banca y los mercados”. Pero nada ha hecho en favor del empleo y en evitar o paliar las crecientes desigualdades sociales. Y, sobre todo, ha incumplido las dos promesas solemnes que hizo en 2008 para que los Estados Unidos y Europa aportaran los cuantiosos fondos que se requerían para evitar el naufragio financiero: se regularía con rapidez y eficacia el sistema internacional y se eliminarían sin tardar los paraísos fiscales. Es evidente que la economía sigue sin “regularizarse” y que los paraísos fiscales están más colmados que nunca.
Ahora, después de cinco años, se formularon nuevas medidas contra la evasión fiscal y los paraísos… que nadie está dispuesto a poner en práctica. Los grandes fondos y empresas son tan influyentes como indiferentes. Sólo un Consejo Socioeconómico en unas Naciones Unidas refundadas tendría el abasto y la autoridad para dictar las pautas que impidieran a personas y entidades negociar, depositar, etc. fondos en bancos que figuraran en la “lista negra” a escala mundial…
En cuanto al trabajo, asusta que algunos miembros del G-20 consideraran que podría darse el caso de una “recuperación sin empleo”.
Todos los disparates pueden esperarse de estas instituciones oligárquicas y plutocráticas que inventaron los “globalizadores”.
La gente debe movilizarse a escala planetaria en favor del establecimiento de un Sistema de Naciones Unidas eficaces, rehusando seguir la danza retrógrada, antisocial y antidemocrática de los “grupos“ se hallen constituidos por 7, 8 ó 20 países.
Es una cuestión esencial si se quiere, realmente, iniciar un cambio relevante.
¡Si sólo se “atascaran” en el empleo! El G-20, sucesor del G-8 (que continúa impertérrito) y del G-7 (que pervive, así mismo, en la más absoluta inoperancia), se ha reunido en San Petersburgo el fin de la semana pasada.
En cinco años –se reunió por primera vez en Washington en noviembre de 2008 cuando la zozobra bancaria- el G-20 ha logrado el “rescate” y “dar estabilidad a la banca y los mercados”. Pero nada ha hecho en favor del empleo y en evitar o paliar las crecientes desigualdades sociales. Y, sobre todo, ha incumplido las dos promesas solemnes que hizo en 2008 para que los Estados Unidos y Europa aportaran los cuantiosos fondos que se requerían para evitar el naufragio financiero: se regularía con rapidez y eficacia el sistema internacional y se eliminarían sin tardar los paraísos fiscales. Es evidente que la economía sigue sin “regularizarse” y que los paraísos fiscales están más colmados que nunca.
Ahora, después de cinco años, se formularon nuevas medidas contra la evasión fiscal y los paraísos… que nadie está dispuesto a poner en práctica. Los grandes fondos y empresas son tan influyentes como indiferentes. Sólo un Consejo Socioeconómico en unas Naciones Unidas refundadas tendría el abasto y la autoridad para dictar las pautas que impidieran a personas y entidades negociar, depositar, etc. fondos en bancos que figuraran en la “lista negra” a escala mundial…
En cuanto al trabajo, asusta que algunos miembros del G-20 consideraran que podría darse el caso de una “recuperación sin empleo”.
Todos los disparates pueden esperarse de estas instituciones oligárquicas y plutocráticas que inventaron los “globalizadores”.
La gente debe movilizarse a escala planetaria en favor del establecimiento de un Sistema de Naciones Unidas eficaces, rehusando seguir la danza retrógrada, antisocial y antidemocrática de los “grupos“ se hallen constituidos por 7, 8 ó 20 países.
Es una cuestión esencial si se quiere, realmente, iniciar un cambio relevante.
1 comentario
Si tenemos que esperar que el empleo venga de los de arriba G20, G8, G7 o los famosos lobbies, seguramente seguiremos como hasta ahora y mejoraremos poco.
10 de septiembre de 2013, 16:24Podríamos empezar a pensar en crear los “lobbies sociales”: Grupos de personas mentalmente SANAS y organizadas para presionar por cambios beneficiosos para todos, con la idea de que el trabajo es un intercambio de cosas (bienes, servicio, dinero, comida, ayuda, etc.), que se elige de forma voluntaria y libremente, se pacta y se ejecuta de forma justa, seria, RESPETUOSA y responsable.
¿Por qué seguir con la idea de trabajo, según lo conocemos hoy día? Al final se convierte en una esclavitud y se utiliza por las clases DINERO-PODER (minoría) para controlar y dominar a los demás (la mayoría)
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