Es una gran irresponsabilidad permanecer inactivos, impasibles, como si las soluciones pudieran aplazarse.
Nos hallamos, por primera vez en la historia, ante procesos potencialmente irreversibles desencadenados por la actividad humana.
Las comunidades científica, académica, artística, intelectual, en suma, tienen el deber, por ser las más conscientes de la situación, de situarse a la vanguardia de la movilización popular que debe corregir las tendencias presentes y ofrecer unos caminos en los que sean realmente “los pueblos” y no unos cuantos, los que lleven en sus manos las riendas del destino común.
Permanecer inactivos es un delito, porque afecta gravemente las condiciones de vida de las generaciones venideras.
2 comentarios
Esto es una espiral que se retro-alimenta: las soluciones que deberían venir de quienes se lanzan a la vanguardia, dependen de las decisiones del Poder. Y Poder HOY lleva a corrupción, impunidad, y por lo tanto inmovilismo, o lo que usted llama ¨inactividad¨. El miedo de la necesaria ¨parte activa¨(inactiva), deriva en el sometimiento desde la otra ¨parte complacida¨, la que reniega de vanguardias cuando las cosas le van bien como están (esta parte sí que es activa)....Pescadilla que se muerde la cola, Sr. Federico.
30 de junio de 2016, 10:50Realmente ya no sé quién puede romper el eslabón de esta cadena tan férrea, esto es desesperante. Uno lo intenta, y se encuentra siempre con el mismo muro. Hace una semana estuve debatiendo este tema con un periodista de la OEA, y las conclusiones giraban con que parece que volverán las revueltas, las épocas revolucionarias, y en definitiva: EL VOLVER A APRENDER LO YA OLVIDADO.
Un abrazo.
Ineptocracia:la mas usual ariante de la democracia
1 de julio de 2016, 13:56Un sistema de gobierno donde los menos capaces para gobernar son elegidos por los menos capaces de producir y donde los demás miembros de la sociedad menos capaces de mantenerse a sí mismos o tener éxito, son recompensados con bienes y servicios que han sido pagados por la confiscación de la riqueza y el trabajo de un número de productores en continuo descenso.
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