Da la impresión de que predominan los
asesinos, dementes, desvergonzados, haraganes, corruptos… cuando, por fortuna, predominan
los seres humanos solidarios, generosos, que se desviven por atender a los
demás. Múltiples malos ejemplos que se
divulgan a los cuatro vientos… cuando los más numerosos buenos ejemplos permanecen
en los grandes ámbitos de lo silenciado.
Cuando se comunica lo extraordinario,
lo insólito, lo que no tiene lugar habitualmente -que por esto es “noticia”- se
debería acto seguido indicar cuál es la incidencia, qué grado de alarma social
conllevan, qué atención ciudadana merecen…
Cuando, por ejemplo, leo o veo
sucesos escolares muy poco edificantes, pienso que hay más de 800 mil docentes
en España y unos 10 millones de alumnos en los distintos grados, la mayoría de
los cuales observan una conducta apropiada y, con frecuencia, excelente.
En consecuencia, debe destacarse la
excepcionalidad de los acontecimientos que se cuentan… o su trascendencia
porque, de otro modo, progresivamente sólo interesa y preocupa el estado del
músculo abductor que permitirá o no que tal futbolista pueda intervenir en la
próxima contienda…
En resumen: además de las “noticias”
sobre desastres, asesinatos, catástrofes… comuniquen, por favor, informaciones
sobre hechos que pongan de manifiesto la inmensa bondad que anida, por fortuna,
en tantas personas… y aquellos que resultan en beneficio de toda la
humanidad. Hace tan sólo unos días
expusimos, con gran alegría, la prevención -que siempre es la mayor victoria-
de enfermedades metabólicas en el neonato gracias a la “prueba del talón”. Estas alteraciones moleculares, si no se
detectan y tratan a tiempo, originan un gravísimo deterioro neuronal irreversible. En las últimas cinco décadas se han evitado
estas discapacidades en más de 5,000 personas, que viven con total normalidad. Que los medios de comunicación ponderen el
valor de la prevención, que insistan en la importancia de invertir en
salud y bienestar, en un nuevo concepto de seguridad que permita evitar
o aminorar el efecto de las catástrofes naturales o provocadas, que exalte las
actividades de tantos voluntarios que mitigan sufrimientos ajenos…
Sí, por favor: ¡dennos también
buenas noticias!
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