“Compelidos a la rebelión”

jueves, 29 de mayo de 2014

El segundo párrafo del Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que, si no se pueden ejercer plenamente los derechos que les son inherentes, los seres humanos “pueden verse compelidos a la rebelión”. 

Atender a la “gente”, hacer frente a los grandes retos “inventando” las soluciones. 

Si no hay evolución hay revolución. Si no se procuran satisfacer las necesidades mínimas de la existencia humana, se pasa de la voz al grito, del grito a la rebelión. 

Y es que: 

-Son inadmisibles las crecientes desigualdades. 

-Es inadmisible que mueran de hambre diariamente miles y miles de personas, en su mayoría niños y niñas de 1 a 5 años de edad, al tiempo que se invierten en armas y gastos militares más de 3.000 millones de dólares. 

-Es inadmisible que, según OXFAM, 85 personas posean una riqueza equivalente a la mitad de la humanidad. 

-Es inadmisible que cada día se incremente el deterioro del medio ambiente, afectando la habitabilidad de la Tierra. 

-Es inadmisible que la gobernanza mundial esté en manos de grupos plutocráticos (G-6, G-7, G-8, G-20). 

-Es inadmisible que los paraísos fiscales, en lugar de haberse suprimido, se hallen más colmados que nunca. 

-Es inadmisible que la política se halle subordinada a los intereses económicos. 

-Es inadmisible que los mercados hayan llegado, en la Europa sometida, a designar a gobiernos sin urnas en la misma cuna de la democracia. 

-Es inadmisible que la competitividad no se base en el conocimiento y la innovación sino en salarios progresivamente reducidos… 

Por todo ello, es apremiante: 

-Establecer un multilateralismo democrático, refundando el Sistema de las Naciones Unidas, dotándola de la representatividad apropiada (“Nosotros, los pueblos…”) y de los medios personales, financieros y técnicos necesarios. Este es el gran liderazgo que la humanidad espera. 

-La solución es más y mejor democracia, a escala global, regional y local. 

-La habitabilidad de la Tierra se está deteriorando y es inaplazable sustituir una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra por una economía basada en el conocimiento para un desarrollo global sostenible y humano. 

-Transitar desde una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de encuentro, conciliación, alianza y paz. 

-Un colosal clamor popular liderado por las comunidades científica, académica, artística… debe alzarse para que los cambios radicales tengan lugar antes de que se alcancen puntos de no retorno. 

-El “nuevo comienzo” que preconiza la Carta de la Tierra no puede demorarse.

Conciencia global para las profundas transformaciones inaplazables

jueves, 22 de mayo de 2014

I
 

No podemos seguir tolerando que cada día mueran de hambre y desamparo miles de seres humanos, la mayoría niños y niñas de 1 a 5 años, al tiempo que se invierten en gastos militares y armamento más de 3.000 millones de dólares. 

Es preciso la transición desde una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo global sostenible basada en el conocimiento, acompañada del establecimiento de prioridades a escala mundial (alimentación; acceso al agua potable; salud; medio ambiente; educación y paz). Todo ello bajo unas Naciones Unidas refundadas, representativas de "Nosotros, los pueblos"... dotadas de los medios personales, técnicos y financieros indispensables. Sólo de esta manera podremos hacer frente a las responsabilidades intergeneracionales, "nuestro compromiso supremo", según palabras del Presidente Mandela. 

-No podemos seguir tolerando que "el Estado de bienestar" acoja únicamente, en el mejor de los casos, al 20% de la humanidad en el barrio próspero de la aldea global. El otro 80%, en un gradiente progresivo de precariedades, vive en condiciones incompatibles con la igual dignidad humana. 

-Ni podemos tolerando que el multilateralismo democrático se haya sustituido por grupos plutocráticos (G7, G8, G20...) pretendiendo que unos cuantos países ricos "gobiernen" a 196!.

-¿Cómo puede aceptarse que la familia humana siga viviendo con la "espada de Damocles" de las bombas atómicas, de las ojivas nucleares? 

-¿Cómo puede aceptarse que, según recientes datos de Oxfam, 85 personas posean una riqueza equivalente a la de la mitad de la especie humana (3.300 millones de personas)? 

-¿Cómo puede aceptarse que los Estados, progresivamente débiles, sean marionetas de grandes consorcios multinacionales, progresivamente fuertes? 

Al mirar a los ojos de mis nietos y de mi biznieta pienso en todos los niños del mundo y en los terribles versos de José Ángel Valente -"Esperaba tu voz...- y no llegó", y la rotunda frase de Albert Camus -"Los despreciaba, porque pudiendo tanto se atrevieron a tan poco"-. 

Ante horizontes tan sombríos, física y conceptualmente, leo y releo el poema esclarecido de Miquel Martí i Pol: "Que todo está por hacer y todo es posible... pero, ¿quién si no todos?". 

Sí, ¿quién, si no todos

Juntos podemos. 

Es tiempo de conciencia global, de ciudadanos del mundo. 

Vengo de las tierras del Ebro. Soy de Barcelona. Me siento profundamente catalán. Y español. Y europeo. Pero me siento, sobre todo, ciudadano del mundo. 

Los desafíos son globales. 

Nuestra respuesta hoy ya puede ser oída sino escuchada: las nuevas tecnologías de la comunicación permiten el clamor popular. 

Hay más mujeres en la toma de decisiones. La mujer es pieza clave para este futuro distinto que anhelamos.

El por-venir está por-hacer. Inventémoslo. 

Seamos capaces de mirar lejos y alto. 

Las generaciones venideras nos lo reclaman. 

 II 

En la Transición, todos procuramos, con determinación y coraje, que a un general le sustituyera un civil. Y así se consiguió el pluralismo político, con muy importantes concesiones, que no deben olvidarse, de quienes subordinaron a la naciente democracia muchos trechos de su recorrido. Y se inició la vertebración del Estado. 

"Sinfonía inacabada", dijo Adolfo Suárez, ante las inmensas presiones de los que fraguaban el golpe de Estado para conseguir un Gobierno de coalición presidido por un militar. Aquel "España roja pero no rota" dejó sin terminar la articulación auténticamente federal de España, sin fueros históricos ni privilegios. 

Las Comunidades Autónomas han sido una buena alternativa a la "verticalidad" anterior. El resultado está a la vista. Pero hace ya tiempo que tanto el contexto interno como exterior aconsejaban cambios en la Constitución -especialmente profundos en el capítulo octavo- para que el Estado español pudiera jugar en la Unión Europea y en el multilateralismo democrático el importante papel que le corresponde. 

El nacionalismo españolista ha sido en ocasiones más agresivo e inoportuno que los periféricos. Aquellos millones de firmas contra el Estatuto catalán, los reiterados desplantes y dontancredismo del Gobierno, han contribuido a exacerbar a quienes están convencidos de que el pleno desarrollo de su identidad cultural unido a una gran capacidad de autogobierno permitiría un mayor bienestar al conjunto de la población. El proceso ha derivado en la transición desde aspiraciones realmente autonómicas a independentistas. En lugar de hallar satisfacción a las justas aspiraciones con fórmulas políticas bien acreditadas -los Estados Unidos de Norteamérica, Alemania, Brasil, México... se plantean secesiones que no están previstas en la Unión Europea ni en las Naciones Unidas y que, sobre todo, no contribuyen a la apremiante necesidad de abordar -"¿quién si no todos?"- los grandes desafíos planetarios. 

Busquemos, juntos, las fórmulas apropiadas. Existen. Tenemos el deber de hallarlas. O de inventarlas. Es ahora el momento de decidir los caminos del mañana, que hace más de 30 años dejaron incompletos los anclados en el pasado. Ahora necesitamos vigías del futuro, con visión del conjunto de la Tierra. Teniendo en cuenta a todos los ciudadanos del mundo. Teniendo en cuenta en suma a los propios descendientes.

Decir que no. Clamor popular

miércoles, 21 de mayo de 2014

Hasta hace poco no podíamos expresarnos. Éramos invisibles, anónimos, súbditos, obedientes. 

Ahora, de pronto, podemos ser visibles, identificables. El tiempo del silencio y del miedo ha concluido.

Ahora podemos decir que “no”. En un reciente y espléndido artículo en “El País”, Antonio Muñoz Molina, refiriéndose a Raimon, escribe: “A lo que Raimon dice “no” no es a la independencia sino a la aquiescencia, a la astucia discreta de la conformidad. 

Ahora podemos decir lo que pensamos. Ahora podemos actuar en virtud de nuestras reflexiones. 

Son exigibles los cambios radicales. El mundo no puede seguir incrementando las desigualdades, la extrema pobreza, el deterioro de la habitabilidad de la Tierra, la muerte cotidiana por inanición de miles de seres humanos. Es un genocidio inaparente, que transcurre en la opacidad y el desamor. No podemos seguir pensando en el “bienestar” de un 20% de la humanidad tan sólo. No podemos seguir gobernados por grupos plutocráticos (G7, G8, G20…) cuando somos 196 países. 

Es inaplazable la transición de súbditos a ciudadanos plenos; de espectadores a actores; de pusilánimes a intrépidos. 

Europa no puede seguir con una Unión monetaria sin unión política ni económica. No puede seguir insolidaria, llena de paraísos fiscales, sin ayudar al desarrollo de los países cuyos habitantes, lógicamente, intentan emigrar desesperadamente. 

Digamos no a la “aquiescencia, a la astucia discreta de la conformidad”!

Los muros y las vallas de la vergüenza

miércoles, 14 de mayo de 2014

Altas vallas con concertinas cortantes. Muros, mentales sobre todo, para rechazar a quienes huyen de la guerra y del hambre. 

Italia y Lampedusa. España y Ceuta y Melilla. Son la puerta de Europa. De la Europa insolidaria. De la Europa de los mercados. De la Unión monetaria sin unión económica ni política. 

Europa, incapaz de favorecer el pleno ejercicio de los derechos humanos. Europa, incapaz de cumplir sus responsabilidades intergeneracionales (“El mayor y más acuciante compromiso”, según el Presidente Nelson Mandela). 

Se está fundiendo el Ártico; se está alterando la habitabilidad de la Tierra; miles de seres humanos viven en condiciones de extrema pobreza y mueren de inanición cada día… Es un genocidio cotidiano que no atendemos. Bien al contrario, los aislamos con vallas y desamparo, al tiempo que invertimos en armas y gastos militares más de 3,000 millones de dólares al día. 

La solución es el desarrollo endógeno de los países más pobres y empobrecidos. 

La solución está en, rápidamente, abandonar los grupos plutocráticos y refundar un multilateralismo democrático. 

Europa sólo ayuda a las instituciones financieras. Debe ayudar a la gente. Debe respetar plenamente los derechos humanos. Debe liderar cambios radicales que nunca realizarán los mercados. 

Pronto habrá elecciones europeas. ¿Qué pretenden los candidatos? ¿Piensan propiciar grandes transformaciones o sólo piensan en ocupar un escaño y que todo siga igual?

Algunas referencias para la reflexión y la acción:

martes, 13 de mayo de 2014

-No confíes nunca el futuro a quien sólo sabe hablar del pasado... de los otros. 

-Atreverse a saber... y saber atreverse. El riesgo sin conocimiento es peligroso. El conocimiento sin riesgo es inútil. 

-Sé tú el cambio (Mahatma Gandhi) 

-Los derechos humanos son inherentes. Nadie los otorga. Se reconocen. 

-Sólo los que sembraron semillas de amor y esperanza sin importarles la cosecha están haciendo posible un mundo nuevo. 

-Cada ser humano único capaz de crear, de inventar su futuro, de des-cubrir los iluminados caminos del mañana. En esta facultad distintiva radica la confianza de esclarecer horizontes hoy tan sombríos. 

-La comunidad académica, científica, artística... intelectual, en suma, debe liderar la gran movilización y el clamor popular de la inflexión histórica de la fuerza a la palabra que se avecina. 

-Antes de llegar a la política se requiere primero integridad moral, después libertad intelectual, luego rebeldía social (Manuel Vicent, 11 de mayo de 2014) 

-Es improcedente mirar hacia otro lado cuando hay quienes no pueden olvidar y otros que no quieren recordar. Olvidar es imposible. La reconciliación, teniendo en cuenta las próximas generaciones, no lo es (Inspirado en un escrito de Boaventura de Sousa Santos) 

-¡Qué pena que pensando que puedes hacer poco no hagas nada! (Edmund Burke) 

-Recordar siempre, en especial los más acaudalados, que las mortajas no tienen bolsillos. 

-Les despreciaba porque pudiendo tanto se atrevieron a tan poco (Albert Camus) 

-Para ser feliz, no aceptes nunca lo que juzgues inaceptable. 

-El tiempo del silencio ha concluido. Y el de la sumisión. El de ser espectador y no actor. El tiempo de la gran transición de súbditos a ciudadanos se aproxima.