“Hablemos del
Tiempo, hermanos,
antes de que sea ido
lo que pudo ser
humano.
Antes de que sea
en vano
llorar un día
perdido,
un surco sin
nuestro grano,
un canto sin
nuestro oído,
un remo sin
nuestra mano”…
Estos versos de Dom
Pedro reflejan perfectamente su
personalidad, su corazón, sus brazos y ojos abiertos a los demás.
El Obispo Pere
Casaldáliga, misionero referente de “la iglesia del Evangelio y las sandalias”,
teólogo de la liberación y poeta de la solidaridad, representa la cristiandad
genuina, la que respeta la igual dignidad de todos los seres humanos, la de las
manos tendidas, la de la austeridad extrema. Casaldáliga simboliza la
frugalidad, la sencillez perseverante, la solidaridad, la entrega, el
desprendimiento. Con sus versos y
sus escritos y, sobre todo, con su ejemplo, ha iluminado tantos caminos!…
Pere Casaldáliga
nos enseña que la pobreza material de muchos es el resultado de la pobreza
espiritual de unos cuantos encumbrados, que no quieren observar lo que sucede
más allá de su entorno. Esto me lleva a recordar Federico García Lorca cuando
en 1936 escribía: "El día en que el hambre desaparezca, va a producirse en
el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la
humanidad". La vida del Obispo Casaldáliga ha estado dirigida precisamente
a contribuir a que desaparezca el hambre, se restañen las heridas y se reduzca
la intolerable brecha social con la inmarcesible fórmula de “amarás al prójimo
como a ti mismo”…
"No hay
caminos para la paz, la paz es el camino", nos recordó el Mahatma Gandhi. Un
camino guiado por principios y valores. Por la justicia en primer lugar. Por la
libertad y la responsabilidad. La paz es, a la vez, condición y resultado,
semilla y fruto. Es necesario identificar las causas de los conflictos para
poder prevenirlos. Evitar es la mayor victoria.
En el Manifiesto
2000 -Año Internacional para una Cultura de Paz- suscrito por más de 110
millones de personas de todo el mundo, se establece "el compromiso, en mi
vida cotidiana, en mi familia, en mi trabajo, en mi comunidad, en mi país, en
mi región, de respetar todas las vidas; rechazar la violencia; liberar mi
generosidad; escuchar para comprenderse; preservar el planeta; y reinventar la
solidaridad". De esto se trata, de involucrarnos, de implicarnos
personalmente en este proceso que puede conducir, en pocos años, a esclarecer
los horizontes hoy tan sombríos y permitir la convivencia pacífica de todos los
habitantes de la tierra. El Obispo claretiano Pere Casaldáliga es, en nuestra
hoja de ruta cotidiana, componente crucial de la implicación personal para compartir,
compadecer, convivir… para contribuir a ese otro mundo posible que anhelamos.
Ha llegado el
momento de llevar a cabo los cambios radicales que merece la nueva era en los
albores de siglo y de milenio. La mujer ya figura progresivamente en el
estrado. Es tiempo de acción. Disponemos de muchos diagnósticos pero de pocos
tratamientos a tiempo. El legado intergeneracional que asegure una vida digna a
todos los seres humanos exige transformaciones sin demora.
Pere Casaldáliga
nació en Balsareny, en 1928. Fue ordenado
sacerdote en 1952 y en 1968 se desplazó a Brasil, su patria de adopción, para
desarrollar una intensísima labor de reconocimiento, ayuda y orientación a las
comunidades indígenas. ¡Sí: todos los seres humanos iguales en dignidad! Años
más tarde fue nombrado Obispo de la Prelatura de Sao Félix de Araguaio, en el
Mato Grosso. Fundó el Consejo Indigenista Misionero y la Comisión Pastoral de
la Tierra… Cuarenta años de lucha en
favor de la gente, contra la dictadura y el sometimiento. Se jubiló en el año
2008, pero ha seguido siempre en su puesto de vigía, de referente para nuevos
rumbos y naves…
En la “Misa de
los Quilombos, el pueblo negro grita libertad”, uniendo su voz a la de Pedro
Tierra y Milton Nacimento, con la colaboración de José María Castillo, Cyprian
Melibi y Eduardo Lallana… establece lúcida y audazmente diseños de un porvenir común, sin discriminación alguna.
Fue en 1502
cuando llegaron a Brasil y otros países americanos los primeros esclavos
procedentes de África… Sus principales
actividades eran la minería, la caña de azúcar, el café… Desde esta fecha hasta finales del siglo XIX
sesenta millones de africanos fueron comprados por los traficantes. En la década de los 90, como Director General
de la UNESCO, puse en marcha el Programa “La Ruta de los Esclavos” para poner
de manifiesto y conferir todo su valor a este atroz hecho histórico. Los que
lograban liberarse y huir de la esclavitud se refugiaban en territorios libres:
son los llamados “kilombos” (Brasil) o “palenques” en Chile, Perú,
Colombia… “Kilombo” significa “casa”.
“Una nueva aurora
que viene a despertar a la iglesia de Jesucristo... En el pasado no ha sido solidaria con la
causa de los esclavos”, exclamó D. José María Pires, Arzobispo de Joao Pessoa,
de raza negra, en Recife en el mes de noviembre de 1981. Eduardo Lallana ha
comentado que Dom Pedro “se encontró en su Prelazia con tres grandes problemas:
la lucha por la tierra, el pueblo negro esclavizado y los indígenas degradados
y marginalizados”. Por este motivo
compuso la Misa de la
Tierra sin Males para “conmemorar los millones de mártires que en nombre de la civilización occidental cristiana, en nombre de la Cruz se hicieron a los pueblos indígenas”…
Tierra sin Males para “conmemorar los millones de mártires que en nombre de la civilización occidental cristiana, en nombre de la Cruz se hicieron a los pueblos indígenas”…
Ambas misas, dos
obras maestras de Teología y Poesía de la Liberación, son símbolos del quehacer
pastoral de Dom Pedro y de su compromiso social y político. Dom Pedro Helder
Camara alentó desde el primer momento estas acciones y Pedro Tierra, poeta y militante brasileño fue su inspirado
escritor. “Para escándalo de muchos fariseos y alivio de muchos arrepentidos…
cantamos el remordimiento y la esperanza”.
Ante la
reprimenda vaticana, Dom Pedro matizaba que “quien celebra la muerte del Señor
ya reivindica toda Vida. Quien celebra
su resurrección reivindica la Liberación plena de las personas y de los
pueblos”. En 1992, la prohibición fue levantada…
De este modo,
progresivamente unidos por un Dios sin color de piel, sin pertenencias por
razón de historia o de costumbres todos se sentirán parte del mundo en su
conjunto. Como tan brillantemente
expresó Rigoberta Menchú al pueblo maya,
llegará un día en que “se levantará en lo más alto del cielo azul/ la voz de
los que nunca hablaron”.
La esplendida
trayectoria humana de Dom Pere Casaldáliga me indujo a terminar la Introducción
a mi libro “Recuerdos para el Porvenir”
(2017) con unos versos suyos:
“Al final del
camino me dirán:
“¿Has vivido? ¿Has
amado?”.
Y yo, sin decir
nada,
abriré el corazón
lleno de nombres”.
¡Ha hecho tanto bien! ¡Son tantos los nombres que figuran en su
corazón!
Podemos tener la
seguridad de que su estela seguirá iluminando los caminos del mañana.
No le olvidaremos.
Somos muchísimos los que le retendremos en nuestro iris y nuestra mente, para
seguir "conspirando" en procurar aliviar y evitar el sufrimiento,
para plantar semillas de amor en las tierras áridas de la desafección y del
olvido, para alumbrar sonrisas en horizontes tan sombríos.
Federico
Mayor Zaragoza
Presidente
de la Fundación Cultura de Paz
Director
General de la UNESCO (1987-1999)
Julio
2019