En 1945, en el diseño del multilateralismo democrático basado en "los pueblos" (ONU), la igual dignidad de todos los seres humanos y los principios democráticos (UNESCO), había dos palabras "clave" para la gobernación mundial: compartir y cooperación.
Compartir no sólo bienes materiales: la solidaridad debía ser también "intelectual y moral".
Era un enfoque que incluía a todos y a todo. Por eso se hablaba de "co-operación" (co-operare, trabajar juntos) La cooperación internacional tenía que conducir a un desarrollo integral, endógeno, sostenible y humano... y era una referencia atractiva e ilusionante para muchas personas, especialmente jóvenes. Trabajar juntos para un mundo mejor.
Los inmensos caudales requeridos por la carrera armamentista entre las dos superpotencias impidieron durante varias décadas la realización práctica de aquel formidable proyecto internacional. Cuando el imperio soviético se desmoronó, sin una gota de sangre -vale la pena repetirlo- parecía llegado el momento de la justicia social, de la corrección de tantas asimetrías y desigualdades, de tantos sufrimientos y precariedades.
Fue entonces cuando, de pronto, se dejó de pensar en todos y se pensó en unos cuantos; se debilitó el Estado-Nación; se sustituyó la democracia a escala mundial, representada por las Naciones Unidas, por grupos de los países más ricos de la tierra (plutocracia, oligocracia). Y los valores por las leyes del mercado. Y compartir por acumular. Y cooperación por competición.
En lugar de trabajar juntos, competir.
En lugar de ser solidarios, competitivos.
En lugar de todos, unos vencedores, otros derrotados.
Cooperación, entonces, con horizontes luminosos.
Competitividad, ahora, con horizontes sombríos.
Cooperación, competitividad: ¡el valor de las palabras!
2 comentarios
Competir... cooperar: UBUNTU.
5 de julio de 2013, 16:40Ubuntu en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos."
http://rediez.blogspot.com.es/2012/07/ubuntu.html
Un saludo.
La única forma que tenemos de salir del hoyo en que estamos es sustituir competición por colaboración. Recurriendo al lenguaje propio de la teoría de los juegos, aprender a jugar juegos de sumo no cero: todos ganan y nadie pierde. Colaborar en lugar de competir. Por ello es urgente cambiar el vigente sistema económico, su concepto de crecimiento económico y su parámetro de medida el PIB. Los ciudadanos debemos de decir, por activa y pasiva, que no queremos ese crecimiento económico.
8 de julio de 2013, 13:47Un saludo
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