Llevo muchos años diciendo que la solución de los problemas requiere en cada momento el análisis que permita decidir si las soluciones que se vienen aplicando siguen siendo útiles o deben modificarse. Recuerdo cuando un Premio Nobel de Física, al iniciar su conferencia, proyectó una diapositiva en la que se leía tan solo una palabra: “Inercia”. “Éste es nuestro gran enemigo, indicó, ya que nos impide con frecuencia hacer las transformaciones que son imprescindibles para enfrentar los desafíos de cada momento”.
También he repetido, por la experiencia adquirida a lo largo de muchos años, que no debemos hacer caso a las “sabias” recomendaciones de “hay que ser realista”, “el pragmatismo es fundamental”. Los “realistas” nunca han sido capaces de modificar la realidad, porque la aceptan.
Está claro que hay que inventar el futuro, que hay que buscar permanentemente nuevos caminos, para transformar los “imposibles” de hoy en “posibles” mañana.
Los grandes políticos son los que han sido capaces de llevar a efecto, con imaginación y audacia, los cambios radicales que se consideraban “imposibles”.
Para mí fue muy importante la declaración del Presidente Kennedy en Washington en el mes de junio de 1963: “Ningún reto se halla más allá de la capacidad creadora de la especie humana”. Y ahora, más recientemente, la sentencia de Amin Maalouf –“Situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes”- y la de la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff –“Para convertir nuestros sueños en realidad debemos superar las líneas de lo posible”-.
Y, por último, pero en primer lugar, la famosa aseveración de Albert Einstein: “En tiempos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.
Deben enterarse, pues, todos los expertos, especialmente los economistas, que insisten en aplicar a problemas nuevos soluciones viejas. Hay que atreverse a corregir a Aristóteles y proclamar que “La buena política, es el arte de lo imposible”.
11 comentarios
Estimado profesor. Estoy de acuerdo con lo que expone porque es un canto a la utopía y, lógicamente, debe ser asumida por aquellos que quieren cambiar las cosas haciendo propuestas desconocidas para llegar a nuevos territorios solamente imaginados. Hasta ahí, de acuerdo. Pero de la misma manera, aquellos que tienen y disfrutan de una realidad que les es apetecible, acomodada y placentera se aferran a su realidad sin pretender ningún cámbio, y luchan denodadamente para que no haya cambios. No es que sean torpes o indocumentados. No es que vayamos todos en el mismo barco y las directrices propuestas por los economistas al servicio del capitalismo neoliberal, estén equivocadas, no. Todo esto Vd. lo sabe perfectamente, tampoco deseo extenderme demasiado, pero hoy mismo he leido --y ejemplifica mi comentario-- que Amancio Ortega es de todos los ricos europeos el que mas ha acrecentado su fortuna, ¡Acrecentado!...en un periodo donde la desgrácia, la miseria y la desesperanza invade a la ciudadanía de a pié. ¿Que le parece, hablamos de casualidades, errores, mala suerte de los mas desheredados o es aquello que Marx llamó lucha de clases?
3 de enero de 2013, 19:51Comparto su entrada y comparto el comentario de Karateka... Ni es casual, ni ellos lo van a cambiar. Todo pasa por que despertemos de una vez y dejemos de pensar en poner la otra mejilla y en maquillar el capitalismo
3 de enero de 2013, 20:52Acabo de enterarme que la Comisión Europea, en agosto de 2011, declaró 2013 como "Año de los Ciudadanos". Nos urge que los ciudadanos, tomemos las riendas al margen de los mercados y los gobiernos. Debemos despertar y dejar de vivir hipnotizados. Coincido en todo con KARAREKA y Juan Carlos. Sis duda tropezaremos con algunas dificultades, pero no tantas como creemos. Si lo pensamos despacio, mercados y gobiernos son -o deben ser- subditos de los ciudadanos, dependen de nosotros; ellos no pieden vivoir sin nuestra obediencia, pero nosotros podemos vivir perfectamente sin ellos.
4 de enero de 2013, 18:35Un saludo
Estimado D. Federico, estimados amigos,
6 de enero de 2013, 14:25El continuismo es una trampa insidiosa. El futuro es posible, vaya si lo es... pero para que se materialice esa posibilidad, no podemos seguir repitiendo las mismas maniobras cansadas con las mismas personas desgastadas. Hacen falta ciudadanos, ciudadanos, ciudadanos... Nunca jamás en la historia hemos tenido tanta prosperidad real, sobre todo de conocimientos y de capacidad de transmitirlos - pero estamos deslizándonos en una pendiente peligrosa, de siempre mayor desigualdad, de siempre mayor resignación. Así como los siervos medievales se resignaban a un orden establecido, nos estamos resignando nosotros a lo que otros nos imponen. Con tranquilidad y con firmeza, hay que decir ¡basta! En realidad, no hay crisis financiera, no hay crisis económica: hay crisis, en cambio, y grave, de distribución de recursos, crisis de participación política, crisis de colaboración social. Y hay a las puertas, si no entrando ya en la casa común, una gigantesca crisis ambiental, que sin una acción colectiva decidida va a agravar aún más las injusticias que ya sufre el mundo.
Cordiales saludos,
Como bien se dice, es la inercia lo que nos mantiene en esta senda irracional de injusticia e involucion que nos lleva al colapso. ?Que es lo que mantiene a la mayoria de la sociedad inmovil, sin intentar modificar el rumbo? Yo creo que es el temor a empeorar. Preferimos delegar las tomas de decisiones a un grupusculo que, aun sabiendo que no lo hace bien, nos mantiene en unas condiciones de vida 'dignas' que tememos perder. Solo tendremos la valentia individual y colectiva de afrontar la inercia y cambiar el rumbo global cuando nos veamos con el agua al cuello. Cuando seamos conscientes de que el coste de cambiar sera menor que el de mantenerse igual. Esperemos que entonces no sea demasiado tarde. Feliz 2013 (o, al menos, que pase lo mejor posible).
6 de enero de 2013, 17:14el por-venir no está aún escrito porque está en la manos de nuestra propia voluntad, ya decía Chesterton que las ideas sin vocación de convertirse en palabras son estériles como estériles son las palabras sin vocación de convertirse en acción, las discusiones con Bernard Shaw fueron históricas pero de la admiración entre los dos era mucha porque ambos de ideas distintas eran hombres de acción y de palabra y se basaban en lo que debe ser común a los humanos: la inteligencia y el conocimiento, sin oirnos no avanzamos, la comunicación es la base de la civilización, siempre hemos de estar en pie de paz con la palabra por bandera.
6 de enero de 2013, 21:53si definitivamente cierto, el arte de lo imposible.
27 de septiembre de 2013, 3:17Hay que tener mucha osadía para corregir a Aristóteles...
8 de enero de 2014, 22:56That was a VERY interesting one! Seriously interesting.
24 de julio de 2018, 11:47Thank you, that was just an awesome post!!!
24 de julio de 2018, 11:48Thanks for sharing that. It was fun reading it. :-)
24 de julio de 2018, 11:49Publicar un comentario