¿El fin de las humanidades?

miércoles, 27 de abril de 2016

Y, “Nadie quiere a los filósofos”, son temas que abordan una serie de excelentes colaboradores de “El País” en su suplemento “Ideas” del 24 de abril de 2016. 

“La santificación de la tecnología y el utilitarismo han sumido en el descrédito al saber relacionado con las letras y la filosofía”. Y con las artes… Poco a poco, se busca y se halla información en inglés, se ingenian modalidades comerciales que puedan mejorar el negocio, se manejan colosales arsenales de datos, se consideran las ventajas de seguir “nuevas profesiones”… 

Y, sin embargo, el progreso no se consigue con especialistas “digitalmente dirigidos” sino por los que reflexionan, imaginan, inventan. Tomemos todos nota de lo que me dijo el Prof. Hans Krebs en Oxford en 1966 que no me canso de repetir: “Los nuevos conocimientos, los avances científicos, se consiguen viendo lo que otros también pueden ver… y pensando lo que nadie ha pensado”. 

Es fundamental, lo sé bien como bioquímico, conocer la realidad en profundidad. Si la conocemos sesgadamente o superficialmente, podremos modificarla sólo de forma epidérmica. Reconocer el pasado, actuar en el presente sin adherencias en las alas y pensar juntos el futuro. 

El colosal poder mediático no deja tiempo para pensar, para ser uno mismo, para actuar en virtud de las propias reflexiones. No podemos dejarnos secuestrar por las mismas tecnologías que nos permiten ser ciudadanos del mundo y expresarnos, por primera vez en la historia, sin cortapisas. Cuando podíamos dejar de ser invisibles, anónimos, atemorizados… y ser plenamente “humanos” no podemos permitir que nos “des-humanicen”. 

Educación para ser y no para tener. Educación para llevar cada uno el timón de su propia vida. Ya lo advirtió José Luis Sampedro dirigiéndose a los jóvenes: “Tendréis que cambiar de rumbo y de nave”. Muchas de las “naves” actuales están dirigidas desde lejanas instancias de poder… y van convirtiendo a muchos en “acólitos automatizados”, que siguen fielmente las pautas que reciben. 

Lo quieran o no los “mercados”, lograremos que, gracias a la filosofía y las enseñanzas artísticas, los seres humanos educados sean, como establece la UNESCO, “libres y responsables”, capaces de ejercer las facultades distintivas de la especie humana: pensar, imaginar, anticiparse, innovar, “crear”. Y, como en el “Ulises” de Lord Tennyson podemos decir, dirigiéndonos a todos, sin excepción: “Venid, amigos, que no es demasiado tarde para construir un mundo nuevo”. 

El por-venir está por-hacer, y no serán los “tele-dirigidos” los que lo logren sino los “libres y responsables”.

3 comentarios

A través de los artistas hemos aprendido generacionalmente el poder destructivo de una guerra (..me remito ahora por ejemplo también al Guernica de Picasso). No me quiero ni imaginar un Mundo donde ni si quiera quedaran ya artistas para seguir reflejando la barbarie de un conflicto bélico, como el que pudiera sucederse alguna vez entre las grandes potencias actuales. ..Y eso, empieza a ser posible que así suceda.

Es todo atroz, y lo peor de todo es que todavía se nos tache de ¨conspiranoicos¨.

Un saludo.

27 de abril de 2016, 13:36
libreoyente dijo...

Qué maravilla, en los tiempos que corren, encontrar tan sosegadas reflexiones, sobre todo cuando cifran el futuro y la esperanza en el ser humano y su libertad. Gracias por ellas.

28 de abril de 2016, 10:51
Anacanta dijo...

El despropósito de abandonar la filosofía nos lleva a situaciones patéticas.

Resulta que la mayor parte de los científicos no sabe lo que es la ciencia. La ejercen, si, pero si preguntamos uno a uno, oiremos vaguedades y contradicciones. ¿A qué se debe esto? Pues a que la disciplina que aborda esta cuestión, la filosofía de la ciencia, no forma parte de sus planes de estudio pues es una asignatura ¡¡¡de letras!!! ¿Quien o qué, se encarga entonces de parchear ese vacío? la doctrina económica neoliberal.
Eso es lo que estamos viendo ahora mismo, la eliminación de disciplinas de conocimiento que puedan contradecir los dogmas neoliberales. Porque la ciencia no cubre la teleología, no establece los objetivos. La teoría de la relatividad es CIENCIA pero la construcción de una bomba atómica, una central nuclear o un aparato médico, son TECNOLOGÍA, tecnología militar, tecnología energética o tecnología médica. La ciencia no nos dice qué hacer con el conocimiento,
sino la filosofía o la ética. Estamos ante una estafa ideológica fraguada a base de tanques de ideas y campañas de marketing bien engrasados con dinero y es la filosofía la que puede destaparla por eso tanta inquina con la filosofía.

http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2016/04/22/147410
https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa_de_la_ciencia

28 de abril de 2016, 23:57