A VUELA PLUMA (II). HAITÍ

jueves, 14 de enero de 2010

¡Ahora!... y sobre todo, a partir de ahora. De nuevo ha sido precisa una inmensa catástrofe para que el mundo “despierte” y tienda las manos, y se “vuelque”, consternado, emocionado, compasivo, en ayuda de una población – víctima que, de pronto, aparece ante nuestros ojos tan entretenidos, tan distraídos, en un espectáculo horrendo, conmovedor. Como sucedió en el tsunami de diciembre de 2005… Todos acudimos presurosos… y ¿después? Después, nada. Hay espacios de nuestra conciencia que no solemos visitar y, poco a poco, caen en el olvido.


Cuando, hace años, supe lo que supe de la historia de Haití, vi lo que vi de su vida diaria; recordé con ellos -especialmente con ellas- las increíbles humillaciones padecidas durante la época del dictador Duvalier y sus “ton-ton macuttes”… decidí situar a esta parte morena de la preciosa isla caribeña en el centro de mi corazón.


¡Qué vergüenza ser espectadores! ¡Qué vergüenza disfrutar de rentas per cápita altísimas cuando tantos hermanos nuestros viven en la miseria más absoluta! En Haití no llegan a un dólar por día… y, sin embargo, a principios del siglo XIX, Haití –con Alejandro Pétion– y los Estados Unidos, eran los únicos países del hemisferio occidental cuyas ideas republicanas habían prevalecido.


No me canso de repetir que éste es el gran desafío: pasar de la explotación a la cooperación, de una economía de especulación y guerra (3,000 millones de dólares al día en gastos militares) -tampoco debemos cansarnos de repetirlo- al tiempo que mueren de hambre y desamparo más de 60,000 personas de hambre, a una economía de desarrollo global sostenible, con inversiones en energías renovables, producción de alimentos, obtención de agua por desalinización, acceso de todos a los servicios de salud, protección del medio ambiente, viviendas ecológicas, transporte eléctrico…


En una palabra, si ganamos la lucha contra la pobreza y la exclusión no sólo moralmente sino también social y económicamente, la Humanidad podría iniciar una nueva era.


Se ha “rescatado” a los financieros, que ya vuelven a ver las Bolsas boyantes. Ahora, rápidamente, corresponde el rescate de la gente, empezando por los más vulnerables.


¿Dónde están los recursos humanos y tecnológicos especialmente preparados para reducir el impacto de las catástrofes? Desde 1989 a 1999 se estudiaron por el Sistema de las Naciones Unidas todas las circunstancias (terremotos, huracanes, inundaciones, incendios…) en las que era necesario estar siempre alerta y dispuestos, bajo la coordinación de las Naciones Unidas, para actuar con eficacia. Una vez más, la maquinaria de la guerra es la única que está dispuesta: F-16, F-18… “a manta”, pero observamos con consternación que incluso en los países “más desarrollados” y con mayores arsenales bélicos, se hallan indefensos ante el fuego, el viento y el agua desbocados…


“Misión: la Tierra”! Misión, la Madre Tierra! Y, cuando corresponda, misión a Marte y a otros lugares más lejanos. Pero ahora, desde ahora, Haití y Darfur y todos los lugares en que la Humanidad se juega su futuro.


Los “líderes” deben saber que la decisión sobre estos temas ya no les corresponderá en exclusiva. Que la sociedad civil tendrá voz –sobre todo en el ciberespacio– y la elevará progresivamente. Que se han terminado las incoherencias y las presiones que mantienen todavía abiertos los paraísos fiscales -en buen número cerca de Haití por cierto- y que podremos mirar a los ojos de los supervivientes y decirles: “el tiempo de la insolidaridad y del olvido, el tiempo del desamor, ha terminado”.

6 comentarios

Respecto a todo esto tan horroroso, me maravilla ver una iniciativa que ha salido en Facebook y que intenta llegar a 1 millón de usuarios que pongan 1 euro cada uno en ayuda a Haití.

A veces "Nosotros los pueblos" damos grandes lecciones de humanidad. El caldo de cultivo está "ahí".

Un abrazo muy fuerte,

Jorge Medina Azcarate
One brother World

14 de enero de 2010, 20:12
Eisha dijo...

Haití nos queda muy lejos. La culpa no es de la humanidad, ha sido un terremoto, como puede ocurrir en cualquier lugar del Mundo. Basta de políticas correctas y de falsas condolencias. Nos importa un huevo lo que les ocurra. De hecho La República Dominicana ha cerrado la frontera para que no molesten a los turitas....y son negros como los haitianos, pero Don Dolar vale más que un montón de desarrapados. Yo prefiero dar un euro a un vecino de mi escalera que está en paro y no puede dar de comer a sus dos hijas blancas, enfrentándose a no poder pagar la hipoteca y quedarse en la calle con su Familia. Esos si me importan, los haitianos también, pero hay prioridades, que son la gente que más cerca está de nosotros.

16 de enero de 2010, 11:24
Amparo dijo...

Eisha tienes razón en algo pero difiero contigo en lo demás. Hay que ayudar al de al lado y al de lejos porque tan importante es uno como otro.
La República Dominicana no sé lo que estará haciendo y si hace lo que dices pues terrible, pero no es eso lo que se está diciendo en los medios, aunque la verdad es que tampoco están facilitando demasiado las cosas.
Ayuda a tu vecino pero no te olvides de todos los que sufren.

17 de enero de 2010, 22:44
Eisha dijo...

Guillecande, si no me olvido de las personas que sufren, en cualquier parte del Mundo. He visto sufrir al Pueblo Palestino ante la indiferencia de la Comunidad Internacional. He visto ayudar al Pueblo Saharaui, olvidándose de que en Marruecos hay cientos de Familias que han perdido a sus más jóvenes, enrrolados prácticamente a la fuerza, en las arenas del Sahara, sin recibir el más mínimo apoyo. Veo en mi País a la mitad de un Parlamento Democrático tener la obligación y el miedo de tener que llevar escoltas, mientras otros jalean a los asesinos. Y, también he visto el abandono de las instituciones a familias españolas, que viven en una precariedad absoluta. El problema es que posiblemente no habrá para repartir a todos los damnificados del Mundo. Entonces habrá que elegir y respetar la elección de cada cual. Yo elijo al vecino de abajo, y al palestino al que los sionistas han matado a toda su familia e Israel impide la llegada de ayuda humanitaria, comida y medicamentos y, a tantos amigos y compañeros que tienen que ir casi de rodillas donde la asistenta social para que, si hay suerte, les de una limosna para acabar el mes. Como no me sobra, no me queda para los demás y me gustaría que el reparto de los bienes de todos los españoles se repartieran de una manera más equitativa. Dentro de unos días de Haití ya no hablará nadie y todos irán a sacarse la foto a otro lugar del Planeta, donde otra catátrofe haga aflorar las mejores arengas de lo buenos y humanitarios que somos. Sufrir, yo sufro por todos, pero creo que el reparto de la ayuda al que sufre, es más comercial que solidario. Un abrazo. Eisha.

18 de enero de 2010, 9:06
Eisha dijo...

American Airlines lleva gratis a Haití a todos los médicos y enfermeras que lo soliciten llamando al +1 212-697-9767 +1 212-697-9767. Por favor, copiarlo en tu Muro para que llegue al máximo número de personas posibles. Gracias. Eisha.

18 de enero de 2010, 9:42

Eisha me temo que es falso el bulo de los vuelos:

http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/promocion/Bulo-las-redes-sociales-sobre-vuelos-gratis-Haiti-para-medicos/9674692_21

Un abrazo para todo lo demás. Entiendo perfectamente tu posible "desesperación" (déjame llamarlo así para alguien que veo que pone todas sus energías sobre la mesa, y sin embargo no es correspondido desde intereses ocultos). Yo incluso llego a la conclusión de que preferiría ayudar a gente sacrificada como tú, pues personas así son las que algún día conseguirán los cambios para todos.

Está muy bien reconstruir, pero está mejor evitar. Me remito a la teoría de los "invisibles" del Sr. D. Federico Mayor Zaragoza para una inercia peligrosísima que lleva el ser humano de bombardear y luego limpiar imágenes. ..Es lo que el Nobel Wole Soyinka denomina como la "santurronería narcotizante" para expresiones del estilo "lo pasado, pasado está".

Un abrazo a todos.

18 de enero de 2010, 10:29