Los “globalizadores” no sólo pretendían alcanzar una situación dominante sino hegemónica: los mercados, perfectamente acompañados por la gregarización de las masas mediante un colosal poder mediático, fueron debilitando progresivamente la capacidad de decisión política. Los Estados no sólo transfirieron cuantiosos recursos de toda índole a los grandes consorcios supranacionales sino que, con el apoyo y apremio de las “burbujas” y la deslocalización productiva, cedieron también, a escala nacional y mundial, responsabilidades propias de las instituciones democráticas.
Grupos de 6, 7, 8 ó 20 países ricos suplantaron las funciones de autoridad planetaria que sólo unas Naciones Unidas respaldadas por la totalidad de los países podían y debían asumir.
Y así, en una deriva y desgobierno total, con una economía completamente desregulada, unas instituciones financieras irresponsables (hedge funds) y los paraísos fiscales colmados, se llega a la quiebra sistémica de 2008.
Europa –ya elegido el Presidente Obama- va a pedir socorro en noviembre al Presidente Bush, en lugar de desempeñar, por fin, una gobernación autónoma. Y, más de lo mismo –“mercado libre, comercio libre, economía libre”, dijo Bush en aquella ocasión- se procedió al “rescate” de las instituciones financieras responsables, en buena parte, de la gravísima situación.
Los “rescatadores” empobrecidos… no tardaron en ser sometidos al acoso de los “rescatados”, desagradecidos, que han instalado después mecanismos de “ajuste” nacional, regional y global. Un auténtico “ciclo vicioso”, ya que se recorta el gasto y se privatiza –cada vez menos Estado- de tal modo que las previsiones de empleo y normalización laboral y económica decrecen, con lo que las agencias de calificación, al servicio del “gran dominio” (militar, energético, mediático…) advierten que las previsiones son (lógicamente) negativas… Y vuelta a empezar: más ajustes, más privatización, más recortes…
Hay que romper sin contemplaciones este ciclo vicioso. Es urgente un liderazgo que confiera de nuevo al Estado la capacidad de acción y la potencia económica que le permita, iniciar urgentemente la “nueva era” que el mundo reclama tan justamente. Si no lo hacen los gobiernos democráticos, pronto lo hará la gente, que ya dispone de medios de movilización masiva.
Los tiempos de la manipulación, del chantaje y del miedo han terminado. Sería conveniente y oportuno que los últimos obcecados representantes del sistema que se desmorona pensaran en el Muro de Berlín y los mercados dieran pacíficamente paso a los Estados y a los valores que nunca debieron sustituirse por los precios.
Grupos de 6, 7, 8 ó 20 países ricos suplantaron las funciones de autoridad planetaria que sólo unas Naciones Unidas respaldadas por la totalidad de los países podían y debían asumir.
Y así, en una deriva y desgobierno total, con una economía completamente desregulada, unas instituciones financieras irresponsables (hedge funds) y los paraísos fiscales colmados, se llega a la quiebra sistémica de 2008.
Europa –ya elegido el Presidente Obama- va a pedir socorro en noviembre al Presidente Bush, en lugar de desempeñar, por fin, una gobernación autónoma. Y, más de lo mismo –“mercado libre, comercio libre, economía libre”, dijo Bush en aquella ocasión- se procedió al “rescate” de las instituciones financieras responsables, en buena parte, de la gravísima situación.
Los “rescatadores” empobrecidos… no tardaron en ser sometidos al acoso de los “rescatados”, desagradecidos, que han instalado después mecanismos de “ajuste” nacional, regional y global. Un auténtico “ciclo vicioso”, ya que se recorta el gasto y se privatiza –cada vez menos Estado- de tal modo que las previsiones de empleo y normalización laboral y económica decrecen, con lo que las agencias de calificación, al servicio del “gran dominio” (militar, energético, mediático…) advierten que las previsiones son (lógicamente) negativas… Y vuelta a empezar: más ajustes, más privatización, más recortes…
Hay que romper sin contemplaciones este ciclo vicioso. Es urgente un liderazgo que confiera de nuevo al Estado la capacidad de acción y la potencia económica que le permita, iniciar urgentemente la “nueva era” que el mundo reclama tan justamente. Si no lo hacen los gobiernos democráticos, pronto lo hará la gente, que ya dispone de medios de movilización masiva.
Los tiempos de la manipulación, del chantaje y del miedo han terminado. Sería conveniente y oportuno que los últimos obcecados representantes del sistema que se desmorona pensaran en el Muro de Berlín y los mercados dieran pacíficamente paso a los Estados y a los valores que nunca debieron sustituirse por los precios.
7 comentarios
Estoy totalmente de acuerdo en que hay que terminar con el actual sistema económico y social. El muro de Berlín es un ejemplo de que se pueden derribar muros aparentemente inamovibles: ningún político pudo predecir que ese muro estaba a punto de ser derrumbado, fue derrumbado y nada más.
15 de julio de 2011, 13:30Un basta ya del pueblo es lo único que nos va a salvar del mundo infecto que nos han preparado los avaros de siempre.
15 de julio de 2011, 15:42Es un bálsamo cuanto escribe, Sr. Mayor Zaragoza.
15 de julio de 2011, 18:53En algunos círculos es un tema recurrente ese cambio "que ya se huele en el aire". Una oleada casi epidémica de trapos sucios sacados a relucir recorre el planeta, las masas parecen (parecen, digo) maduradas por la Red y cierto aire de solidaridad como especie, más allá de razas y/o religiones. Sí que es hora, sí. Pero falta algo, alguien, un nosequé. Eso me parece.
Felicidades de nuevo por su labor, felicidades muy desde el corazón.
Estimado Federico:
16 de julio de 2011, 7:47La auténtica democracia es proporcional a la fortaleza del liderazgo. no culpemos a los liderazgos en una debíl democracia.
Lamento hacer de abogado del diablo.
17 de julio de 2011, 8:51Para hacer cambios hay que empezar por cambiarse uno mismo. Dejar de tener cuentas en los Bancos, que tal la Banca responsable?
También hemos de ser responsables cuando vamos al "supermercado" que hunde el comercio tradicional de Barrio. Esos Supermercados tipo Mercadona tienen grandes beneficios a costa costa de arruinar a muchas personas. Lo barato sale caro. Dejar de tener el sentido de propiedad. No meterse en hipotecas de por vida...
etc...
Los pequeños cambios son importantes.
Thank you, that was just an awesome post!!!
31 de julio de 2018, 9:31Thanks for sharing that. It was fun reading it. :-)
31 de julio de 2018, 9:32Publicar un comentario