Educación: aprender a ser

martes, 18 de septiembre de 2012



Ahora que tantas nuevas normas pretenden imponerse al proceso educativo. Ahora que vemos de pronto que el inglés se equipara casi al castellano. Ahora que siguen las recomendaciones de informes que desconocen el sistema español, muy satisfactorio, en general, gracias a la  calidad del profesorado. Ahora que se habla más de matemáticas que de filosofía y más de disciplinas específicas que de aquellas que fomentan la creatividad, como las artísticas y musicales. Ahora es el momento de hablar serenamente sobre la educación.

Y de confirmar la importancia esencial del texto fundacional de la UNESCO, que sobre la base ética de la igual dignidad humana, proclama que le educación consiste en formar a personas “libres y responsables”.  Estas cualidades son las que anunció D. Francisco Giner de los Ríos pronto hará un siglo, al definir la educación como la capacidad de “dirigir con sentido la propia vida”. Y de actuar en virtud de las propias reflexiones y nunca al dictado de nadie ni de nada.

Y de releer el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Y el texto de la “Educación para todos a lo largo de toda la vida” (UNESCO, 1990). Y el “Plan Mundial para la Educación en Derechos Humanos y Democracia” (Montreal, 1993) y  “La Educación es un Tesoro”  (Informe sobre la Educación en el siglo XXI” de la Comisión presida por Jacques Delors, UNESCO, 1995). En este excelente informe se señalan cuatro  grandes capítulos de la enseñanza:
·        Aprender a conocer.
·        Aprender a hacer.
·        Aprender a ser.
·        Aprender a vivir juntos.

Yo añadí “aprender a emprender” y “aprender a atreverse”. Sobre todo, no aprender a tener sino a ser. A ser plenamente.

En educación superior, los informes anuales de GUNI (Grupo Universitario) son realmente excelentes…

Aquí no valen maniobras partidistas, cortoplacistas, interesadas. Abordar con gran rigor este tema crucial, auténtica piedra angular para la construcción del futuro que soñamos bien despiertos, es una exigencia ética. Ténganlo en cuenta. Piensen, únicamente, en “las generaciones venideras”, como nos señala la Carta de las Naciones Unidas.

3 comentarios

Y ahora que se habla tanto de deporte, quisiera rescatar lo que nos dijo a todos el seleccionador nacional de baloncesto no hace mucho:

"Las medallas nacen en los colegios". (Pepu Hernández).

Abrazos. Un mundo mejor es posible.

18 de septiembre de 2012, 17:24
Juliana Luisa dijo...

De acuerdo con usted. Es necesaria una educación que cree conciencia de especie, que sepa añadir al conocimiento (información) el pensamiento crítico y creativo. Hata ahora, cuando se habla de educación siempre se indica formar personas especialistas que sean útiles a la empresa. Una barbaridad. Eso significa convertir al ser humano en un robot.

Un saludo

18 de septiembre de 2012, 17:54

Estoy de acuerdo con todo, salvo en calificar nuestro sistema educativo como "muy satisfactorio, en general, gracias a la calidad del profesorado". Es precisamente aquí donde creo que fallamos. Piense que quienes estudian Magisterio no son tradicionalmente los estudiantes más brillantes. Por supuesto que hay excelentes maestros y profesores, pero en mi opinión son minoría. Para mi, la reforma de nuestra educación tenía que haber comenzado por ahí: por establecer un sistema de selección que garantice que quienes accedan a esta carrera, además de vocación, sean excelentes estudiantes. La actual reforma, sin embargo, comienza equivocadamente por los estudiantes, como si ellos fuesen los culpables del actual estado de la educación en España.

28 de septiembre de 2012, 8:01