Ahora, que
ya sabemos, no podemos consentir que las asimetrías económicas se sigan
incrementando, que los desgarros sociales y las situaciones de extrema pobreza
lleven a la muerte a miles de personas al día en medio de horrendos sufrimientos.
Y no puede
consentirse que unos cuantos países, muy pocos, sigan empeñados en aplicar un
sistema económico, político y social que ha fracasado rotundamente.
Y que
pretendan que las Naciones Unidas sigan sustituyéndose por grupos oligárquicos de
6, 7, 8 o 20 países.
No: ahora
ya no puede consentirse porque ya sabemos y porque ya podemos expresar nuestras
propuestas y protestas.
Hay que
iniciar sin demora el cambio que debe protagonizar el líder democrático de los
EEUU, puesto que fueron los líderes republicanos los que cambiaron los valores
democráticos por las leyes del mercado y
las Naciones Unidas por los grupos plutocráticos. Con Obama –que ha disminuido
los gastos militares, ampliado la atención médica para todos e iniciado la
recuperación económica norteamericana-
la mayor inversión de los Estados Unidos tenderá a asegurar la hegemonía y estabilidad de los grandes
países asiáticos, procurando especialmente la “contención” de China.
Los
republicanos criticaron, como era de esperar, en diciembre de 2011, “la
descomposición del tejido sociopolítico de los Estados Unidos”. Ahora están
callados porque las medidas adoptadas por el Presidente están dando buenos
resultados aunque, en cuanto puedan, volverán –el “gran dominio” militar,
financiero, energético y mediático está en sus manos- a formular los más sombríos presagios, tanto
sobre la situación interna como externa.
También los
conservadores han menospreciado los recientes acontecimientos, de
extraordinaria importancia a escala mundial, que conducen a la emancipación de
América Latina (CELAC).
Tampoco
acertaron en las previsiones de “competencia internacional” en el suministro de
combustibles porque, a los pocos meses, la Administración Norteamericana
anunciaba que, en menos de diez años, siguiendo una política de gran incremento
de energías renovables y de la obtención de gas por fracking, ¡los EEUU pasarían de ser importadores a exportadores!
Es
imposible ahora imaginar que se cometan nuevamente dislates como la invasión de
Irak basada en la mentira o la abominable “solución” aplicada a Libia a través
de la OTAN. Millones de desplazados, miles de muertos y mutilados… pesan hoy
sobre la conciencia de los “3 de las Azores” y la sociedad internacional debe
movilizarse, presencial y virtualmente, para que no vuelvan a repetirse estos
trágicos episodios.
La sociedad
saciada no debe seguir ni un día más considerando que la inanición es un
“efectos colateral” del que no es preciso ocuparse. Algunas cifras pueden ayudar a reconsiderar
rápidamente este desdén pernicioso: el 1% de la humanidad posee el 43% de la
riqueza total. El 10% controla el 83% de la riqueza. Según datos del Centro de
Investigaciones del Congreso de los EEUU, la mitad de la población
estadounidense tenía en 2010 apenas el 1.1% de la riqueza del país, mientras
que el 10% más próspero poseía el 74% de la misma. Y la élite económica mundial
evadió al menos 16.7 billones de Euros entre 2005 y 2010 según un informe de
Tax Justice Network [i]
.
Resueltamente,
todo el mundo, pero sobre todo los más prósperos, deben dejar de mirar hacia
otro lado y, en un colosal movimiento de solidaridad global, evitar las miles
de muertes diarias por hambre o por carecer de tratamientos médicos ya
disponibles en los países más acaudalados, y atender a los que viven en
condiciones de extrema pobreza.
El 20% rico
debe, con apremio, por el bien ajeno pero también del propio, extender
solícitamente la mano, tan alzada, tan armada durante siglos.
Y promover
la refundación de un Sistema Multilateral democrático que, con eficiencia y
prontitud, asegure el principio del “nuevo comienzo” en que la igual dignidad
de todos los seres humanos se ponga finalmente en práctica.
Sólo así se
lograría la desaparición de la actual impunidad a escala supranacional (tráficos de toda
índole) y se haría justicia; y desaparecerían los paraísos fiscales; y se
regularía el consumo de drogas; y se favorecerían soluciones democráticas a los
conflictos de Siria y Egipto… y en Túnez…; y se tendría la “autoridad moral
mundial” para que, de una vez, culminara el proceso de paz Palestino-Israelí; y
que dejaran de utilizarse los “drones” y actuaran en su lugar los “cascos
azules”; y que se adoptaran por la
comunidad internacional las medidas de protección del medio ambiente que las generaciones
venideras merecen…
Alguien
pensará que es un horizonte excesivamente optimista si se contempla el actual.
Para reaccionar y convertirlo en acción, en voz y en grito basta con que
imaginemos que uno de los 60 mil muertos al día por hambre y desamparo es hijo
o hermano nuestro, y que es inadmisible vivir un día más sin tomar conciencia,
como ciudadanos del mundo, de que, al tiempo que se invierten 4000 millones de
dólares en armas y gastos militares, el 80% de la humanidad vive, en un
gradiente de mayores precariedades, en una situación insostenible.
El tiempo
del cambio ha llegado. Ahora ya podemos expresarnos. Ya podemos mirar hacia
adelante. Y tener conciencia global. Y disponernos a inventar otro porvenir.
2 comentarios
El "neoliberalismo" finaciero fue aprobado por el expresidente Clinton y por su secretario del Tesoro durante su primer mandato, Evidentemente los Republicanos les parecio muy bien y siguieron adelante
14 de agosto de 2013, 13:45Atentamente
Fernando ARCE
Im-pe-ca-ble!.
14 de agosto de 2013, 19:36Me llena de rabia y dolor que en pleno S. XXI de las tecnologías de la información y del conocimiento, las sociedades sigan impasibles ante tal panorama. Otros cayeron a lo largo de la Historia, pero nosotros sabiéndolo, sería imperdonable aceptarlo/asumirlo. Nos convertimos en cómplices por víctimas del miedo... o de la simple "pendejería": ayer mismo nos avisan que viene corralito, pero seguiremos pensando en el Mundial de Brasil.
http://economiazero.com/se-prepara-el-corralito-una-nueva-norma-de-la-ue-hara-temer-a-los-ahorradores-de-menos-de-100-000-euros/
La gran mayoría se autoahorcará pensando en que nos lo merecemos; yo quiero todavía intuir que todo se puede evitar. Olvidémonos de "republicanos", "dictadores" o izquierdas y derechas, y pongámonos manos a la obra pensando en seres humanos. En lo que somos, o en lo que dejaremos de ser.
Abrazos.
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