¿Más de lo mismo? No. El por-venir está por-hacer.

sábado, 4 de enero de 2014

Y será el poder ciudadano el que haga posible los cambios radicales que se avecinan. 

Ya no más grupos oligárquicos en lugar de unas Naciones Unidas refundadas, dotadas de los recursos personales, financieros y técnicos necesarios. Ya no más valoración y orientación estrictamente dineraria sino acción política guiada por los “principios democráticos” claramente establecidos en 1945 (Constitución de la UNESCO). 

Ya no más una economía basada en la especulación, deslocalización productiva y guerra, sino en el conocimiento para un desarrollo global sostenible, que permita una vida digna a toda la humanidad y no excluya, como sucede ahora, al 80% de la misma. 

Una economía que, para asegurar la igual dignidad de todos los seres humanos, esencia y fundamento de todos los derechos humanos, atienda las prioridades a las que toda persona debe tener acceso: alimentación; agua; salud; medio ambiente; educación y paz. 

Ya no más explotación en base a acuerdos a todas luces abusivos, sino cooperación. 

Ya no más olvido del medio ambiente, irresponsable desaire ético de incalculables consecuencias en las generaciones venideras. 

Ya nunca más considerar como inevitable el genocidio cotidiano de desamparo y hambre de más de 60.000 personas, al tiempo que, por la seguridad de los más acaudalados, se invierten, en 24 horas, 4.000 millones de dólares en sofisticadas armas y gastos militares, fomentando -¡qué terrible incoherencia!- una “cultura de defensa”, de imposición y dominio en lugar de una cultura de paz, de encuentro, conciliación y alianza. 

Sobre todo en cuestiones potencialmente irreversibles, deberán adoptarse las medidas que permitan procurar las condiciones de habitabilidad de la Tierra. En muy pocos años, la disponibilidad de carburantes a partir de esquistos y clatrenos marinos, cambiará la geoeconomía mundial, requiriéndose un gran incremento en las energías renovables para regular las emisiones de CO2 y de gases con “efecto invernadero”. 

El por-venir está todavía por-hacer. El futuro que anhelamos emergerá de la conciencia global, de la ciudadanía mundial, con una equidad progresiva, capaz por fin de expresarse y dejar de ser invisible, silenciosa, sumisa. 

Por fin, la ciudadanía podrá, presencialmente y en el ciberespacio, manifestarse sin cortapisas. La voz de los ciudadanos fortalecerá a las actualmente democracias “formales”, que han debilitado al Estado y han conferido un inmenso poder a consorcios multinacionales. 

El por-venir está por-hacer. Pero como ha escrito Martí i Pol en un precioso verso, “¿quién, sino todos?”.

Unamos voces y manos. Suscribamos protestas y propuestas en las redes sociales. 

Una gran inflexión histórica se aproxima.

5 comentarios

Anónimo dijo...

El día 22 de marzo todos a Madrid. Marchas de la Dignidad.

5 de enero de 2014, 22:30

Muchas gracias, Sr. Mayor Zaragoza, por su lucidez. Si perdemos la Utopía como bandera, mal camino nos queda.
Ese poder absoluto del capitalismo salvaje de nuestra Sociedad,que se lleva por delante a personas, ilusiones y proyectos -generaciones de jóvenes perdidas, hambrunas y miserias- no puede, de ningun modo, contar con la colaboración del ciudadado de a pie, y eso es lo que sucede cuando este se olvida de la Utopía como guía del camino que está por hacer.

6 de enero de 2014, 10:33
Franca dijo...

Sí, muchas gracias. Pero permítame que le recuerde algo de "El libro de los abrazos" de Eduardo Galeano (personaje que Vd. dice admirar:

"El pastor Miguel Brun me contÛ que hace algunos aÒos
estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba
parte de una misión evangelizadora. Los misioneros vi-
sitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio.
El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pes-
tañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua
de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros
se quedaron esperando.
El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
Pero rasca donde no pica."

Casi 70 años desde la Constitución de la UNESCO; ¿cómo se puede tener fe si, aún con personas (seguramente muchas) como Vd. se ha conseguido tan poco? ¿cuál es su opinión de la llamada Condición Humana?

Saludos utópicos

6 de enero de 2014, 12:53
Anónimo dijo...

el artículo de hoy en elpais a favor del aborto,"crimen horrendo y abominacble" delata el vacío ético y moral del autor. ¿qué se pùede esperar de un premio sabino arana? ¿Cómo se puede equiparar el seno materno a una cámara de gas, a un taller para triturar nasciturus?Así es el buenismo de Mayor Zaragoza

6 de enero de 2014, 15:45
Anónimo dijo...

Gandhi, Mandela, ... ¿Dónde está ese líder MUNDIAL, esa persona que no sea tan reaccionaria como yo (mucho bla, bla, bla, que nos DIRIJA pacíficamente a la innovación, al cambio real?
El porvenir no es más que el ahora/antes repetido.
El "está por hacer" depende de esa sola persona capaz de decir ¡BASTA! y demostrar que quería decir ¡BASTA!
El resto es pura milonga.
Salud.
Miguel Alfonso.

9 de enero de 2014, 20:21