Durante los
años de la postguerra europea, al final de la década de los 40,s leía a Albert
Camus y pasé luego algunos períodos de
tiempo en Paris donde viví la perplejidad y expectación de los jóvenes que
veían su futuro lleno de pasado.
Más tarde,
como Rector de la Universidad de Granada (1968 – 1972) sentí una gran curiosidad por conocer quién
era y qué representaba el Comandante Castro que, con el Che Guevara, suscitaba
tanta admiración en aquellas generaciones que, no exentas de razón como se ha
visto después, se resistían a dejarse ahormar por los poderes post-bélicos
(¡tan “bélicos”!).
También
contribuía a mi creciente interés por conocer más sobre este tema el hecho de
que la España franquista fuera la única vía de acceso a la “isla aislada”:
Madrid- La Habana…
Me di cuenta
ya entonces –y tuve ocasión de conocerlo
más de cerca en la época de la glasnost
y la perestroika- de la enorme
influencia de Fidel Castro en una América Latina sometida, para la que los
cubanos representaban el sueño de liberación. En efecto, Cuba fue el único país
latinoamericano que no sufrió el inmenso y culposo “Plan Cóndor”, iniciado en
1975, que sustituyó por dictadores y juntas militares a los poderes
establecidos y asesinó a mansalva… No se debería reflexionar sobre el castrismo
sin tener en cuenta la trágica realidad de dependencia y sumisión vivida en
aquellos países.
Cuando se
habla del incumplimiento por parte de Fidel de los Derechos Humanos, del
desmedido tiempo en el poder y la ausencia de pautas democráticas, pienso en el
lupanar que era la isla con Fulgencio Batista… en la reverencia que profesan los
“mercados” a países en los que el poder es sucesorio por decisión atípica y no
expresa la voluntad popular ni se respetan los derechos humanos más elementales.
Produce bochorno pensar que cuando se va a negociar con China se elimina antes
la Ley de Justicia Universal… y cuando
las conversaciones se tienen con Arabia Saudita se excluyen de la agenda los
Derechos Humanos y, en particular, los de la mujer…
En la
actualidad, en las últimas etapas de la deriva de un sistema que cambió los
valores éticos por los bursátiles y a las Naciones Unidas por grupos
plutocráticos (G6, G7, G8, G20), contemplamos estupefactos como tiene lugar el
acoso y derribo de países-alternativa tan importantes como Argentina y Brasil,
a través de auténticos golpes de Estado debidamente “disfrazados”.
En los años
1978 -81 en que desempeñé el cargo de Director General Adjunto de la Unesco,
tuve ocasión de apreciar la rápida acción solidaria que Cuba llevaba a cabo.
Pienso especialmente en la caída de Somoza en el mes de julio de 1979. Llamé al
Presidente Adolfo Suárez, de quien era Consejero en aquel momento, y le dije
que sería bueno enviar rápidamente a unos cuantos maestros y maestras para
contribuir a la normalización educativa de Nicaragua. A los tres días
centenares de docentes cubanos llegaban, provistos de tiendas de campaña, con
las manos tendidas. Y lo mismo puede decirse de Haití, con urgente y eficiente
asistencia humanitaria y médica… y en muchos lugares de África.
Ya entonces
puede apreciar el desarrollo comparativo de la educación en Cuba: frente a
intolerables porcentajes de analfabetismo en la mayoría de los países de
América Latina, Cuba estaba en la vanguardia. Y en la atención sanitaria e
investigación biomédica ocupaba también el primer lugar.
He oído
voces también muy críticas sobre las ejecuciones y pena de muerte practicadas
durante el castrismo. Como Presidente de la Comisión Internacional contra esta
cruel e intolerable acción del Estado, me uno a esta crítica… pero atemperada
por la decisión que adoptó en 2003: a partir de entonces, Fidel no sólo dejó de
ordenar y aceptar ejecuciones si no que eliminó los “corredores de la muerte”.
En los Estados Unidos, en cambio, todavía hoy 34 Estados, la gran mayoría de
ellos con gobiernos del partido republicano, siguen siendo retencionistas y
manteniendo el horror de los “corredores” durante muchos años.
En lo que
respecta a su homofobia, se trata de otro error sin duda… que siguen
manteniendo en España no pocas personas por motivos ideológicos o religiosos y,
desde luego, en muchos países a los que, por intereses cortoplacistas, no
censuramos. Hablando de fobias y racismos, la realidad europea y la perspectiva
norteamericana son espantosas y merecen una tajante reprobación de todos los
ciudadanos.
He sido
testigo del extraordinario afecto que tenían por Fidel Castro los pueblos
latinoamericanos. Recuerdo que en 1991 se celebró en Guadalajara el “ensayo”
del V Centenario del “Encuentro” Iberoamericano. Como Director General de la
Unesco había procurado, junto con el Prof. Urquidi, evitar reacciones adversas
de las riquísimas culturas originarias, invitándolas a todas ellas a participar
en la Cumbre. El Rey Don Juan Carlos y el Presidente Felipe González se
sintieron especialmente confortados por la ensordecedora exclamación “¡Fidel,
Fidel, Fidel!” que se escuchó en todo el trayecto de las autoridades hacia el
Ayuntamiento. Al aparecer en la balconada –yo estaba al lado de la única mujer,
Violeta Chamorro, Presidenta de Nicaragua- la muchedumbre sólo repetía
enfervorizada “¡Fidel, Fidel!”. Ni un
piropo a la dama, ni un agravio o desagravio a los otros mandatarios….
Pasaron los
años y en octubre de 1995 se celebró la Cumbre en Bariloche, Argentina. Yo no
había acudido desde Barcelona, 1992. Pero me llamó Enrique Iglesias diciéndome
que era sobre educación y no podría faltar. Viajé a Buenos Aires desde donde,
de madrugada, seguí a Bariloche con el Secretario General de las Naciones
Unidas a la sazón, Boutros Boutros
Ghali. Al aproximarnos al hotel, rodeado de una gran multitud, el
adorable Boutros me dijo emocionado: “Federico, es alentador ver la
consideración y aprecio que tiene la gente hacia las Naciones Unidas”. Sus
sentimientos se vieron seriamente contrariados cuando, al llegar y abrir las
ventanillas sólo se escuchó: “¡Fidel, Fidel!”…
En el mes
de marzo del mismo año de 1995, Fidel Castro viajó a Paris y visitó
oficialmente la sede de la Unesco, para seguir luego hacia la Cumbre de
Desarrollo Social –la primera reunión sobre desarrollo “social” que se
celebraba en 50 años!- que tenía lugar en Copenhague. En los registros de la Organización
consta que nunca se acumuló tanto público y expectación, dentro del recinto y
en sus entornos.
Me he entrevistado (siempre en altas horas de la
noche) con el Comandante en varias ocasiones. En privado, hay que decirlo,
también escuchaba. Coincidíamos en muchas cuestiones y discrepábamos también en
muchas otras. Una madrugada, discutimos hasta el punto en que me dijo: “Estás
cansado. Prefiero no seguir esta conversación”. Regresé al hotel… y cuando
estaba desayunando se presentó sonriente comentando: “Yo estaba más cansado que
tú. Discúlpame”. Y me acompañó hasta la misma puerta del avión.
Recuerdo
vivamente las veces que coincidí con Gabriel García Márquez, visitando antes la
Escuela de Cinematografía… y con Oswaldo Guayasamín, “el pintor de
Iberoamérica”… y con Eusebio Leal, Alfredo Guevara, Armando Hart, Héctor
Hernández Pardo, Abel Prieto….
Otra faceta
que debo destacar del Comandante Fidel Castro es la facilitación de los
Procesos de Paz. Para reiniciar el de Guatemala en 1992, conté, como había
sucedido antes con el Presidente Vinicio Cerezo, que restableció la democracia
en su país, con la intermediación del Comandante, y cinco guerrilleros,
presididos por Rodrigo Asturias, hijo del premio Nobel de Literatura Miguel
Ángel Asturias, acudieron a la primera reunión que programé en los Montes de
Heredia, en Costa Rica.
Este mismo
año de 2016, asistí a finales de enero en La Habana a una reunión con las FARC,
que habían ya alcanzado acuerdos muy importantes con el gobierno del Presidente
José Manuel Santos, siempre con la recatada acción de los noruegos a quienes
todos debemos especial gratitud por el qué y el cómo proceden en estos casos…
Fidel
Castro protagonista del siglo XX. Todos dejamos de ser. Algunos, como él,
siguen siendo leyenda. La historia hará un día balance y lo juzgará. Es
totalmente improcedente juzgarlo ahora. Y, sobre todo, arrogarse la potestad de
“absolverlo” o no… Se ha escrito que “su muerte despeja el camino hacia la
democracia”. Es muy deseable… pero ¿hacia qué democracia? ¿Hacia la de Trump?
¿Hacia la de los “mercados” que han tenido la desfachatez de designar, en
Grecia, cuna de la democracia, a un gobierno sin elecciones, sin urnas?. Nos
hallamos en plena revolución digital. Por primera vez en la historia, los seres
humanos saben progresivamente lo que acontece a escala planetaria y pueden
expresar libremente sus puntos de vista. Pero, sobre todo, la mujer -“piedra
angular” de la nueva era según el Presidente Nelson Mandela- adquiere con cierta rapidez el papel crucial que
le corresponde en la toma de decisiones.
A 200
millas de los EEUU, Cuba es David frente a Goliat. Fidel Castro nunca se hincó
y se convirtió en un referente mundial de la resistencia.
Fidel
Castro ha muerto pero sus ideas permanecen. Ahora es preciso seguir lo que debe
seguirse, aún a contraviento. Y modificar con tino aquello que debe modificarse.
Porque, aunque los aferrados a la inercia no quieran reconocerlo, se está
iniciando una nueva era en la que serán “Nosotros, los pueblos…” -como tan lúcidamente
establece la Carta de las Naciones Unidas- quienes tomarán en sus manos las
riendas del destino común… y, con las lecciones, entre otras, del castrismo y
del neoliberalismo, releer la Constitución de la Unesco y la Carta de la
Tierra, y la Declaración de los Derechos Humanos y la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea… para proceder, con audacia, firmeza y rigor
a inventar el por-venir que, por fortuna, está por-hacer. Y hacerlo con
urgencia, porque podemos alcanzar puntos de no retorno, lo que constituiría un
pecado intergeneracional inadmisible.
Sigamos,
como hizo Fidel en muchos casos, a José Martí que, dirigiéndose a los jóvenes,
les dijo: “La solución no está en imitar sino en crear”….
5 comentarios
Como tantas veces, artículo, reflexión, lección de clase, magistral. Su Pensamiento debería sentar cátedra para ser referente, desde la libertad y el respeto de quien sabe lo importante que es analizar, que no dogmatizar, ni juzgar, sino hablar o ¡discutir! Deben haber muchos "cansados" que lejos de pedir perdón, se enfrascan en la deslegitimación crónica. ¡Gracias Don FMZ!
30 de noviembre de 2016, 8:48En mi etapa de 3 años en Cuba leí la obra del Che y las ¨venas¨ de Galeano, suficiente para nacer, marcar y crecer como persona. Yo entonces era un joven lleno de ideales, energía e ilusión. Devoré después a Fidel, José Martí y Juan Bosch. Le envié aquella foto de Fidel con usted que encontré en la entrada de la Alianza Francesa. Todo aquello poco a poco me fue inmiscuyendo en el ¨conocimiento¨, lo que poco a poco me hundía en la espiral del ¨crecimiento¨, y lo que finalmente me derivó hacia la ¨indignación¨ por la ¨impotencia¨. Yo no me daba cuenta de eso, seguía creyendo en eso del ¨destino¨, pero la impotencia constante desde entonces y a lo largo de tiempo me fue invadiendo ya sin retorno a la ilusión, ante tanto tesón incomprendido y no correspondido, ante tanta ilusión desvanecida, lo que me hizo llegar a plantearme el sabio dicho ¨ojos que no ven, corazón que no siente¨.
1 de diciembre de 2016, 15:50Hoy su post me hizo llorar, me hizo recuperar parte de aquellos orígenes perdidos. Felicidades, hacía tiempo que no leía algo tan constructivo. Si realmente existe el cielo y si realmente desde allá se pueden ver estas líneas, estoy seguro de que ahora mismo le aplauden. Hoy usted hace una INMENSA JUSTICIA a aquel incomprendido que una vez me contó entre usted y Fidel por la tergiversación interesada de la prensa. Esto es lo más oportuno que se escribe sobre Fidel desde hace muchos años, en propia voz y desde el alma.
Saludos.
Apreciado maestro,
1 de diciembre de 2016, 20:32He leído con contenida emoción su escrito, y vuelvo a escribirle para agradecerle estas líneas, plenas de un compromiso que se me antoja admirable por su preocupación por las generaciones venideras. Realmente todo está escrito ya, disponemos de unos documentos extraordinarios que marcan claramente el camino a seguir, y tan sólo nos hace falta luchar para que se conviertan en una luminosa realidad frente a los intereses creados, tan potentes como egoístas e insolidarios, y en eso que nos hemos de centrar.
Agradecido.
Refiriéndose a tres hombres decisivos en la independencia de América (Bolívar, San Martín e Hidalgo), el poeta y revolucionario cubano José Martí escribe:
2 de diciembre de 2016, 9:00"El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz”.
Buen artículo Federico, buenos recuerdos.
Es verdad, sus ideas permanecen y como las de tantos otros son las que ayudan a que el mundo se mueva hacia la Libertad y la esperanza de llegar a saber que otro mundo es posible... y que no hay que tirar la toalla para conseguirlo:
18 de diciembre de 2016, 15:16Y mientras tanto se fotografían en Santiago de Cuba ideas como ésta:
"Nacimos en un país libre que nos legaron nuestros padres, y primero se hundirá la isla en el mar antes que consintamos en ser esclavos de nadie"
Gracias por mostrarnos otra cara de Fidel que la gente de a pie no conocíamos ( ¿ qué creer o no creer de lo que escribe la prensa desde hace ya tantos años? ¿Cómo saber... escudriñar la verdad desde la otra parte del mundo? ¿ Son testimonios fiables los de aquellos que han abandonado la isla? ). Muchas gracias por estas líneas llenas de sentido común y de Sabiduría...
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