Objeción de conciencia

miércoles, 15 de mayo de 2013

Insisto: en las cuestiones supra-partido político la legislación debe ser fruto de una amplísima consulta, buscando siempre, en temas esenciales, el acuerdo popular. Porque en ésto consiste la democracia. 

Por el bien de todos, es necesario procurar más y mejor democracia a todas las escalas: personal, local, nacional, regional, mundial. De otro modo, las riendas del destino común seguirían en las manos de unos cuantos que, amparados en normas y pautas precariamente democráticas –como la mayoría parlamentaria absoluta- imponen su voluntad en materias en las que la obediencia ciudadana es éticamente inaceptable.

Como mínimo, en cuatro pilares del Estado –justicia, educación, ciencia y sanidad- no cabe invocar pretéritos triunfos electorales, porque los ciudadanos deben actuar, como lúcidamente establece la Constitución de la UNESCO, “libre y responsablemente”. 

Si se mutilan los servicios de salud, fundamentales para el derecho humano supremo a una vida digna; si se mercantilizan y alteran radicalmente –strictu sensu- las bases éticas sobre las que se asienta la educación (tan frecuentemente confundida con capacitación, incorporación de saberes y destrezas, etc.); si se vulneran las disposiciones de la Convención de los Derechos Humanos de la Infancia relativas a la enseñanza de ideologías y creencias hasta la edad de la emancipación, mediante una formación religiosa obligatoria en un Estado aconfesional; si se establece la segregación escolar o se discrimina de cualquier otra manera; si, en contra del rigor científico y del buen sentido, se obliga a una mujer gestante a dar nacimiento a un hijo que sabe será un ser severamente discapacitado y anómalo… ante estos abusos inadmisibles de las “leyes rodillo”, los ciudadanos que disientan de estas imposiciones no las cumplirán por “objeción de conciencia”.

El Presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy, sabe muy bien de qué se trata porque, con motivo de la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, el 2 de septiembre de 2008, defendió abiertamente el “derecho a la objeción de conciencia”. “Es la posición de la inmensa mayoría de mi partido y de los Tribunales”, manifestó. La Conferencia Episcopal apoyó de inmediato, ¿cómo no?, las declaraciones del entonces líder de la oposición. 

Si “sacan” leyes en contra del resto del arco parlamentario en cuestiones clave para el presente y futuro de la Nación habrá un clamor popular, una “marea” de objetores. 

No lo hagan. Recapaciten. Escuchen la voz del pueblo.

5 comentarios

Juliana Luisa dijo...

Ya ha recapacitado, ya están haciendo; es hora de que los ciudadanos practiquen la "objeción de conciencia" y la "desobediencia civil".

Un saludo

16 de mayo de 2013, 12:22

Ya tenemos el precedente en España con nuestro Servicio Militar. Éste es el camino!.

Un abrazo.

17 de mayo de 2013, 19:43

Estimado señor: he leído esto en Iternet y me gustaría saber si es cierto que usted ha llamado a la objeción de conciencia contra la ley de educación recientemente aprobada:
http://m.tendencias21.net/Federico-Mayor-Zaragoza-llama-a-la-objecion-de-conciencia-frente-a-la-LOMCE_a14538.html
Atentamente, L. de Guereñu Polán

19 de mayo de 2013, 9:47
Rocio dijo...

Será el nuestro el único país en el que nuestros niños crecerán sin música, si sus padres no tienen dinero para pagarles su formación.

20 de mayo de 2013, 16:40

El recorte de la corte
A recortar se ha dicho
que movidos por el vicio,
se hacen sastres de oficio
para imponer sus maldades.
Armados de gran coraje
sus recortes son la leche
treinta años de derechos
se han ido por en retrete.
Si mandando se relaja
y el presupuesto se agota,
solo nos queda paciencia
mientras se cargan la flota.
Consejeros egoístas
políticos y banqueros,
se han calzado las botas
sin mirarse a esos pelos.
Y así nos van las cosas,
si por falta de previsiones
muchos se irán a las fosas
por carecer de atenciones.
Si los Partidos Peligrosos
y Pasotas Sinverguenzas,
van ligeros de conciencias
y se sienten orgullosos.
¿Que nos queda ya por ver?
tan solo ese padecer,
de un sistema desgastado
que no sabe ya que hacer.
Costearon tantas fiestas
que en cursos de pelotas,
algunas bodas o fiestas
que se han puesta las botas
Y a vivir que son dos días
que mientras dure el mandato,
tienen su olla segura
el pueblo, que espere un Rato.

21 de mayo de 2013, 11:21