III
Acatarla... y recurrirla, cuando proceda, en su debido momento.
Poco parecen conocer qué es un Estado, cuáles son sus pilares institucionales y las prerrogativas de los ciudadanos, quienes pretenden influir en los inicios de un proceso judicial, con independencia de su criterio sobre si debería o no haber sido planteado. Tiempo tendrán de apelar si lo estiman conveniente.
La justicia no es infalible. Se basa en la estricta aplicación de la ley que es, la que, con frecuencia, debería modificarse, mejorarse o adaptarse. Y cuando existe parcialidad manifiesta en la interpretación de la ley y en su aplicación -lo que es especialmente insostenible en relación a pertenencias políticas de un signo u otro- entonces corresponde a los afectados todo el derecho de amparo hasta las más altas instancias nacionales e internacionales.
Primero, leer bien la ley y los proyectos de ley; segundo, respetar el proceso judicial y el secreto del sumario. Luego, cuando sea procedente, manifestar el disentimiento con la sentencia y recurrirla. Y proceder a establecer mejores normas o modificarlas.
Hemos luchado demasiado por la libertad, incluida la libertad irrestricta de expresión, para que ahora contemplemos impasibles y apocados cómo el poder mediático lo impregna todo, empezando por convencer al pueblo de que muchos "presuntos" no lo son y que quienes los descubrieron y acusaron deben pasar, directamente, sin la calificación de presuntos, a culpables.
No lo conseguirán. La gente aguanta mucho. Pero no tanto. Nos están distrayendo en exceso, con espectáculos de masas, con jugadores o pilotos, detallando sus éxitos y sus dolencias,... pero no hasta el extremo de consentir que la justicia, el gran asidero de los demócratas y la base del diseño de un futuro mejor, sea manipulada hasta el extremo de que los "buenos" aparezcan como malos y los "malos", por arte de birli-birloque, aparezcan exculpados y exonerados de toda responsabilidad.
El siglo XXI, será, más pronto de los que muchos esperan, el siglo de la auténtica participación ciudadana. Y la gente reaccionará ante estos abusos y desmesuras.
2 comentarios
Buenos días Sr. Mayor.
29 de marzo de 2010, 11:01Hoy quiero destacar que con sus escritos, además de conocer lo que piensa usted, aprendo y culturizo (...prerrogativas de los ciudadanos, ...libertad irrestricta de expresión,) que buena falta me hace.
También me llama la atención el texto:
cómo el poder mediático lo impregna todo, empezando por convencer al pueblo de que muchos "presuntos" no lo son y que quienes los descubrieron y acusaron deben pasar, directamente, sin la calificación de presuntos, a culpables
Yo también tengo la seguridad de que se cumplirán tus vaticinios y la justicia de verdad imperará en el orden mundial. Pero se demora y se demora. Ya se que no debemos desesperar, pero a veces se hace insoportable.
1 de abril de 2010, 14:01¡Sigamos adelante!, sobre todo si contamos con personas como tu, con tu fortaleza, entereza y sabiduría, seguro que todo será más fácil y rápido.
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