Hemos de saber lo que acaeció.
Ahora resulta que al Juez Garzón se le persigue por procurar la "memoria histórica" en España (y se le convierte de golpe en juez mundial) mientras que Argentina debe tomar la delantera en proclamar la justicia universal!.
Durante 35 años, los vencedores tuvieron la oportunidad exclusiva de conocer la realidad, de identificar y anunciar incluso los "muertos por Dios y por España", de beatificarlos cuando correspondía.
¿Cómo oponerse ahora, después de tantos años desde los desventurados sucesos y de más de 30 años de democracia, a que los vencidos puedan hacer lo mismo con sus víctimas? Ya nadie puede invocar riesgos de venganza o de violencia de ningún tipo. Se trata de conseguir, de una vez, la "normalización" ciudadana que permita, todos distintos, cada cual con sus culturas, creencias e ideologías, un "nuevo comienzo" en España.
Sólo si la "memoria histórica" permite equilibrar una situación desgraciadamente tan asimétrica, será posible hacer lo que realmente importa: diseñar juntos el futuro. Me gusta repetir que el por-venir en el que quepan todos, sin exclusión, está por-hacer. Ésta es la auténtica tarea, el gran reto.
Del pasado hay que extraer las lecciones de un devenir a la altura de la grandeza humana.
Memoria del pasado para, desde ahora, tener en el presente buena memoria del futuro.
2 comentarios
Sólo se pide dignidad. Reconocimiento. Y quedan pocos años, por razones biológicas, para que los hijos de las víctimas puedan tener por lo menos ese consuelo.
21 de noviembre de 2010, 1:57Pero no: nuestras dos principales fuerzas partitocráticas lo niegan de hecho, una con obcecación y catastrofismo, la otra con tacañería y obstruccionismo.
Aviados estamos. Porque las víctimas somos todos - porque una guerra civil no tiene vencedores. Y la dignidad que sigue tirada por las cunetas, es la dignidad del país entero.
Cordialmente,
Al menos aquí tenemos una ley de la memoria histórica. Estuve recientmente en Uruguay y a pesar de tener ahora un gobierno democrático, una ley llamada "de la caducidad de la pretensión punitiva del estado" --que el pueblo llama "ley de la impunidad"-- estableció una amnistía para todos los delitos cometidos por policías y militares u otros funcionarios durante la época de la dictadura (1973-1985).
9 de diciembre de 2010, 21:22Escribí luego una breve crónica sobre un acto al que asistí en Montevideo en relación a esta ley, una maratón de lectura de textos de personas que directa o indirectamente sufrieron los efectos de la dictadura. Puede verse aquí:
http://tinyurl.com/37tprc4
(en catalán)
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