Cambios en la Constitución

martes, 26 de febrero de 2013

No deben demorarse ni un día. El tiempo pasa y se acercan fechas que deben hallar terminada la “sinfonía inacabada”, según palabras del Presidente Adolfo Suárez, refiriéndose especialmente al Capítulo 8º de la Constitución. 

El “Estado de las Autonomías” ha sido enormemente beneficioso –“¡quién te ha visto y quién te ve!”- para el desarrollo en el conjunto español. Pero han subsistido, indebidamente, privilegios que ahora deben transformarse en unas normas en las que, con un suficiente autogobierno, quepan todas las excelentes particularidades culturales e históricas que configuran el Estado. 

Ni un día más bailando al son del déficit y las primas de riesgo. Las riendas del destino común no pueden seguir anquilosadas, ceñidas al pasado. 

Manos a la obra para, a primeros de junio, haber perfilado, en un gran acuerdo general, los cambios que permitan abordar con serenidad la nueva andadura. Esto es lo importante. 

Y lo urgente: cambiar la Constitución y un “Plan País” para saber qué tipos de trabajos pueden y deben generarse. 

Lo demás son cuentos… amargos.

3 comentarios

Anónimo dijo...

Más cuentos… amargos
-Si hay que cambiarlo se cambia, pero cambiarlo para naaaaa, na de na. Eso sí, con acuerdo de la mayoría y dentro de lo establecido. Si hay que cambiar lo establecido se cambia pero con consenso y acuerdos, cuantos más mejor.
-Cuando leo o escucho afirmaciones como: "todos los políticos son iguales" (casi siempre en sentido negativo) me acuerdo de usted D. Federico y pienso que no puede ser cierto, porque a mi me parece un excelente político y no creo que sea tan malo.
-En el blog que escribe suelo leer sus observaciones bondadosas, racionales y en muchas ocasiones con bastante realismo, pero ¿Por qué cambiar algo que funciona y no sabemos si funcionará mejor con el nuevo cambio? Sabemos que todo cambia demasiado deprisa y algunas veces a mejor sin necesidad de forzarlo.
¿Por qué hay que hacer YA lo que es un asunto de muchos y no solo de unos pocos?
-¿Por qué dividir, separar? Quizás se pretenda eso de: “divide y vencerás”, o se conseguirá tener menor resistencia.
-¿Por qué dificultar el entendimiento con diferentes culturas y lenguas? Lo que ya está y es, es lo que hay y si queremos algo mejor imagino que será algo más común, compartido y global.
-Primero crear adictos tratando temas sin ninguna sombra de duda: Pobreza, hambre, guerras, derechos, libertades, igualdad, economía, injusticias, .... y después encarrilarlos hábilmente hacia donde a mi o a mi grupo social nos convenga.
-Algunos deben pensar “Yo interpreto la ley según mis intereses y si la interpretas tú y no me gusta la rechazo, la cambio o me considero fuera porque no va conmigo.”
-Cuando no me gusta lo que opina el otro lo califico negativamente para que pierda valor y si puede ser sobresalga mi idea.
Mis mejores deseos D. Federico

26 de febrero de 2013, 18:35
Juliana Luisa dijo...

A mi juicio, lo que hay que cambiar es la democracia. La democracia representativa, ya no es democracia porque se ha vendido o ha sido secuestrada por o que llamamos "los mercados". Necesitamos una democracia participativa; lo dicen todos los expertos incluido usted.

Un saludo

26 de febrero de 2013, 19:46

La España del s. XXI no puede avanzar con un motor del s. XX. Lógica aplastante del cambio que vivimos.

Un abrazo

2 de marzo de 2013, 9:51