Atención: hay transgresiones inaceptables en la
investigación científica y especialmente en la
genómica, según se acordó unánimemente en la UNESCO y en las Naciones
Unidas en 1997 y 1998 en la “Declaración Universal sobre el Genoma Humano
y los Derechos Humanos” (http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=13177&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html ) donde se trataba, precisamente, de evitar que,
gracias a la ingeniería genética, pudiera llevarse a cabo el sueño de Hitler y
Mengele de hacer un ser humano “de diseño”. Lo intentaron con las técnicas
propias de la genética mendeliana, y fracasaron.
En el año 1993 con el apoyo, desde el primer
momento, de la Human Genome Organization
(HUGO), inicié en la UNESCO, en una Comisión presidida por la jurista Nöelle
Lenoir, el proceso de elaboración de dicha Declaración. En su artículo undécimo
se establece que: “No deben permitirse las
prácticas que sean contrarias a la dignidad humana, como la clonación con fines
de reproducción de seres humanos. Se invita a los Estados y a las
organizaciones internacionales competentes a que cooperen para identificar
estas prácticas y a que adopten en el plano nacional o internacional las
medidas que corresponda, para asegurarse de que se respetan los principios
enunciados en la presente Declaración.”.
En la Cátedra Internuniversitaria de Derecho y
Genoma Humano de las Universidades de Deusto y el País Vasco, el Prof. Carlos
María Romeo Casabona, ha seguido estudiando y reflejando ejemplarmente todas
las vicisitudes relativas a la investigación genómica (ver “Revista de Derecho
y Genoma Humano” http://www.catedraderechoygenomahumano.es/revista_sumario.asp , excelente referencia internacional al respecto).
Por otra parte, los Consejos de Bioética pueden, en cada momento, revisar
nuevas iniciativas y aportaciones relativas a tema tan esencial… pero está
vedada “la clonación con efectos reproductivos” por las razones arriba
indicadas.
Por eso es inaceptable que unos científicos chinos
anuncien –“El País”, 24 y 25 de abril de 2015- que han llevado cabo
experimentos de modificación genética de embriones humanos (ver http://www.nature.com/news/chinese-scientists-genetically-modify-human-embryos-1.17378), que suscitan serios problemas éticos y están
provocando respuestas que deberían ser nocivas, por parte de la comunidad
científica (ver “Don’t edit the human germ line” http://www.nature.com/news/don-t-edit-the-human-germ-line-1.17111 y “A prudent path forward for genomic engineering and
germline gene modification”, http://www.sciencemag.org/content/348/6230/36 ) .
Hace ya años, en el libro “Gen-ética”, editado en colaboración con el Prof. Carlos Alonso
Bedate, quedó muy clara la diferencia que, tanto en genética como en otros
campos de investigación, existe entre lo factible y lo admisible. Esto no
significa que haya conocimientos prohibidos sino que hay prácticas prohibidas,
aplicaciones del conocimiento incompatibles con la dignidad humana, fundamento
conceptual y existencial del ser,
razón por la que la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea
(7/12/2000) la sitúa acertadamente en primer lugar.
Una vez más, China no puede ser el gran país
“opaco”. Espero que se produzca una reacción de apropiada magnitud por parte
de la comunidad científica internacional
que permita encauzar un tema que, vuelvo a repetir, no admite excepciones.
Hay que respetar a las Naciones Unidas. Los
neoliberales las han sustituido por grupos plutocráticos (G-7, G-8, G-9… G-20).
Es apremiante ahora darle la autoridad moral y efectiva que contribuya a
esclarecer cuestiones tan esenciales como ésta.
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