Aparte de la interpretación de las leyes según la adscripción política, "progresista" y "conservadora", cuestión recurrente que es muy difícil de explicar y pone en entredicho la neutralidad de algunos magistrados, otro motivo relacionado de honda preocupación es la desigual diligencia que se observa en algunos casos. Así, en Castellón y Valencia, por poner dos ejemplos bien conocidos, pasan los días, los meses y los años, hasta el punto de prescribir algunos sumarios, mientras que en Sevilla, por poner otro ejemplo muy reciente, el proceso -continuamente espoleado por aquellos sobre los que pesan más causas "lentas"- va a toda máquina.
Que nadie se engañe: los "principios democráticos" tan bien enunciados en la Constitución de la UNESCO, comienzan por la justicia. Colaboremos todos en propiciar una rapidísima "normalización" de esta piedra angular del futuro que anhelamos.
De otro modo, el pueblo, que ahora ya tiene voz, no consentirá estos ritmos distintos y veredictos tan sesgados y parciales de nuestro sistema judicial.
2 comentarios
Así es, son los hechos los que hablan de como se aplica la ley. También habla de los jueces, de sus rancias afinidades políticas y de una imparcialidad cada vez menos creíble. La delincuencia organizada asalta la política a la rapiña de lo público.
9 de abril de 2011, 2:08Tienes toda la razón del mundo.Lo de Sevilla resulta insultante por comparación con Fabra,Naseiro,aquella Jueza que citó a un montón de guardias civiles hace años en Bilbao,lo que en aquellos tiempos significaba quedar indefensos ante ETA.
9 de abril de 2011, 19:38Son tantas y tan diversas las situaciones,que pareciera una conjura de perversos y necios.
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