Israel construye asentamientos sin parar en los territorios palestinos. Y Europa calla.
Israel intercepta por enésima vez en aguas internacionales a pequeñas embarcaciones que se dirigen solidariamente a Gaza. Y Europa calla.
El “cuarteto” deja pasar años y años (en días los cuentan los palestinos en sus campos de supervivencia) sin hacer nada. Y Europa calla.
El señor Tony Blair, ocupado en consultorías de gran calibre, sigue decepcionando a quienes tantas expectativas habían depositado en él. Y Europa calla.
Se da el “carpetazo” a Iraq. Y Europa calla.
La OTAN actúa fuera del ámbito que le permitía la Resolución de las Naciones Unidas en el caso de Libia, y contemplamos a algunos de los líderes “invasores” repartiéndose el petróleo apresuradamente. Y Europa calla.
Contemplamos también, inermes, los desmanes que se cometen en Siria. Y en el Yemen. Y Europa sigue aferrada a los caducos G-8 y G-20, en lugar de intentar una apremiante e imaginativa refundación del multilateralismo. Europa calla…
Abandonó los principios de democráticos que son su gran legado histórico y los cambió por el mercado, que ahora le acosa y aprisiona. Incapaz de reaccionar, ve como las otras grandes potencias son capaces de “fabricar monedas”… y, en lugar de federarse económicamente y adoptar sus propias medidas, se doblega a las exigencias del “gran dominio”…
¿Dónde está la Europa que debería tender la mano a Haití y a Darfur… y ocuparse del medio ambiente y de las generaciones venideras?
Está obcecada en deshacer una inmensa maraña de ciclos viciosos, pretendiendo crecer al tiempo que recorta todo tipo de gastos e inversiones, incluido los de carácter más social; elimina efectivos públicos sin cesar; privatiza lo poco que quedaba privatizable;… y sigue sin exigir responsabilidades a los que promovieron las “burbujas” y deslocalizaron en exceso la producción…
¿Dónde está la Europa de los principios democráticos para, con su autoridad moral, conseguir que nunca más se repitan guerras basadas en la mentira y ambiciones geoestratégicas como las que culminaron en la invasión de Iraq… y ahora, espoleada por los “señores de la guerra y del petróleo”, Irán?
Europa, tan ajetreada, calla. Pero hablará pronto, porque si se traspasan los límites de la evolución llegará la revolución. Y la revolución casi siempre implica violencia.
Europa: escucha el clamor del pueblo,… y habla!
Israel intercepta por enésima vez en aguas internacionales a pequeñas embarcaciones que se dirigen solidariamente a Gaza. Y Europa calla.
El “cuarteto” deja pasar años y años (en días los cuentan los palestinos en sus campos de supervivencia) sin hacer nada. Y Europa calla.
El señor Tony Blair, ocupado en consultorías de gran calibre, sigue decepcionando a quienes tantas expectativas habían depositado en él. Y Europa calla.
Se da el “carpetazo” a Iraq. Y Europa calla.
La OTAN actúa fuera del ámbito que le permitía la Resolución de las Naciones Unidas en el caso de Libia, y contemplamos a algunos de los líderes “invasores” repartiéndose el petróleo apresuradamente. Y Europa calla.
Contemplamos también, inermes, los desmanes que se cometen en Siria. Y en el Yemen. Y Europa sigue aferrada a los caducos G-8 y G-20, en lugar de intentar una apremiante e imaginativa refundación del multilateralismo. Europa calla…
Abandonó los principios de democráticos que son su gran legado histórico y los cambió por el mercado, que ahora le acosa y aprisiona. Incapaz de reaccionar, ve como las otras grandes potencias son capaces de “fabricar monedas”… y, en lugar de federarse económicamente y adoptar sus propias medidas, se doblega a las exigencias del “gran dominio”…
¿Dónde está la Europa que debería tender la mano a Haití y a Darfur… y ocuparse del medio ambiente y de las generaciones venideras?
Está obcecada en deshacer una inmensa maraña de ciclos viciosos, pretendiendo crecer al tiempo que recorta todo tipo de gastos e inversiones, incluido los de carácter más social; elimina efectivos públicos sin cesar; privatiza lo poco que quedaba privatizable;… y sigue sin exigir responsabilidades a los que promovieron las “burbujas” y deslocalizaron en exceso la producción…
¿Dónde está la Europa de los principios democráticos para, con su autoridad moral, conseguir que nunca más se repitan guerras basadas en la mentira y ambiciones geoestratégicas como las que culminaron en la invasión de Iraq… y ahora, espoleada por los “señores de la guerra y del petróleo”, Irán?
Europa, tan ajetreada, calla. Pero hablará pronto, porque si se traspasan los límites de la evolución llegará la revolución. Y la revolución casi siempre implica violencia.
Europa: escucha el clamor del pueblo,… y habla!
4 comentarios
quizá en el futuro, esta nuestra era sea recordada como la era de la mentira. nos decían que no hay nada nuevo bajo el sol, pero lo "hay" está cubierto de una capa opaca de mentira "que vemos", y a ahora que la vamos rompiendo descubrimos que todo es nuevo, pero europa calla impasible y conservadora.
9 de noviembre de 2011, 20:36Lamentable la pasividad de tantos.
10 de noviembre de 2011, 14:08Estoy suscrita a sus boletines que leo con máximo interés y suscribo casi en su totalidad. Me interesan sus reflexiones y creo que es importante que sean expresadas por personas de su trayectoria pública, profesional y personal.
11 de noviembre de 2011, 9:53Pero... echo de menos una “llamada a la acción” más movilizadora. Sólo con la reflexión no creo que seamos capaces de conseguir el cambio que necesitamos tan urgentemente.
Son personas como Usted las que tienen la oportunidad de liderar una acción definitiva. ¿Qué pueden proponer?:
Vayamos todos a Bruselas, a decirles a los dirigentes europeos que Europa no puede permanecer callada!! o
Concentrémonos ante las sedes de los diferentes organismos de las UN (muchos por cierto y a veces con personal redundante y caro) para reclamar una refundación de la Organización Mundial, de verdad plural y democrática!! Para rechazar públicamente la retirada de los fondos de USA a la UNESCO como represalia a la decisión democrática de acoger en su seno a Palestina y como chantaje a otras posibles adhesiones!! Se me ocurren más igual de sensatas y no violentas pero yo no puedo movilizar a nadie... necesitamos líderes como Usted (y otros con los que seguro tiene contacto) que “encabecen” estas u otras acciones.
Anímese, Señor Mayor Zaragoza, a proponer y liderar acciones que nos ayuden a todos los que tenemos claro que así no podemos seguir y que existen recursos disponibles para provocar un cambio mundial y que está en nuestras manos que este cambio se produzca sin dañar siquiera los intereses comerciales mundiales respetables; evidentemente los otros, los obscenos que vemos a diario, no sólo debemos de acabar con ellos, sino que deberían de compensar a varias generaciones por los daños ocasionados.
Gracias por leer mi correo y gracias por sus reflexiones, anyway.
That is great to hear, thank you for reading!
1 de agosto de 2018, 10:39Publicar un comentario