Nos han engañado demasiadas veces. Nos han decepcionado demasiadas veces. Ahora ya no dejaremos que nos distraigan. Ni escucharemos más palabras… que no vayan acompañadas de acción. Rechazamos toda declaración de intenciones sobre medio ambiente, sobre la ayuda al desarrollo, sobre las prioridades a escala mundial, la salud, el deseo de concordia… que no vaya acompañada de las medidas prácticas adecuadas.
Ahora ya sólo escucharemos el lenguaje del ejemplo, de la palabra consciente, “sopesada”…
2 comentarios
Efectivamente, y es una idea, además de de total sentido común, esencialmente cristiana; obras son amores. La palabra sin la obras es el vacío o la mentira, la obras es consustancial a la palabra. Esto es (o debería ser) el cristianismo.
4 de octubre de 2014, 13:56Llevo algunos años publicando sobre el clima y me escandaliza ver que el gobierno español defiende a Arias Cañete como comisario del Clima. ¿Podría acaso encontrarse un peor candidato para tal cometido? ¿Proponer a un señor vinculado al negocio del petróleo para defender los vitales esfuerzos que tenemos que realizar en ese ámbito no es acaso un grave error? Mientras sigamos poniendo a la zorra al frente del gallinero nada irá como debería ser.
4 de octubre de 2014, 14:24Publicar un comentario