Miles de inmigrantes a la deriva. Y la insolidaridad de los Estados de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) en el mar de Andamán se asemeja a la de la Unión Europea en el Mediterráneo. Aquí, en lugar de una decisiva ayuda al desarrollo –tan menguada en los últimos años porque “hay que pagar la deuda”- los mandatarios europeos envían buques de la Armada para cerrarles el paso. Allí se han cerrado las fronteras marítimas y las naciones implicadas se culpan entre ellas… mientras los ocupantes de las barcazas, la mayoría musulmanes “rohingya”, que huyen de la pobreza extrema se hallan en grave riesgo de morir de hambre.
Es una vergüenza, otra más, mientras los grupos plutocráticos (G7, G8…) con que los neoliberales sustituyeron a las Naciones Unidas, perdida la ética y la brújula, se convierten en delincuentes. Y los insolidarios países apelan -¡ahora!- a la ONU.
¿Se darán cuenta, antes de que sea demasiado tarde, de que hay que recrear unas “Naciones Unidas de emergencia”?
Debería alzarse un gran clamor, presencial y digital, en todos los pueblos de la Tierra.
“Silencio cómplice”.
1 comentario
Lo que no entiendo es cómo los Gobiernos no se dan cuenta de hacia el caos social tan estrepitoso al que vamos. ..Esto es el cuento de "Pedro y el Lobo" versión Siglo 21.
23 de mayo de 2015, 17:11O no lo ven, o son demasiado inhumanos. Otra especie.
Abrazos.
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