Primero, enhorabuena de todo corazón a uno de los maestros del castellano de todos los tiempos. Le admiro profundamente como escritor. Su obra literaria es ciertamente excepcional.
Comparto algunas de sus opiniones. Disiento de muchas.
Y lamento que, al día siguiente de recibir el Premio Nobel, ocupe portada del ABC montera en mano.
Prefiero la fotografía a toda página de éste y otros rotativos donde se le ve recibiendo el más preciado galardón de la mano del Rey Carlos Gustavo. Prefiero cuando se dice que el Comité Nobel le equiparó a Balzac, Tolstoi y Faulkner.
¿Por qué montera en mano? Lo suyo no es esto. Lo suyo es escribir.
1 comentario
La verdad es que se trata de un personaje que NO admiro, difiero mucho de su pensamiento. En este nuestro mundo no basta con saber escribir, prefiero a los que saben compartir, hablar, amar.
11 de febrero de 2011, 16:52Publicar un comentario