Salvemos a Sakineh!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sí, salvemos a Sakineh. Pero aprovechemos la gran movilización, el clamor mediático de un "caso-símbolo" de esta naturaleza, para que la influencia de la sociedad civil sobre los líderes mundiales no decaiga acto seguido.

Tenemos que salvar a todos los que son torturados; a los niños-soldado; a los de Gaza, vilmente asesinados en sus escuelas; a los que mueren de hambre todos los días; a los niños, mujeres y hombres que viven en situaciones de extrema precariedad, desesperanzados, desamparados.

Salvemos a Sakineh, pero al mismo tiempo contribuyamos a evitar, por la constancia del poder ciudadano, por la resistencia ya decididamente manifiesta, que vuelvan a producirse violaciones de los derechos humanos como las de las prisiones de Irak, Afganistán o Guantánamo; para que no sólo esta pena de muerte, sino todas las penas de muerte en el mundo pasen a ser imagen de un pasado que ya no volverá a repetirse. Seamos el clamor mundial que evite que el Gobierno de Irán cometa tan abominable práctica; clamor que se mantenga de tal manera, que sean muchas las mujeres del mundo que consigan la deseada emancipación.

Hay que aprovechar estos casos de tanta repercusión mediática, aún sabiendo que a veces esconden interesadas motivaciones, e iniciar la gran transición de la fuerza a la palabra, de la cultura de imposición y violencia a la cultura de entendimiento y conciliación.


Hay que cambiar el mundo. Tenemos que lograr, con la permanencia de esta resuelta voluntad de “intervención democrática”, que se invierta mucho menos en armas y mucho más en solidaridad. Que todos los países comprendan que los tiempos de la discrecionalidad, de la práctica de procedimientos aberrantes e inhumanos de coacción y prevalencia han concluido. Que ahora es la Humanidad en su conjunto, y no unos cuantos que desde hace siglos ocupan en solitario los escenarios del poder, la que tomará en sus manos las riendas del destino común.

2 comentarios

Anónimo dijo...

Tiene mucha razón, Sr. Mayor Zaragoza. Hay que salvar a Sakineh pero hay tantos a quien salvar que no podemos dejar de clamar, un día sí y otro también.
Bravo por sus exposiciones y por su labor. Yo creo que debemos estar esperanzados porque ya hay mucha gente que se está rebelando contra las injusticias, la ignorancia, el imperialismo, la globalización... y ya lo creo que un día lo conseguiremos o al menos moriremos en el intento, que no es poco.

Atentamente,
Ana

9 de septiembre de 2010, 0:20
Mikel dijo...

¡Gracias, don Federico, por estar ahí! Es importante para muchos de nosotros.

9 de septiembre de 2010, 9:49