Primero, la vida

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Quiénes, por motivos inconfesables, se atreven a criticar los procedimientos que se han utilizado para liberar, después de un largo calvario, de las manos asesinas de secuestradores profesionales, a unos cooperantes españoles detenidos en el Sahel por Al Qaeda?

Se volverá contra ellos, como un "boomerang" de grandes dimensiones, porque toda la gente pensará que no habrían puesto reparo alguno para que se pagaran los rescates que fueran necesarios si se tratara de sus hijos. Primero, la vida.

Sí: primero la vida. Pero, acto seguido, una acción de gran alcance y todas las inversiones que sean necesarias, no sólo para procurar el desmantelamiento de los reductos desde los que operan los secuestradores sino, sobre todo, para mejorar las condiciones de vida de los países en los que se asientan para realizar estas acciones criminales. Repito nuevamente: no puede ser que invirtamos más de 3.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares, cuando la solución es el desarrollo global sostenible, es dejar de explotar a estos países en sus yacimientos petrolíferos, de gas, de aluminio, de oro, de diamantes, de coltán,... Es apremiante aportar -venciendo las resistencias de los grandes consorcios industriales bélicos- todos los medios que sean precisos para mejorar las condiciones de vida, como corresponde a su igual dignidad humana, a los habitantes de estas tierras, de tal manera que puedan hacer frente a quienes, en el lodazal de su miseria, les ofrecen otras recompensas.

Junto a este cambio radical en las medidas que a escala internacional deben adoptarse para contrarrestar a los terroristas y reducirlos totalmente, es también necesario que las organizaciones privadas y públicas respeten a las pautas de seguridad establecidas (recordemos que el Alakrana pescaba en zonas no autorizadas y que también algunas ONGs llevan a cabo sus actividades, con la mejor voluntad, en lugares desaconsejados por razones de seguridad).

Primero, la vida. No tiene precio. Pero, acto seguido, todas las medidas que redunden en hacer imposible en muy pocos años, gracias al progreso social alcanzado, acciones que merecen el rechazo unánime. Digo bien, unánime. Si queremos comprender, miremos a los ojos de las madres de los rescatados. Allí están todos los argumentos.

Es necesario dar un papel creciente, con unas Naciones Unidas reformadas y dotadas adecuadamente, a la acción internacional coordinada. El tiempo de los G-8 y G-20 ha concluido, dejando una situación insoportable.

2 comentarios

El dato de los 3000 millones/día pesa tanto como la propia lógica que lleva detrás. Sirvan también los 35 millones/año que cobra Fernando Alonso, o los 280 millones de euros que el Real Madrid ha gastado nuevamente este año en fichajes (más que el resto de equipos en la liga española. Cifra abominable, no sirvieron de nada las críticas del año pasado en plena crisis mundial).

Todo cae ya por su propia lógica Sr. Federico, veremos si la gente recibe el mensaje y empieza a votar ya con responsabilidad. La solución final estará en la unión responsable de todos, lo que hace deducir que el fracaso final estará también en la desunión de fuerzas en beneficio de intereses partidistas.

Un abrazo muy fuerte,

Jorge Medina Azcarate
One Brother World

2 de septiembre de 2010, 21:02
leonardo dijo...

con todo el respeto que me merece, estimado Sr., creo que los paises centrales no deberíamos aportar nada. Con una sola medida sería necesaria: irnos.

afectuosamente

leonardo

4 de septiembre de 2010, 10:07